
Luciano Spalletti fue destituido de su cargo como seleccionador de Italia, anunció el propio técnico el domingo, tras la dura derrota ante Noruega, pero se hará cargo del partido del lunes contra Moldavia.
Spalletti habló en rueda de prensa antes del encuentro contra Moldavia, que llega después de que Noruega sorprendiera a Italia con una victoria por 3-0 el viernes, dando a los visitantes un humillante comienzo en su campaña de clasificación para el Mundial.
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“Anoche estuvimos con el presidente (de la Federación Italiana de Fútbol), Gabriele Gravina. Me dijo que seré relevado de mi cargo como entrenador de la selección nacional”, declaró Spalletti.
“No tenía ninguna intención de renunciar. Hubiera preferido quedarme en mi puesto y seguir haciendo mi trabajo. Estaré mañana por la tarde contra Moldavia, y luego resolveremos el contrato”.
La destitución de Spalletti se produce después de menos de dos años en el cargo, tras sustituir a Roberto Mancini y asumir el cargo en septiembre de 2023. Aunque Spalletti llevó a Italia a la Eurocopa 2024, su decepcionante actuación allí ya había puesto al seleccionador bajo presión.
Italia acudió a la Eurocopa del año pasado en Alemania como defensora del título, pero tras ganar su primer partido contra Albania, perdió contra España y empató a última hora contra Croacia para llegar a octavos, donde cayó derrotada por Suiza (2-0).
Los hombres de Spalletti parecían haberse recuperado y protagonizaron una impresionante campaña en la Nations League, en la que vencieron a Francia a domicilio (1-3) y sólo perdieron un encuentro. Perdió en casa contra los franceses en el último partido de la liguilla y terminó por detrás de Francia por diferencia de goles.
Italia empezó el año con una derrota por 2-1 en San Siro, en el partido de ida de cuartos de final de la Nations League contra Alemania, y se encontró con un 3-0 en contra en el descanso del partido de vuelta en Dortmund.
Los dirigidos por Spalletti remontaron y lograron un empate, pero se quedaron fuera de las semifinales, y esta vez no pudieron reaccionar ante Noruega (3-0 tras el descanso).
La derrota dejó al equipo de Spalletti ante una ardua batalla para asegurarse la clasificación automática para el Mundial del año que viene, y después de que Italia se perdiera las dos últimas fases finales la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) decidió actuar.
“Estaba convencido de poder llegar al Mundial, y sigo convencido de que esta selección puede llegar”, añadió Spalletti. “Amo esta camiseta, a los jugadores que he entrenado, y mañana por la noche les pediré que demuestren todo lo que tienen”.
A Spalletti se le preguntó si se sentía traicionado, pero al seleccionador apenas le salieron más palabras y con lágrimas en los ojos abandonó la sala de prensa.
Cortesía de El Economista
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