Jennifer Lawrence hoy cumple 35 años: fue víctima de un hackeo sexual, no terminó la escuela y ganó un Oscar

Por algo uno de sus alias es Nitro. Con su voz ligeramente ronca, Jennifer Lawrence lo dijo. “Es mi cuerpo, es mi arte y es mi decisión. Y si no te gustan las tetas, no deberías ir a ver Operación Red Sparrow. Como campaña de promoción, responder así a un periodista puede no resultar beneficioso. O tal vez sí.

Jennifer Shrader Lawrence, que hoy cumple 35 años, es una de las estrellas de Hollywood que más simpatía despierta y más fans suma en sus redes sociales, a partir de la sinceridad con la que habla, de reírse de sí misma, de no presumir de nada que no sea otra cosa que su sinceridad.

Ganadora de un Oscar sin haber recibido una formación formal en actuación (“Nunca tomé una clase, simplemente lo hice”, dijo sobre su interpretación en El lado luminoso de la vida), abandonó la escuela a los 14 años para dedicarse de lleno a la actuación. Sí: nunca terminó la escuela secundaria, ni siquiera de adulta.

“Ayer tuve que hacer una entrevista. Estaba de un humor fatal. No se me ocurrían las palabras básicas. Veía a mi publicista al fondo, murmurando cosas. Quieren que sea agradable todo el tiempo, y yo no lo soy”, ha comentado la actriz de la saga de Los juegos del hambre.

Sobre convertirse repentinamente en un sex symbol aseguró que “Se siente raro. Pero no está nada mal. La verdad es que no hago dieta ni nada. Me siento fatal cuando estoy a dieta, y a mí me gusta cómo me veo. Estoy harta de todas esas actrices que parecen pájaros… Prefiero verme un poco gordita en cámara y parecer una persona en la vida real, que verme genial en pantalla y parecer un espantapájaros en la vida real”.

Jennifer posó en una sesión de fotos para la revista Esquire para intentar cambiar su imagen pública. “Me molesté cuando mucha gente dijo: ‘Ahora tenemos una gran actriz que enseña las tetas’. Pero eso es exactamente lo que tuve que hacer para poder seguir trabajando. Sinceramente, esa sesión de fotos fue lo que me ayudó a conseguir mi papel en X-Men: Primera generación (2011)”.

Con un sentido del humor ingenioso, Lawrence es considerada una de las actrices más bellas, carismáticas y taquilleras de la industria de Hollywood. De joven, en su Kentucky natal, se destacaba en la práctica de distintos deportes: básquet, hockey sobre césped, sóftbol y equitación.

Pero fue descubierta a los 14 años por un cazatalentos en una calle de Nueva York durante unas vacaciones con su familia, en 2005, quien posteriormente le consiguió audicionar con agentes de actores. Le costó que sus padres aceptaran su pedido de abandonar la High School. Pero lo logró.

Como también logró convertirse, a los 23 años, en la actriz más joven en ser nominada a tres premios Oscar, incluyendo dos por el papel principal, uno de los cuales ganó.

Y les dio su estatuilla por El lado luminoso de la vida a sus padres, quienes la guardan en su casa de Louisville, Kentucky, porque ella se sentía “rara” teniéndolo en su propia casa.

Su madre, Karen, una vez le robó la papeleta de los Oscar e intentó votar. Lawrence se horrorizó al enterarse de que su madre votó por ella y envió su voto por correo, y lo descubrió porque le devolvieron el sobre con su voto a su casa porque se había enviado a una dirección equivocada.

Pero mucho antes…

Audicionó para el papel de Blake Lively en Gossip Girl (2007) y, según el creador de la serie, Josh Schwartz, se sintió muy disgustada por no haberlo conseguido.

Audicionó para el papel de Bella Swan en Crepúsculo (2008), que se lo quedó Kristen Stewart.

Y audicionó para el papel de Olive Penderghast en Se dice de mí (2010), pero perdió contra Emma Stone, que se convertiría en su mejor amiga: Jennifer le entregó su segundo Oscar a Emma, por Pobres criaturas, hace un año y medio.

Antes de casarse con el director de galerías de arte Cooke Maroney, con quien tiene dos hijos, estuvo en pareja algunos meses con el líder de la banda Coldplay, Chris Martin, y mantuvo una relación con el director Darren Aronofsky. Y llevó a sus padres como acompañantes a la 70.ª edición de los Globo de Oro tras romper con su novio, el actor Nicholas Hoult.

Clásica hasta para elegir sus bandas de rock favoritas (son The Beatles y Queen), también es fanática del actor Jeff Bridges, a quien tuvo la oportunidad de conocerlo en la Comic-Con de San Diego de 2013. Se acercó a él, sin darse cuenta de que estaba en medio de una entrevista con Entertainment Tonight, e intentó alejarse. Pero Bridges se dio cuenta y la llamó. El periodista le entregó el micrófono a Lawrence y la invitó a continuar la entrevista.

A parte de su carrera como actriz, Lawrence participa activamente en causas benéficas, apoyando a organizaciones como la Fundación SENS, que se dedica a la investigación para combatir el envejecimiento y las enfermedades relacionadas, y es una defensora de la igualdad de género en la industria del cine, pidiendo por salarios justos y oportunidades equitativas para las mujeres en roles principales en películas.

Mal no le fue. De cobrar 3.000 dólares por semana cuando filmó Lazos de sangre (2010) pasó a embolsar US$ 250.000 por X-Men: Primera generación al año siguiente, US$ 500.000 por la primera Los juegos del hambre (2012) y a partir de ahí no dejó de cobrar menos de siete dígitos, incluidos ocho: por la secuela Los juegos del hambre: En llamas (2013) recibió US$ 10 millones, hasta llegar a los 25 millones de dólares por ser coprotagonista de No miren arriba junto a Leonardo DiCaprio.

Así como para su papel en Lazos de sangre aprendió a despellejar ardillas, cortar leña y pelear, para interpretar a Katniss Everdeen en Los juegos del hambre, entrenaba dos veces al día y practicaba tiro con arco. Es más: en una entrevista comentó que, como ella y su coprotagonista de Los juegos del hambre, Josh Hutcherson, eran tan buenos amigos, decidió comprar una casa cerca de la suya.

Y su afición por los Doritos la llevó a manchar varios vestidos durante el rodaje de Escándalo americano (2013), casi arruinándolos en el proceso. A la gente de vestuario no le quedó otra que crear varios vestidos idénticos para que los usara durante la filmación, de modo que siempre tuviera uno limpio…

Nombrada una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time en 2013, admitió en una entrevista haber fumado marihuana con su hermano antes de ingresar a la entrega del Oscar.

Fue una de las personas afectadas por el hackeo de fotos privadas de varias celebridades, en su mayoría mujeres, y en muchas de ellas aparecía desnuda. Estas fotos fueron publicadas en el sitio web 4chan y luego distribuidas por otras redes de Internet. El evento fue apodado “The Fappenin'” por los medios. El hackeo generó un nuevo debate sobre la privacidad en la era de Internet, así como críticas injustas y maliciosas a las víctimas por tomar las fotos y subirlas a sus computadoras.

En una entrevista con la revista Vogue en 2014, comentó sobre el hackeo: “No es un escándalo. Es un delito sexual. Es una violación sexual. Es repugnante. La ley necesita cambiar, y nosotros necesitamos cambiar”.

Dijo que habría caminado sobre brasas para conseguir el papel de Lazos de sangre. “Pensé que era el mejor papel femenino que había leído en mi vida. Me impresionó mucho la tenacidad de Ree y que no aceptara un no por respuesta. Para la audición, tuve que volar en un vuelo nocturno a Nueva York y estar lo más fea posible. No me lavé el pelo en una semana, ni me maquillé. Parecía hecha polvo. Creo que tenía cosas colgando de las cejas”.

Por noviembre, con suerte, la veremos en Die My Love, su última película que concursó por la Palma de Oro en el Festival de Cannes en mayo. Interpreta a una joven, casada con el personaje de Robert Pattinson, que se muda a un ámbito rural, es madre y lucha contra su propia psicosis.

Una anécdota la pinta de cuerpo entero. Cuando le preguntaron en la sala de prensa de los Oscar sobre qué pasó cuando tropezó en las escaleras al subir para aceptar el premio a la mejor actriz su había sido a propósito, respondió “¡Totalmente!… ¿Cómo que qué pasó? ¡Mirá mi vestido! Intenté subir las escaleras con este vestido, eso fue lo que pasó. Sí, creo que solo pisé la tela y… Enceraron las escaleras”.