Indian Creek es una isla artificial súper exclusiva en la costa de Miami. Solo unas pocas docenas de multimillonarios tienen un hogar ahí, entre los que están Jeff Bezos y los nietos de Donald Trump. A pesar del lujo que ostenta este barrio, olvidaron pensar en una manera adecuada de deshacerse de sus excrementos.
Cuando los tanques sépticos dejaron de ser viables, buscaron conectar sus drenajes al barrio vecino de Surfside, cuyos habitantes son “millonarios de menor categoría”. Para sorpresa de Indian Creek, los vecinos de Surfside no estaban sujetos a su voluntad y querían una cuota de $10 millones de dólares por hacerse cargo de las heces.
Los habitantes de la súper exclusiva isla Indian Creek, ubicada en Miami, Florida, pagaron un mínimo de $100 millones de dólares solo por los lotes en los que construyeron sus mansiones. El propio Jeff Bezos (dueño de Amazon) cuenta con tres propiedades; además, es vecino del exjugador de fútbol americano Tom Brady y de la familia de la hija de Donald Trump, Ivanka Trump. Incluso el cantante Julio Iglesias tiene su casa de retiro en esta isla.
Su único acceso por tierra es un puente vigilado 24 horas al día por la propia Policía de Florida, con un amplio perímetro que obliga a identificarse a cualquiera que siquiera piense en pasear a su perro cerca del puente. Muchos le llaman el “Billionaire Bunker”, según reporta The New York Times. Entre otras tantas amenidades, la isla tiene su propio campo de golf.
Sin embargo, pese a contar con las mansiones más lujosas y tener a la seguridad pública a su servicio, los multimillonarios pronto aprendieron que, al rodearse de ellos mismos y aislarse del resto de los humanos, no quedaba nadie para deshacerse de sus desperdicios de manera eficiente. Las fosas sépticas funcionaron por un tiempo para contener las descargas de los 10 o 20 baños que cada mansión tiene, pero el problema comenzó a superarlas.
Como costumbre, la solución inmediata era arrojar el problema a los de “clase baja” y que ellos lo limpiaran. Sucede que, en este caso, otro barrio de millonarios era lo más cercano a encontrar “gente de clase baja”. El barrio de Surfside, si bien no era tan exclusivo como Indian Creek, seguía siendo habitado por millonarios, y por fortuna para los desechos de Bezos, recientemente habían invertido en optimizar su sistema de drenaje.
La comitiva de Indian Creek contactó a Surfside para “avisarles” que se harían cargo también de sus descargas. Los menos ricos se portaron como buenos vecinos y aceptaron, pero a cambio de la módica suma de $10 millones de dólares. Después de todo, Surfside aún tenía una deuda de $30 millones por las mejoras a su sistema de drenaje, por lo que la propuesta beneficiaba a ambas partes. Era un win-win, como suelen decir en Estados Unidos.
Al menos eso parecía hasta que los habitantes del Billionaire Bunker se dieron cuenta de que alguien no quería someterse a su voluntad. Más aún, Surfside quería cobrarles por el “privilegio” de procesar sus desechos sanitarios. Así que decidieron tomar el problema en sus manos. No optimizaron su propio sistema de drenaje, como hicieron sus vecinos, sino que acudieron con quienes sí los iban a escuchar: presentaron un reclamo en las oficinas del Estado de Florida contra Surfside, argumentando extorsión. No es broma.
Así, una escatológica batalla legal se dio en la zona costera de Miami entre los muy ricos y los absurdamente ricos. A partir de aquí todo ocurrió tan rápido como el dinero puede hacerlo. Además, Indian Creek ya contaba con el apoyo de legisladores republicanos, pues entre los “afectados” estaba Ivanka, la hija del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
La sentencia: el barrio de Surfside debía aceptar las conexiones de drenaje provenientes de Indian Creek sin recibir pago alguno. El argumento: el estado de Florida estaba obligado a cuidar los intereses de sus ciudadanos y de futuros desarrollos habitacionales de intentos de extorsión similares. La sentencia solo está a la espera de la firma del gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Tal vez la parte más irónica fue que la comitiva de Surfside y su presidente, Charles Burkett, reclaman desde sus no tan lujosas mansiones que el Estado solo responde a los intereses económicos de las clases privilegiadas.
Como si de magia nativo-americana se tratara, resulta que Indian Creek también es el nombre de una zona de acampada en el estado de Missouri, que de acuerdo con el noticiero WGEM, acaba de ser clausurada debido al hallazgo de altos niveles de E. coli en el agua, una bacteria presente en el excremento humano.
Cortesía de Xataka
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