Japón mueve sus fichas para que Tesla invierta en Nissan y le ayude a salir de su crisis financiera. Un grupo de alto nivel, que incluye al ex primer ministro Yoshihide Suga y al ex miembro de la junta directiva de Tesla, Hiro Mizuno, impulsa plan para que la compañía de Elon Musk se convierta en socio estratégico del fabricante japonés, según informe del Financial Times. La propuesta surge después de que Nissan descartara una fusión con Honda.
La idea es que Tesla adquiera participación en Nissan y aproveche sus plantas en Estados Unidos para expandir su producción local. Esto respondería a las amenazas arancelarias de Donald Trump y le permitiría reducir su dependencia de proveedores extranjeros. Sin embargo, Musk ha minimizado su interés en las fábricas japonesas, ya que destaca que las líneas de producción de Tesla son completamente distintas a las de otros fabricantes. A pesar de esto, las acciones de Nissan subieron 11% tras el reporte de estas negociaciones, reporta Yahoo Finanzas con información de AFP.
El contexto no es alentador para Nissan. La empresa está en medio de una reestructuración que incluye el recorte de 9,000 empleos y la reducción de su capacidad de producción en 20% a nivel global. Mientras tanto, Renault, su socio histórico, busca vender parte de su participación en Nissan, lo que ha abierto la puerta a otros interesados como Foxconn, que ya ha mostrado interés en adquirir acciones del fabricante japonés, apunta Reuters.
El gobierno japonés teme que Nissan termine en manos de grupos extranjeros con intereses opuestos a los de su industria automotriz. Foxconn, el gigante taiwanés conocido por ensamblar los iPhone de Apple, ya ha intentado acercarse a Renault para comprar una parte de Nissan. Esta posibilidad ha generado preocupación en Japón, pues Foxconn es visto como actor demasiado cercano a China. Por eso, la opción de Tesla resulta más atractiva para las autoridades japonesas.
El plan busca que Tesla sea el principal inversionista, pero también se contempla la entrada de otros socios minoritarios, como Foxconn, para evitar que un solo jugador tome el control total. Sin embargo, Musk ha dejado claro que su enfoque actual está en la conducción autónoma y la robótica, no en adquirir fabricantes tradicionales. Aunque Tesla tiene una reserva de efectivo de 36,000 millones de dólares, su estrategia de expansión no ha incluido inversiones en otras marcas de autos.
Nissan GT-R R32 EV.
Nissan y su lucha por mantenerse en pie
La presión sobre Nissan sigue en aumento. Sus plantas en Tennessee y Mississippi pueden fabricar hasta un millón de vehículos al año, pero en 2024 solo produjeron 525,000 unidades. Esto ha llevado a la empresa a recortar turnos y replantear su estrategia en Estados Unidos. El problema es que vender sus fábricas a Tesla no es decisión sencilla. Nissan aún ve el mercado estadounidense como clave para su recuperación y deshacerse de sus instalaciones podría debilitar su posición en la región.
Mientras tanto, el panorama cambia. Desde el Ministerio de Economía de Japón hay dudas sobre cómo manejar la posible entrada de Foxconn en Nissan sin afectar las relaciones con Taiwán y China. Al mismo tiempo, Renault espera que cualquier acuerdo respete el valor de su alianza con la firma japonesa.
En este juego de estrategias y alianzas, Tesla tiene la última palabra. Si Musk decide entrar en Nissan, podría redefinir el futuro de la compañía japonesa y cambiar el equilibrio de poder en la industria automotriz global. Pero si mantiene su postura de no adquirir fabricantes tradicionales, Nissan tendrá que buscar un socio que la ayude a mantenerse en pie.
Cortesía de Xataka
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