Inversión sistémica: el reto no es emprender, sino mover capital para transformar sistemas, expertos

La transformación de los sistemas económicos, ambientales y sociales no dependerá solo de apoyar emprendimientos innovadores, sino de dirigir capital hacia los puntos donde se originan los problemas. 

Así lo plantearon especialistas en inversión y sostenibilidad durante el panel sobre inversión sistémica en el UMA Fest, encuentro organizado por la Universidad del Medio Ambiente (UMA) en Valle de Bravo.

En la conversación participaron María Matilde Olazábal, directora de impacto en Co Capital, y Armando Laborde, socio director de New Ventures México, quienes coincidieron en que el reto no es la falta de ideas o proyectos, sino convencer al capital de involucrarse en procesos largos, complejos y de transformación estructural.

“Mover capital hacia la transformación del sistema es uno de los principales retos que tenemos hoy”, afirmó Olazábal. “No se trata solo de financiar lo que ya funciona, sino de cambiar las estructuras que generan los problemas”.

Cambio de paradigma: de inversión de impacto a inversión sistémica

Durante el panel se explicó que la inversión de impacto busca mejorar una métrica, como empleo digno o reducción de emisiones, a través de proyectos o empresas individuales. 

En cambio, la inversión sistémica se pregunta si esas iniciativas pueden transformar la lógica completa del sistema en el que operan.

Armando Laborde lo ejemplificó con el trabajo de MAR+Invest (MarInvest), iniciativa de financiamiento mixto que opera en el Sistema Arrecifal Mesoamericano, un ecosistema de más de mil kilómetros que conecta a México, Belice, Guatemala y Honduras. 

Señalo que al iniciar, apoyaban proyectos de sargazo, ecoturismo o pesca sostenible, pero se encontraron con una cifra que cambió la ruta del proyecto.

“Healthy Reefs nos mostró que el 85% de las aguas residuales llegan al mar sin tratamiento. Ahí entendimos que, con todo respeto, no le íbamos a hacer ni cosquillas al problema si seguíamos fortaleciendo emprendedores individuales”, dijo Laborde. 

Este hallazgo los llevó a convocar a gobiernos locales, desarrolladores turísticos, hoteles, comunidades y fondos internacionales para actuar sobre las causas estructurales: aguas residuales y sobrepesca.

Cómo se construye una inversión sistémica: mapear primero, invertir después

Una de las ideas que predominó en el panel fue que no se puede invertir para transformar un sistema sin antes entenderlo a profundidad. “No puedes transformar un sistema que no conoces. Primero hay que mapearlo: quiénes son los actores, cómo circula el poder, el dinero y dónde están los puntos de palanca”, explicó Olazábal.

Este enfoque implica pasar de invertir en una sola empresa a diseñar portafolios estratégicos de múltiples actores y activos, con intervenciones combinadas que generen efectos sistémicos. 

En el caso del arrecife, el primer paso, dijo Laborde, fue identificar que la falta de plantas de tratamiento municipales y la pesca desregulada eran los principales estresores, más que la ausencia de emprendimientos.

Construir ecosistemas antes que fondos

Olazábal explicó que Co Capital no surgió como un fondo tradicional, sino como resultado de un proceso de construcción de ecosistema que tomó años. En 2011 nació Co Plataforma, que durante casi una década fortaleció redes de emprendimiento social y ambiental en México antes de mover capital.

Hasta 2019 se estructuró el primer fondo de Co Capital, y solo después de identificar que los principales conflictos entre pobreza, uso del suelo y desigualdad se concentraban en el sistema agroalimentario, decidieron enfocar su segundo fondo exclusivamente en ese ámbito. 

“No fue primero un fondo y luego una misión. Fue primero el sistema, después la estrategia de inversión”, dijo Olazábal.

Liderazgo sistémico: transformar desde las relaciones

En entrevista posterior al panel, Olazábal explicó que para transformar sistemas no bastan recursos financieros o nuevas metodologías, sino un tipo de liderazgo basado en relaciones y no en jerarquías.

“El liderazgo se da a través de relaciones, de conversaciones y de acompañar procesos de transformación”, afirmó. 

Agregó que estos liderazgos pueden surgir desde una empresa, fundación, universidad o comunidad. “Lo importante no es el cargo, sino la capacidad de sostener conversaciones difíciles y de hacer las cosas diferente”.

Más allá de la COP30 y los ODS

Sobre la relación entre inversión sistémica y los compromisos climáticos internacionales, Olazábal opinó que “la inversión sistémica sobrepasa los ODS y la COP30. No se trata de alcanzar metas, sino de dejar de rebasar los límites planetarios”.

Advirtió que México debe participar en estas agendas globales, pero sin reducir la transformación a una tabla de indicadores. “No basta con reportar avances. El reto es transformar el sistema que los genera”.

Sin fórmulas definitivas 

Por último, los especialistas coincidieron en qué, si no se mueve el capital hacia la raíz de los problemas, los esfuerzos seguirán siendo parciales. 

“Este tema es nuevo incluso para nosotros. No tenemos todas las respuestas, pero estamos aprendiendo mientras actuamos”, concluyó Laborde.

“La transformación no sucede sola. Se construye entre muchos, y empieza con la decisión de no seguir haciendo lo mismo”, añadió Olazábal.

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Cortesía de El Economista



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