
A sus 34 años, Jorge Del Valle Mohar ostenta uno de los cargos de mayor prestigio en el deporte del país: presidente ejecutivo de Diablos Rojos del México, el equipo más ganador del beisbol profesional y vigente campeón de las ligas nacionales de basquetbol (LNBP) y softbol (LMS).
A pesar de entrar en la categoría ‘millennial’, por haber nacido en 1991, se define a sí mismo como un directivo de vieja guardia.
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“Creo que soy un old school”, describe en entrevista con El Economista a menos de un mes de tomar el cargo absoluto en Diablos. A inicios de año fue presidente adjunto con Othón Díaz Valenzuela, quien se despidió de la organización después de una década.
“No me gusta que nada esté por encima de lo que estamos acordando. Me gusta que todo tenga un orden y creo que, de alguna manera, hoy la balanza que existe entre lo que Santiago Harp (vicepresidente del Consejo de Administración del club) quiere y lo que yo tengo que organizar es una gran mancuerna que está permitiendo que la organización crezca sin olvidarnos de cuidar pequeños detalles”.
Aunque prioriza el concepto ‘old school’, Del Valle reconoce que tiene dos versiones como líder: sobriedad y modernidad. Las ha tomado, respectivamente, del propietario del equipo, Alfredo Harp Helú, y su hijo, Santiago Harp Grañén.
“Don Alfredo es un hombre que te deja trabajar, que te dice: ‘si ya estás aquí es porque confío en ti, demuéstrame’. Con Santiago es un poco diferente. Él ha sido renovación y frescura. Es el hombre que está adentro, quien nos está diciendo todos los días si vamos por acá o por allá. He cambiado de la libertad de hacer el trabajo a ir guiado por el dueño sobre lo que va queriendo. Creo que las dos han sido muy buenas. Cada una a su ritmo y tiempo”.
Respaldo familiar
La familia Harp depositó confianza total en Jorge Del Valle porque, a pesar de su edad, ya lleva 10 años forjando su ADN en varios cargos con Diablos Rojos.
Empezó en 2016 como coordinador de operaciones en el estadio Fray Nano, antigua casa del equipo, y rápidamente escaló a director de la Academia Alfredo Harp Helú en Oaxaca, gerente de desarrollo deportivo en las sucursales de Diablos Rojos y Guerreros, gerente deportivo del primer equipo de Diablos, vicepresidente deportivo, presidente adjunto y, finalmente, presidente ejecutivo.
Alfredo Harp Helú es propietario de Diablos Rojos desde 1994. Es un empresario mexicano que rebasa los 80 años y tiene inversiones en rubros como la cerámica, turismo y venta de artículos deportivos.
En años recientes, ha cedido mayores responsabilidades de Diablos a su hijo y algunos cambios ya se perciben tanto en lo deportivo como en lo empresarial.
Los escarlatas han ganado dos títulos consecutivos de Liga Mexicana de Beisbol (LMB), uno de Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP), uno de Liga Mexicana de Softbol Femenil (LMS) y uno de Baseball Champions League Americas (BCL) en los últimos 24 meses.
Eso viene acompañado de las estrategias empresariales, como el ingreso a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y la afiliación de sus empleados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Santiago ha ayudado mucho. Renovó la marca y le ha dado actualización a lo que somos como organización. Lo digo con mucho orgullo porque apenas hace unos meses fuimos inscritos ante el IMSS. Hoy, todos nuestros jugadores y personal están de alta, como debería ser siempre en todos los lugares”, enfatiza Del Valle.
El seguro social está acompañado con el ingreso a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), cuyo objetivo primordial es que cualquier aficionado pueda comprar una acción del equipo y sentir mayor identidad.
“Para que puedas estar en Bolsa, debes hacer un enlistado, prepararte, abrir tus finanzas y libros para que puedan ser auditados y poder decir que eres una empresa sana, que puedes ir a cotizar para que una persona como tú o yo compre una acción y sea parte del grupo.
“Entre 2022 y 2024, el trabajo de auditorías fue grande. Muchos despachos externos nos empezaron a auditar y dar recomendaciones, entre las más grandes está lo del IMSS, que es complicado porque el deportista no trabaja todo el año contigo. Todo este proceso ha sido para profesionalizar a la empresa, tener buenas prácticas, procesos y políticas que permitan que esté bien consolidada. En enero de 2025 damos el salto a la Bolsa, uno de los momentos más históricos de nuestra organización por estar ya como empresa pública y con respaldo de una familia tan importante a nivel beisbol y empresarial en nuestro país”.
Visión hacia el centenario
Jorge Del Valle nació en Guadalajara y recuerda que su primer contacto con el deporte fue jugando futbol. Incluso, se desempeñó como defensa central en Estudiantes Tecos (de la Universidad Autónoma de Guadalajara) y llegó hasta cuarta división profesional.
Admite que el beisbol “nunca fue de mis deportes favoritos”, pero lo que ya tenía detectado desde la infancia era su curiosidad por la gestión en la industria deportiva. Se cuestionaba por qué había médicos, ingenieros, pero no especialistas en esa rama.
Tras concluir su licenciatura en Administración del Deporte y la Recreación, que años más tarde pulió con una maestría en Administración de Negocios, supo que su destino estaba en los escritorios. Hoy, la vida, su preparación y curiosidad lo tienen en una transición de alta exigencia: los últimos 15 años rumbo al centenario de existencia de Diablos Rojos.
“El equipo va en camino por buscar ser visto como una empresa de buena inversión y sostenible, no necesitar si está don Alfredo o para ser una gran organización. Ese ha sido el objetivo principal. Evidentemente, tener a don Alfredo nos vuelve todavía más grandes, pero si él puede saber que su empresa va a estar bien sin que él esté a nivel capital, es un mensaje muy bueno para los accionistas y miembros”.
Sobre el centenario, que Diablos cumplirá en 2040, puntualiza que es el principal objetivo en cuanto a la administración actual.
“Sé que trabajo en una de las organizaciones que están marcando la punta de lanza en todo el deporte profesional y ahí queremos seguir, llevando eso a lo que sigue. Lo decía en la primera reunión con el grupo de colaboradores: estamos a 15 años de cumplir el primer siglo de Diablos y hoy ahí está la misión, en cómo vamos a llegar a ese primer siglo”.
Alrededor de 100 personas forman parte de Diablos Rojos en la actualidad, sumando el área deportiva con la administrativa.
Del Valle define el modelo de negocio actual del equipo como “espectáculo deportivo de experiencia 360”, por la oferta gastronómica y de entretenimiento que el aficionado encuentra en el estadio Alfredo Harp Helú, además del nivel de los peloteros.
Ese modelo, explica, es uno de los pilares que planean mantener hacia el objetivo de estabilidad empresarial de Diablos Rojos del México en los próximos 15 años.
Cortesía de El Economista
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