Japón ya descubrió qué les hace falta para recibir a 60 millones de turistas: trabajadores en hoteles

El turismo en Japón no se da abasto… y van por más. No es sorpresa decir que el país nipón es de los más visitados en el mundo que incluso en 2024 se registró un récord de 36.9 millones de turistas. Eso les favoreció a tal punto que alcanzaron una inyección económica de 51,000 millones de dólares tan solo por parte de los visitantes. 

Entre la recuperación del sector turístico tras la pandemia y la debilidad del yen, Japón vivió un auge en el turismo internacional. Sin embargo, el gobierno apuesta por un plan para recibir a 60 millones de extranjeros para 2030. El problema: el déficit de trabajadores.

Con la ambiciosa meta por delante de aquí a cinco años, es claro que se generen ciertas dudas. Por ejemplo, en una columna de The Japan Times se cuestionó si el país está realmente preparado para recibir semejante oleada de visitantes. Por su parte, The Mainichi fue más directo: se debe replantear la estrategia turística. ¿La sugerencia? Priorizar experiencias de mayor calidad.

Pero aún queda en el aire una pregunta de fuerza mayor: ¿es posible? Para responder, el Asia Pacific Institute of Research (APIR) puso sobre la mesa ciertas incógnitas sobre si Japón tiene los suficientes recursos para satisfacer la demanda. La conclusión resulta paradójica ya que, de mantenerse la meta, se encontrarán con una falta de trabajadores que terminará por afectar los hoteles y restaurantes.

La cuestión es que en Japón persisten dos tendencias que juegan en contra de las aspiraciones gubernamentales. Por un lado la conocida crisis demográfica, y por el otro la mencionada escases de trabajadores en la industria del alojamiento. Como resultado, mientras el turismo aumentará un 15.6%, la mano de obra se verá reducida en un 1.9%. En cifras: faltarán 536,000 empleados.

Así, el APIR señaló claramente que seguir esa meta de turistas es un riesgo para el propio sector. Para ello, el organismo también arrojó una recomendación de cambiar el enfoque y reducir dichas aspiraciones a 40 millones de turistas. Al respecto, Masaru Takayama, responsable de una agencia de viajes con sede en Kioto, reconoció para This Week in Asia que, en efecto, se vive un déficit.

“Muchas empresas del sector turístico tuvieron que despedir personal durante la pandemia y esas personas encontraron empleo en otros sectores. Ahora el turismo ha vuelto a la normalidad y, con más actividad que nunca, hemos perdido a esas personas que se han ido a nuevas carreras. Hemos perdido sus habilidades y conocimientos”.

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Ahora bien, ¿es viable reducir el objetivo y perder el ingreso de 20 millones de extranjeros? Como explicó Yoshihisa Inada, profesor de la Universidad de Konan, para The Asahí Shimbun, el punto no es el número, sino hacerlos gastar más. Aunque es cierto que se vería un aumento del 8% de turistas, la mano de obra no viviría una merma tan grande. La brecha se reduciría a una falta de 138,000 empleados.

“En lugar de centrarnos en la cantidad de visitantes extranjeros, deberíamos alentarlos a gastar más. Si mejoramos la oferta turística y aumentamos el gasto por visitante, se podrá alcanzar el objetivo”.

Para empezar, el gobierno busca un gasto turístico de 15 billones de yenes. Si tal número no se mueve, pero se mantiene la meta de 40 millones de visitantes, el gasto por viajero tendría que aumentar el promedio de 2024 de 227,000 yenes (26,100 pesos mexicanos) a los 375,000 (49,950 pesos). Nuevamente la duda ¿será posible? Tal vez, pero hay una apuesta de por medio: la digitalización.

Pero el problema no se queda ahí. También persisten muchos otros daños colaterales a los que se podría enfrentar la tierra del sol naciente de recibir tal cantidad de turistas. Para empezar, según arroja Bloomberg, se necesitarían más pilotos de avión, a ello se suma el encarecimiento de las estancias o el conflicto con los locales. Además, apostar por un objetivo tan alto pone en jaque su identidad hospitalaria: el omotenashi.

Sea como fuere, existen muchas aristas para que Japón asimile de forma sostenible el turismo masivo. Sin embargo, una respuesta para incentivar la productividad en el sector parece estar enfrente de todos: mejores salarios.

Cortesía de Xataka



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