Desde Roma
El actual ministro del Transporte y viceprimer ministro de Italia, el derechista Matteo Salvini líder de La Liga, fue absuelto este viernes por el Tribunal de Palermo (capital de Sicilia) del juicio iniciado en su contra por la asociación de solidaridad española Open Arms, que lo había acusado de secuestro de personas al no permitir el desembarque de 147 migrantes que había salvado en el Mediterráneo en 2019. Los rescatados por Open Arms, entre ellos numerosos niños y menores de edad, que sufrían distintos problemas, tuvieron que esperar en la nave 19 días frente a la isla de Lampedusa, hasta que la justicia de Sicilia decidió que desembarcaran en el puerto de esa isla.
La sentencia, de todas maneras, podría no ser definitiva porque la justicia italiana contempla otras dos posibilidades: la Corte de Apelaciones a la que el acusado o los denunciantes pueden recurrir si no están de acuerdo con la sentencia de primer grado, y la Corte Suprema en caso de que tampoco se esté de acuerdo con la sentencia de la Corte de Apelaciones.
“Estoy contento de lo que he hecho, he mantenido mis promesas de controlar la inmigración de masa y cualquiera sea la sentencia, para mi hoy es un día bello porque estoy orgulloso de haber defendido mi país”, dijo antes de entrar al aula bunker de la cárcel de Pagliarelli, en Palermo, la capital de Sicilia, donde se estaba llevando a cabo el juicio. La frase de Salvini es famosa. No es la primera vez que la repite.
Salvini recibió la solidaridad de muchos dirigentes, parlamentarios y otros ciudadanos de derecha como el multimillonario Elton Musk, miembro del gobierno de Donald Trump, y el premier de Hungría, Viktor Orban. Cualquiera sea la sentencia, “No tendrá ningún efecto sobre el gobierno”, había asegurado por su parte Matteo Piantedosi, actual ministro del Interior del gobierno derechista de Giorgia Meloni. El gobierno italiano, en un comunicado se definió “muy satisfecho por la sentencia” y la demostración de cuanto infundadas eran las acusaciones.
El entonces ministro del Interior Salvini, en la causa iniciada por Open Arms, fue acusado de secuestro de personas y de haber violado normas que debería haber respetado ante los hechos de 2019. El primero de agosto de 2019, Open Arms salvó en el Mediterráneo dos barcones llenos de migrantes que habían partido de Libia, en total 147 personas. Y al día siguiente pidió a las autoridades italianas un puerto para desembarcar a toda la gente. Pero fue aplicado por Salvini el “decreto seguridad bis” que prohibía el ingreso de migrantes en aguas italianas.
Open Arms insistió porque tres migrantes de la nave necesitaban urgente asistencia médica. Los tres enfermos bajaron de la nave, quedando en el barco el resto de los migrantes, 32 de ellos menores de edad, de los cuales, 28 no acompañados. El 10 de agosto Open Arms salvó otras 39 personas.
Los abogados de Open Arms presentaron poco después una denuncia ante la justicia siciliana y otra ante la justicia del Lacio, la región de Roma. Mientras tanto varios migrantes enfermos se estaban agravando y algunos se tiraban al mar por desesperación. Un juez de Agrigento, siempre en Sicilia, decidió visitar la nave y verificar el estado de la gente. Y rápidamente dio el permiso para desembarcar. La nave llegó a la isla de Lampedusa con 83 personas a bordo.
Después de muchos dimes y diretes, el Senado italiano autorizó el 30 de mayo de 2020 que el ex ministro y actual senador fuera procesado. El 15 de setiembre de 2021 se celebró la primera audiencia de las 24 que tuvo el juicio en tres años.
Cortesía de Página 12
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