Israel aceptó una nueva tregua con Hamas propuesta por Estados Unidos

Israel aceptó la propuesta de Estados Unidos para un alto el fuego en la Franja de Gaza, pero las negociaciones con Hamas continúan, informó este jueves la Casa Blanca. Según la prensa israelí y árabe, el cese de hostilidades sería, en principio, de 60 días e implicaría la liberación de 10 rehenes vivos y 18 muertos en el primer y séptimo día de la tregua, a cambio de cientos de presos y detenidos palestinos.

“El enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, presentó a Hamas una propuesta de alto el fuego que Israel respaldó y aprobó antes de enviarla” al grupo islamista, declaró la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en una rueda de prensa. “Puedo confirmar que las conversaciones continúan y esperamos que se logre un alto el fuego en Gaza para que todos los rehenes puedan regresar a casa, lo cual ha sido una prioridad de esta administración desde el principio”, agregó.

La palabra de Hamas

El portavoz de Hamas, Bassem Naim, afirmó en un comunicado que la propuesta de acuerdo de Witkoff, no responde a ninguna de las demandas que tienen. Sin embargo, afirmó que la dirección de su grupo aún está estudiando el documento. “(La propuesta) significa efectivamente perpetuar la ocupación y continuar las matanzas y la hambruna, incluso durante el período de tregua temporal”, dice Naim.

Horas antes de las declaraciones de los dos portavoces, los islamistas aseguraron en otra nota: “Los dirigentes de Hamas han recibido la nueva propuesta de Witkoff de los mediadores y la están estudiando responsablemente, de manera que sirva a los intereses del pueblo gazatí, proporcione alivio y logre un alto el fuego permanente en la Franja de Gaza”.

Witkoff explicó el miércoles en Washington que presentaría una nueva propuesta y expresó su confianza en que sería aceptada por las partes, sin concretar sus términos. Sin embargo, algunos medios israelíes y árabes han publicado que se trataría de una tregua de 60 días. Además del intercambio de rehenes israelíes por palestinos detenidos en cárceles, la tregua entre ambos bandos incluiría la negociación de un alto el fuego permanente y la retirada de las tropas israelíes de la Franja. De este modo, no se pactaría desde el inicio el final de la ofensiva, como ha venido exigiendo Hamas. También implicaría la entrada de ayuda humanitaria desde la firma del acuerdo, así como la obligación de Hamas de presentar pruebas de vida o muerte de los rehenes restantes al décimo día.

Según informó el diario The Times of Israel, citando a un diplomático árabe y a una segunda fuente familiarizada con las negociaciones, Hamas no quiere rechazar de plano la propuesta estadounidense por temor a ser responsabilizado por la falta de acuerdo. Por eso, busca añadir una cláusula que exija a las fuerzas israelíes retirarse a sus posiciones al finalizar el alto el fuego anterior, en marzo, junto con otra cláusula que estipule que la ayuda humanitaria se distribuya conforme a los estándares internacionales. También quiere que se modifique la cláusula relativa a las conversaciones sobre el cese del fuego permanente, de manera que impida a Israel reiniciar la guerra.

Muertes y evacuaciones

Mientras tanto, la Defensa Civil de Gaza informó que 44 personas murieron en manos de las fuerzas israelíes en el territorio palestino. Al menos 23 de ellos fallecieron en un bombardeo contra una vivienda en el campamento de refugiados de Al Bureij, en el centro de la Franja. El ataque, perpetrado por cazas de guerra, derrumbó un edificio perteneciente a la familia Al Qurnawi, causando también decenas de heridos, detallaron fuentes del Hospital de los Mártires de Al Aqsa, localizado en el área central de Deir al Balah. Además, los cuerpos de otros seis palestinos, entre ellos los de dos niñas, llegaron a la morgue del Hospital Shifa tras un bombardeo israelí contra otra casa en la ciudad norteña de Yabalia.

Estas víctimas se suman a los 67 gazatíes fallecidos y 184 heridos del miércoles, que reportó e Ministerio de Sanidad gazatí en su reporte diario. “Aún quedan numerosas víctimas bajo los escombros y en las calles, y los equipos de ambulancia y protección civil no pueden llegar a ellos”, afirmó la cartera en un comunicado.

Por su parte, el ejército israelí exigió la evacuación y cierre del hospital Al Awda, en el norte de la franja de Gaza, y su cierre forzoso, denunció el Ministerio en otro comunicado. Poco después de la orden, las fuerzas israelíes dispararon contra edificios e instalaciones del hospital además de detonar en sus alrededores trampas explosivas, “en un intento de intimidar y al personal médico y a los heridos”, señaló el hospital. 

Hace una semana, el Ejército israelí ya ordenó evacuar este centro hospitalario, el único operativo ahora mismo en la región norte de la Franja, donde todavía quedan en su interior 59 personas entre pacientes y personal médico. Este es el cuarto asedio que registra este establecimiento desde que Israel lanzó su ofensiva sobre Gaza: el primero fue en diciembre de 2023, el segundo en mayo de 2024 y, el tercero, en enero de 2025, en el momento de la campaña más intensa del Ejército sobre el norte de Gaza antes del alto el fuego.

Las tropas también ordenaron a la población del campamento de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja, alejarse de tres escuelas de la zona asegurando que miembros del grupo islamista Hamas operan desde ellas. “A los residentes del área de Nuseirat, así es como los operativos terroristas de Hamas se esconden entre ustedes”, afirmó en un comunicado el portavoz en árabe de las Fuerzas Armadas, Avichay Adraee. “Los llamamos a que expulsen a los operativos terroristas de nuestro seno y a que los aleje de las infraestructuras terroristas de Hamás”, concluyó.

La imagen difundida por el Ejército señala tres escuelas: la elemental de Nuseirat para niños y niñas, el colegio Khalid Bin Al Walid y la escuela Al Jaouni. Los colegios gazatíes se han convertido en refugios para los evacuados de la Franja. La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) estima en el 90% de la población a los desplazados desde que Israel lanzó su ofensiva sobre Gaza en octubre de 2023, la mayoría se han movilizado en varias ocasiones. Además, más de 630.000 personas han sido desplazadas una vez más desde el 18 de marzo, día en que Israel rompió el alto el fuego en la Franja, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Palestinos.

La ayuda humanitaria

Respecto a la situación humanitaria, el portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, denunció que Israel ha impedido a las agencias de la ONU distribuir cualquier tipo de ayuda en Gaza durante los últimos tres días. Así, 600 camiones llenos de bienes de primera necesidad se encuentran en el lado palestino del paso de Karem Shalom y no pueden salir de los almacenes. “Más camiones pueden llegar a la zona de recogida, pero no tenemos los permisos necesarios para descargarlos (…) Francamente, no nos están poniendo las cosas fáciles para entregar la ayuda humanitaria”, insistió Dujarric.

Preguntado por la razón exacta que aducen los israelíes para denegar los permisos a la ONU, Dujarric dijo que esto habría que preguntarlo al Gobierno de Israel, pero a continuación recordó que la gestión de Benjamín Netanyahu impide desde hace casi 20 meses la entrada a Gaza de periodistas extranjeros que puedan documentar lo que sucede.

Las trabas administrativas y de procedimiento han sido denunciadas ya en los pasados días por Dujarric, y se producen en medio de un “tire y afloje” entre Israel y la ONU por el mecanismo que debe usarse para la ayuda humanitaria, puesto que Israel ha dado luz verde a la llamada Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, en sus siglas en inglés), que ha llevado a cabo su propio reparto de ayuda humanitaria, al margen de la ONU. Se trata de una organización sin fines de lucro integrada por exmilitares estadounidenses, empresas privadas de seguridad y operadores humanitarios.

Naciones Unidas ha rechazado colaborar con GHF. También ha advertido sobre la falta de neutralidad de la fundación, el riesgo de que provoque desplazamientos forzados y la insuficiencia de la ayuda entregada, en medio de una grave crisis humanitaria y restricciones al acceso de suministros esenciales.

Cortesía de Página 12



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