Israel ordena a su ejército tomar territorios en Gaza y amenaza con su anexión

El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ordenó este viernes al Ejército apoderarse de más territorios en Gaza, sin especificar cuáles, y amenazó a Hamas con la anexión de la Franja a Israel si el grupo islamista no libera a las personas que secuestró durante los ataques del 7 de octubre de 2023, que aún se encuentran retenidas en el enclave.

“Cuanto más mantenga Hamas su rechazo, más territorio perderá, el cual será anexionado a Israel”, dijo Katz en un comunicado difundido por el ministerio. “He ordenado al Ejército que ocupe áreas adicionales en Gaza mientras evacua a la población, así como expandir las zonas de seguridad en torno a la Franja para proteger a las comunidades israelíes y los soldados de las fuerzas armadas”, anunció.

En primera instancia, Israel ordenó la evacuación de los barrios orientales de la ciudad de Jan Yunis, en el sur de Gaza, así como de la localidad vecina de Beni Suheila. También dispuso la evacuación de Beit Lahia, en el norte de Gaza, debido a una operación terrestre llevada a cabo por las tropas. Con el correr de las horas, decidió que los palestinos debían abandonar las áreas costeras de Al Awda, Al Karama y Al Sultan, situadas entre Yabalia y la ciudad de Gaza, en el norte de la Franja, tras registrarse un lanzamiento de cohetes hacia territorio israelí en el sector. Además, las fuerzas armadas ocuparon parcialmente el corredor de Netzarim, con el que Israel separó durante la guerra el norte y el sur de Gaza, y llamó a la población del norte a irse hacia el sur a través de la carretera de Rashid, que atraviesa la Franja paralela a la costa.

El apoyo de Trump

El titular de Defensa aseguró que Israel utilizará todos los métodos militares y civiles para presionar a Hamas a liberar a los 59 cautivos que siguen en la Franja. “Intensificaremos la lucha con bombardeos aéreos, navales y terrestres, así como ampliando la operación terrestre hasta que se libere a los rehenes y se derrote a Hamas”, prometió.

De acuerdo a EFE, Katz tiene en consideración evacuar a la población de Gaza al sur e implementar el plan de transferencia del presidente estadounidense, Donald Trump, para los residentes del territorio palestino. Dicho plan, que numerosas organizaciones internacionales y la población árabe han criticado como un mecanismo de limpieza étnica de los gazatíes, alude a una evacuación voluntaria de su población.

El ministro aseguró nuevamente en el comunicado que Israel aún apuesta por la propuesta del enviado de la Casa Blanca en Medio Oriente, Steve Witkoff, para la liberación de todos los secuestrados, los vivos y los muertos, por adelantado y en dos etapas con un alto el fuego en medio. La propuesta implica una extensión de la primera fase del alto el fuego de unos 50 días, en la que la mitad de los rehenes iban a ser liberados en la primera jornada y, la otra mitad, en la última.

El mandatario estadounidense propuso a principios de febrero desplazar a todos los gazatíes a Jordania y Egipto y transformar este territorio en ruinas en un destino turístico de lujo, como “una Riviera de Medio Oriente”. Cuando se le preguntó si Trump estaba intentando restablecer un alto el fuego en Gaza, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo el jueves a la prensa que el presidente apoya completamente la reanudación de las operaciones militares de Israel en Gaza. 

La primera fase del alto el fuego llegó a su fin el 2 de marzo, día en que habría comenzado la segunda fase, que implicaba el final sostenible de las hostilidades en Gaza y la puesta en libertad de los secuestrados en el territorio palestino. Sin embargo, las negociaciones de esa segunda etapa no llegaron a producirse y la primera concluyó dejando a la Franja en un punto muerto hasta que Israel rompió definitivamente el alto el fuego con una oleada de bombardeos el pasado martes que mataron a cientos de palestinos. El grupo islamista Hamas nunca aceptó la propuesta de Witkoff y reclamó desde un primer momento que se cumpliera el acuerdo firmado originalmente pasando a la segunda fase.

Muertos y un hospital destruido

La agencia de Defensa Civil de la Franja de Gaza afirmó que 11 personas murieron en las últimas horas, tres en bombardeos antes del amanecer y otras ocho durante el día. Estas cifras se suman a las anunciadas el jueves por las autoridades gazatíes, que reportaron al menos 591 personas en el territorio palestino desde que Israel reanudó sus ataques el martes, uno de los balances más elevados desde que comenzó la guerra hace más de 17 meses a raíz del ataque de Hamas contra Israel en 2023.

En sus ataques más recientes, el Ejército israelí destruyó el Hospital de la Amistad Turco-Palestina, situado en el corredor de Netzarim, donde aseguró que atacó a milicianos de Hamas que utilizaban el edificio. “Hoy temprano, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacaron a terroristas en una infraestructura terrorista de Hamas que previamente servía como hospital en el centro de Gaza”, aclararon fuentes de las fuerzas armadas, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias EFE, además de insistir que el edificio no había sido utilizado como hospital activo en más de un año.

La situación humanitaria

A esta nueva ofensiva, hay que sumarle que la población gazatí está sufriendo un grave impacto psicológico al volver a sufrir el conflicto tras dos meses de relativa paz durante el alto el fuego, indicó en rueda de prensa uno de los responsables en la Franja de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA). “Esta vez es peor porque la gente ya está exhausta. Son personas cuya salud mental ya estaba degradada, y muchos de ellos seguían al borde de la hambruna“, indicó por videoconferencia desde Gaza el subdirector de UNRWA en la Franja, Sam Rose.

El funcionario del organismo advirtió que si el alto el fuego no regresa, habrá aún más pérdidas de vidas, de infraestructuras, y mayor riesgo de enfermedades infecciosas y trauma entre los dos millones de civiles que viven en Gaza, incluido un millón de niños. También dijo que había preparado su comparecencia ante la prensa de Ginebra hace una semana, con la intención de explicar cómo la UNRWA había logrado restaurar la atención médica para 200.000 personas y la educación para 50.000 niños, pero que todo cambió. “Todas las historias positivas se han acabado”, lamentó.

El responsable de la UNRWA, agencia a la que se le ha prohibido trabajar en territorio israelí, aseguró que aún hay posibilidades de volver al alto el fuego, y destacó la importancia de reanudar asimismo la liberación de rehenes y la llegada de ayuda humanitaria, que está interrumpida desde principios de este mes.

En la misma rueda de prensa, el portavoz de la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR), Tommaso della Longa, reiteró que la Media Luna Roja Palestina sigue atendiendo a diario cientos de llamadas de emergencia por fallecidos y heridos en los ataques reanudados esta semana. “Los suministros médicos esenciales se están acabando, y los pasillos de las instalaciones sanitarias están abarrotados de personas en tratamiento, junto a otras que intentan averiguar si sus parientes han sobrevivido”, describió.

Della Longa indicó que a causa de la escasez de combustible en Gaza, menos de la mitad de las ambulancias y otros vehículos de emergencia de la Media Luna Roja (23 de 53) siguen funcionando. “Nuestros colegas sobre el terreno también han denunciado que cada vez es más difícil para ellos y para otros civiles desplazarse a través de la Franja”, destacó el portavoz de FICR, además de remarcar que la falta de agua potable está empezando a alcanzar niveles alarmantes y está aumentando la incidencia de enfermedades, especialmente entre niños.

Cortesía de Página 12



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