
Mientras algunos gobiernos estatales apuestan por la innovación, la inversión, educación de calidad, tecnología de punta e inclusión, para garantizar la atracción de inversión, empresas y generación de empleos de calidad, otros optan por invertir los fondos públicos en infraestructura para instalar burócratas y funcionarios estatales, o bien en obras públicas que no atienden las necesidades prioritarias de la mayoría de los ciudadanos.
El estado de Nuevo León, cuyo modelo económico es un referente no sólo para México sino para el mundo, lidera la generación de empleos, en formalidad, en educación y creación de empresas, reflejo de una economía sólida y en expansión, que impacta directamente en la calidad de vida de sus habitantes.
La política económica impulsada por el gobierno de Nuevo León está enfocada en la innovación, talento y desarrollo sostenible, lo que le ha permitido haber superado a la Ciudad de México en ingreso promedio por hogar, así como alcanzar más de 90 mil millones de dólares en inversión extranjera, con 396 proyectos confirmados, de los cuales la mitad son nuevas inversiones y la otra mitad son expansiones de empresas que apuestan por dicha entidad federativa.
Nuevo León, hoy ocupa, el tercer puesto en materia de competitividad de entre las 32 entidades federativas del país, de acuerdo con los resultados generales del Índice de Competitividad Estatal 2025, del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). También, registró un crecimiento económico del 5% en 2025, cinco veces más que el promedio nacional.
El impulso industrial, educativo y de infraestructura por parte del gobierno del estado, colocan a Nuevo León como líder económico de América Latina. Su desarrollo sostenible garantizará que continúe atrayendo empresas y generando empleos de calidad. Además, se prepara para el reto global que significa el que Monterrey, su ciudad capital, sea una de las tres sedes del Mundial FIFA 2026.
Es una lástima que, siendo Pachuca, Hidalgo, la cuna del futbol, no haya sido tomada en cuenta por la FIFA para albergar una de las sedes mundialistas para la Copa del Mundo del próximo año, pero hay que ser realistas, existe un mundo de diferencia entre el desarrollo de Nuevo León e Hidalgo.
Y es mientras en Nuevo León la apuesta de su gobierno es por la innovación, educación de calidad, tecnología de punta e inclusión, en Hidalgo la inversión pública se ha canalizado a obras que no impactan en el bienestar económico ni social de los ciudadanos, como la remodelación del Parque David Ben Gurión, remodelación del edificio del gobierno estatal y de la Plaza Juárez, la remodelación y rehabilitación del recinto de la Feria de San Francisco Pachuca.
Así como la construcción del Centro Administrativo y Servicios para el Pueblo (CASP) que, además de albergar a funcionarios y burócratas del gobierno estatal, provocará severos “embotellamientos viales” cuando se registren manifestaciones o toma de oficinas, por ubicarse en una de las principales avenidas de la capital hidalguense.
El gobierno de Hidalgo informó haber invertido más del 45% del presupuesto estatal en educación. En los últimos tres años entregó apoyos por 680 millones de pesos en: útiles escolares y libros de texto gratuitos, 6,700 becas, mejoramiento de 352 escuelas, incluidos 56 planteles de telebachillerato y telesecundaria con servicio de internet; entrega de 3,887 tabletas electrónicas y construcción de laboratorios de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM).
Si bien es meritorio lo anterior, la apuesta de inversión pública no ha sido por innovación, educación de calidad, tecnología de punta e inclusión, como sí lo ha hecho el gobierno de Nuevo León. Sin embargo, el gobierno hidalguense considera que con las acciones emprendidas se marca el camino para lograr que Hidalgo sea potencia. Se vale soñar…
Cortesía de El Economista
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