
La inminente ocupación israelí de Ciudad de Gaza sigue adelante. El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, ha confirmado este miércoles la aprobación del plan militar paratomar por la fuerza el mayor municipio de los Territorios Palestinos Ocupados, en el que malviven cerca de un millón de personas. Varios líderes políticos israelíes sostienen que esta será la operación definitiva para provocar el desmoronamiento de la milicia palestina Hamás, a pesar de que la cúpula del ejército de Israel se opone a ella.
El responsable de Defensa israelí dio el visto bueno al proyecto planteado por la cúpula militar durante una reunión el martes en la que participaron el jefe del ejército israelí, Eyal Zamir, y otros altos cargos de las tropas y de las agencias de inteligencia. Durante ese encuentro, los mandatarios también aprobaron el llamamiento a filas de 60.000 reservistas que deberán alistarse el próximo 2 de septiembre para llevar a cabo la invasión de Ciudad de Gaza. Se estima que el número total de soldados en la reserva movilizados para la operación, que se alargaría hasta 2026, alcanzará los 130.000.
El proyecto aprobado por el ministro de Defensa todavía necesita la autorización del gabinete de seguridad, que fue el órgano que exigió al ejército la elaboración de un plan concreto. Katz, que forma parte de ese gabinete, se ha expresado durante las últimas horas dando por sentado que la ofensiva existirá: “Una vez la operación se haya completado, Gaza tendrá otro rostro y ya no tendrá el aspecto que tenía en el pasado”, ha dicho.
Los mandatarios israelíes esperan vaciar Ciudad de Gaza y empujar a su población hacia el sur antes del 7 de octubre, una fecha simbólica porque ese día se cumplirán dos años desde la masacre de Hamás perpetrada en el sur de Israel. A partir de ese momento, el plan israelí pretende rodear el municipio y lanzar una ofensiva contra Hamás en la zona.
En la actualidad, en Ciudad de Gaza sobreviven entre escombros alrededor de un millón de personas, según estimaciones de Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales. Esa población está hambrienta y debilitada tras 22 meses en los que el Gobierno israelí ha sometido a todo el enclave a la ofensiva militar y al bloqueo de suministros básicos.Las organizaciones humanitarias y la ONU han advertido de que la nueva ofensiva traerá “consecuencias catastróficas” para la población civil: no solo porque acarreará más muertes —en estos dos años Israel ha matado a más de 62.000 palestinos en la Franja— sino también porque favorecerá la separación de familias y personas vulnerables, en medio de un éxodo caótico, y su alejamiento de los pocos servicios públicos que siguen en pie.
Israel prosigue así con los planes para ocupar Ciudad de Gaza a pesar de que Hamás aceptó el lunes una propuesta de tregua para terminar con la guerra en el enclave. El Gobierno de Qatar —uno de los países mediadores en esta fase del conflicto, junto a Egipto— remarcó que la propuesta aceptada por los palestinos es “casi idéntica” a una que Israel ya aprobó semanas atrás, pero el Ejecutivo de Netanyahu aún no ha aclarado si firmará esta. Altos cargos israelíes han asegurado en la prensa de Israel que el Gobierno está estudiando el texto. En todo caso, el hecho de que los mandatarios israelíes estén dedicando su tiempo a trabajar en planes opuestos a los de un alto el fuego enfría las perspectivas de una respuesta positiva por parte de Israel.
La invasión de Ciudad de Gaza también inquieta a las familias de los rehenes israelíes que siguen en manos de Hamás. Casi de manera simultánea al anuncio de Katz, el Foro de Familias de los Cautivos y Desaparecidos ha emitido un comunicado de denuncia: “Aprobar planes para ocupar Gaza cuando hay sobre la mesa una propuesta [de tregua] para que Netanyahu la apruebe… es un puñal en el corazón de las familias”, reza el texto. “El plan que se debería haber aprobado ayer [la noche del martes] es el del retorno de cada cautivo”.
El Foro también exige una reunión con el ministro de Defensa y con el jefe del ejército para que les den garantías de que sus seres queridos no correrán peligro ante el avance de las tropas israelíes. La reunión dejaría en una posición complicada al jefe del Estado Mayor, que se opuso al lanzamiento de esta invasión porque considera que pone en riesgo la vida de los cautivos que Hamás pueda tener escondidos en la zona. A pesar de la oposición de la cúpula militar y de las familias de los rehenes, el gabinete de guerra liderado por Netanyahu defiende la conveniencia de la operación como la única vía para salvar a los secuestrados.
Presión a favor de la guerra
La continuación de la guerra se enmarca en un contexto en el que distintos ministros del Gobierno de Netanyahu exigen que la ofensiva prosiga para mantener el Ejecutivo a flote. La última en expresarse en ese sentido ha sido Orit Strock, ministra de Misiones Nacionales, quien este miércoles ha advertido de que su partido político, Sionismo Religoso, “probablemente” abandonaría la coalición si el Gobierno toma medidas que le disgusten. “Un Gobierno de derechas que implementa políticas de izquierda no tiene derecho a existir”, ha dicho Strock.
Aunque el plan de ocupación de Ciudad de Gaza no tiene aún aprobación final, la prensa israelí sostiene, citando fuentes anónimas, que el ejército ya está iniciando los preparativos de la ofensiva contra el perímetro de Ciudad de Gaza, especialmente en el barrio Zeitoun. Ese reconocimiento encaja con las denuncias de la población gazatí, que hace más de una semana que huye entre bombardeos de ese barrio. El grupo de observación Euro Med registró el inicio de esas operaciones el pasado 11 de agosto, y contó durante los primeros seis días el éxodo de decenas de miles de personas y la demolición de 400 edificios, incluyendo residencias particulares.
Según representantes israelíes, la reunión del martes entre los líderes de los cuerpos de defensa abordó cómo preparar el sur de la Franja ante la llegada de quienes serán expulsados de Ciudad de Gaza. Esos esfuerzos incluirían, supuestamente, hospitales de campaña.
Los líderes israelíes presentes en ese encuentro bautizaron la operación para la toma de Gaza como “Carros de Gedeón B”. En mayo, los mismos líderes aprobaron una operación llamada Carros de Gedeón que supuestamente iba a llevar a las tropas a controlar el 75% del territorio gazatí, algo que esperaban que fuera determinante para someter a Hamás y lograr la liberación de los cautivos. Eso no sucedió. Meses después, analistas israelíes alertan de que aplicar ahora la misma estrategia no traerá resultados diferentes.
El ejército israelí cree que Hamás tiene dos brigadas que permanecen en Ciudad de Gaza. Israel reitera que quiere la victoria total sobre Hamás, pero no ha definido qué constituiría esa victoria. Desde el inicio del conflicto, múltiples informaciones sugieren que esta y otras milicias palestinas han sido capaces de reclutar a nuevos combatientes. En mayo de 2025, el ejército israelí estimaba que Hamás tenía unos 40.000 combatientes, una cifra similar a aquella con la que contaba antes del conflicto.
Ciudad de Gaza, el principal núcleo de población de la Franja, tenía 650.000 habitantes en 2021, según las cifras de las autoridades palestinas. Pero la ofensiva militar lanzada por Israel sobre Gaza en octubre de 2023 —tras la matanza perpetrada por Hamás en territorio israelí el día 7 de aquel mes— ha provocado sucesivos desplazamientos forzosos de miles de personas a lo largo de todo el enclave en estos casi dos años, por lo que ahora mismo es muy difícil saber cuántas personas permanecen en Ciudad de Gaza. Aun así, las estimaciones de distintas organizaciones internacionales apuntan a que la población roza el millón de habitantes.
Cortesía de El País
Dejanos un comentario: