Investigadores analizan millones de teselas del mosaico de Alejandro Magno que revelan datos sorprendentes sobre el arte de la antigua Roma

Un revolucionario análisis interdisciplinario ha arrojado nueva luz sobre el icónico mosaico de Alejandro Magno. Desde su descubrimiento en Pompeya en los albores del siglo XIX hasta su restauración en 2020, esta obra maestra ha sido objeto de numerosas investigaciones. Ahora, el equipo formado por miembros del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV), la Universidad de Nápoles Federico II y el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, entre otros, ha reafirmado no solo la extraordinaria habilidad técnica y artística de los artesanos romanos, sino también la frenética interconexión cultural que dominaba el Mediterráneo en la antigüedad.

¿Quién fue Alejandro Magno?

Un líder joven con vocación imperialista

Alejandro Magno (356-323 a. C.) fue un líder militar y político macedonio que marcó una era en la historia de la humanidad. Hijo del rey Filipo II de Macedonia y de Olimpia de Epiro, Alejandro heredó un ejército disciplinado y un reino fuerte que supo ampliar mediante una serie de campañas militares sin precedentes. Con solo 20 años, ascendió al trono. Con la toma de poder, inició una expedición que lo llevó a conquistar gran parte del mundo conocido, desde Grecia hasta Egipto y el valle del Indo.

El enfrentamiento con los persas en la batalla de Issos

La batalla de Issos, que este mosaico del siglo I a.C. conmemora, fue uno de sus enfrentamientos más emblemáticos que protagonizó Alejandro Magno. En esta batalla que tuvo lugar en el año 333 a. C., Alejandro derrotó a las fuerzas persas lideradas por Darío III.

Además de consolidar su reputación como un estratega militar genial, la victoria le procuró, además de conquistas territoriales, la difusión de la cultura helénica y la fundación de ciudades como Alejandría en Egipto. Aunque su imperio se desintegró tras su muerte a los 32 años, la figura de Alejandro sigue percibiéndose como un símbolo efectivo del poder y la ambición.

Mosaico de Alejandro Magno o de la batalla de Issos. Fuente: Wikimedia

El mosaico de Alejandro Magno, una joya pompeyana

El mosaico de Alejandro Magno, también conocido como el mosaico de la batalla de Issos, es una de las piezas más icónicas de la antigüedad clásica. Fue descubierto en 1831 en la Casa del Fauno, una de las residencias más lujosas de la antigua ciudad de Pompeya.

Este monumental mosaico cubre una superficie de unos 18 metros cuadrados y está compuesto por millones de pequeñas teselas de piedra y vidrio. Representa una escena dinámica de la batalla entre Alejandro Magno y el rey persa Darío III, con un nivel de detalle excepcional en el que tienen cabida las expresiones faciales, las texturas e incluso los efectos tridimensionales.

En su colocación original, el mosaico decoraba el suelo de un espacio privilegiado dentro de la casa, probablemente un triclinium (comedor) o un patio. En la actualidad, se conserva en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, donde se lo considera una de las joyas más preciadas de la colección.

Científicos analizando el mosaico de Alejandro Magno
Labores de análisis y restauración del mosaico. Fuente: Balassone et al. 2025

El proyecto de restauración que inició en 2020

Un trabajo interdisciplinar

En 2020, un equipo multidisciplinar de expertos en arqueología, conservación y geología sometieron el mosaico de Alejandro a un importante proceso de restauración. La intervención se hizo necesaria para preservar la integridad de la obra, que se había deteriorado por el paso del tiempo, la exposición a la humedad y los tratamientos previos inadecuados.

El proyecto incluyó una evaluación exhaustiva del estado del mosaico mediante técnicas no invasivas, como la espectroscopía de infrarrojo cercano y el análisis por fluorescencia de rayos X. Además, se realizaron trabajos de limpieza y estabilización, así como la documentación detallada de cada tesela para su estudio futuro. Este proceso no solo buscaba preservar el mosaico, sino también obtener nuevos datos sobre la composición y manufactura.

Muestrario de piedras con las que se fabrican las teselas de mosaico romano
Tabla con algunos de los materiales utilizados para la elaboración de las teselas del mosaico de Alejandro Magno. Balassone et al. 2025

El análisis de las teselas

El sistema de análisis de las teselas supuso una de las principales innovaciones del proyecto de restauración. El equipo de investigación estuvo compuesto por expertos del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) de Italia, junto con especialistas en conservación del patrimonio. Utilizaron herramientas avanzadas, como la microscopía óptica y electrónica, para examinar las teselas en detalle.

El estudio identificó que las teselas están hechas de materiales diversos, incluyendo la caliza, el mármol, el vidrio y los minerales volcánicos. Se determinó que las piedras naturales provenían de varias regiones de Italia, como Campania y Sicilia. Los vidrios, por su parte, se elaboraron mediante técnicas complejas a partir de la mezcla de diferentes óxidos metálicos. Esto permitió a los artesanos de la antigüedad lograr una amplia paleta de colores.

Los investigadores también detectaron la presencia de una capa de cera que cubría muchas de las teselas. Este revestimiento se aplicó en épocas posteriores, probablemente durante las intervenciones de conservación del siglo XIX. La cera actuó como un sellante que preservó, en parte, los colores originales, pero también contribuyó a que se acumulase suciedad y se oscureciera la superficie.

Los sorprendentes hallazgos del estudio

Los resultados del análisis revelaron datos sorprendentes sobre la habilidad de los artesanos que compusieron el mosaico. Una de las conclusiones más impactantes fue la extraordinaria maestría en la combinación cromática de las teselas. Los artesanos utilizaron sombras y degradados para crear efectos tridimensionales y un realismo que rara vez se encuentra en otras obras de la época.

En lo que respecta a los materiales, el estudio confirmó que el mosaico fue un producto de su tiempo que supo combinar los recursos locales con las técnicas artísticas más avanzadas para componer una obra viva y dinámica. La procedencia de las piedras y la composición del vidrio reflejan la existencia de una red comercial, productiva y de especialización técnica notable en la península itálica del siglo I a.C.

Reconstrucción de escena de la batalla de Issos
Reconstrucción hipotética del mosaico de Alejandro Magno realizada en 1893. Fuente: Wikimedia

La relevancia del mosaico de Alejandro Magno para el estudio de la antigüedad romana

El mosaico de Alejandro no solo es una obra maestra del arte antiguo, sino también un testimonio de las capacidades técnicas y estéticas de los artesanos romanos. La sofisticación en la selección y manipulación de materiales refleja un alto grado de especialización y un profundo conocimiento de los recursos disponibles.

El mosaico de Alejandro Magno sigue siendo un puente entre el mundo antiguo y el moderno, y este reciente análisis no solo resalta su belleza, sino también su valor como objeto de estudio histórico y cultural.

Referencias

  • Balassone G., P. Cappelletti, A. De Bonis, A. De Simone, D. Di Martire, S. F. Graziano et al. 2025. “From tiny to immense: Geological spotlight on the Alexander Mosaic (National Archaeological Museum of Naples, Italy) using non-invasive in situ analyses”. PLoS ONE, 20(1): e0315188. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0315188

Cortesía de Muy Interesante



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