
Los cinco miembros de la Junta de Gobierno de Banco de México consideran que hacia delante será pertinente “proceder con mayor gradualidad” en el ciclo de recortes.
Así quedó referido en la minuta de la reunión monetaria de junio, cuando bajaron la tasa en 50 puntos base en una decisión tomada por mayoría de cuatro a uno.
De acuerdo con la relatoría, dos de ellos coincidieron en afirmar que “este sería el último ajuste de 50 puntos (base)”. Cuando hablan de “este ajuste”, se refieren al votado en la reunión del 26 de junio, cuando llevaron la tasa a 8 por ciento.
El único miembro de la Junta que votó a favor de dejar la tasa sin cambio, en 8.50%, fue el subgobernador Jonathan Heath. Si bien no se refieren específicamente a él en la minuta, su posición se puede identificar cuando se lee que “otro miembro consideró que ante la evolución del panorama inflacionario y el deterioro del balance de riesgos, es necesario actuar con prudencia y pausar las reducciones en la tasa de referencia”.
Otro miembro admitió que “hacia delante valoraría ajustes adicionales considerando los efectos de todos los determinantes de la inflación” y enfatizó que la Junta de Gobierno “debe permanecer atenta a que en sus siguientes registros la inflación se modere”.
Uno solo reconoció que holgura no ha debilitado a la inflación
En el argumento detallado de la minuta se observa que el miembro que pidió pausar las reducciones dijo que “no es realista” asumir que la inflación bajará por la debilidad económica y agregó que “no obstante al estancamiento económico, los pronósticos no apuntan a una recesión que debilite lo suficiente la demanda agregada”.
“La expectativa de una baja inflación derivada de mayores condiciones de holgura, además de que no se ha materializado, no es realista”, subrayó.
Según lo descrito en la minuta, “algunos” miembros de la Junta “señalaron en cambio que “persisten condiciones de holgura ante la debilidad de la actividad económica y que la brecha del producto se ha ampliado en terreno negativo”.
Citan a “la mayoría” cuando advierten que “ante el entorno de tensiones comerciales se anticipa una desaceleración económica mundial para este año y el próximo respecto del 2024”.
Refirieron que “algunos” observaron que ahora se prevé una desaceleración más moderada comparada con lo que se anticipaba en abril.
Y solo “uno” externó que “continúa esperándose una desaceleración a pesar de la moderación en la incertidumbre comercial, lo que refleja el sesgo negativo que prevalece en el balance de riesgos para el crecimiento global”.
Riesgo al alza en inflación
En la minuta del cuarto anuncio monetario de los ocho programados para el año evidenciaron que “algunos” miembros consideraron que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación mantiene un sesgo al alza.
De hecho, en el anuncio de esta decisión referida en la minuta volvieron a mover sus pronósticos de inflación de corto plazo, pero dejaron sin cambio el de la llegada de la inflación al objetivo, en el tercer trimestre del próximo año.
“Uno señaló que dicho sesgo es menos pronunciado que el enfrentado entre el 2021 y el 2024 y agregó que ve riesgos en ambos lados del balance”.
Otro sostuvo que el balance se ha deteriorado porque el sesgo al alza se ha incrementado.
Respecto de los riesgos al alza para la inflación, la mayoría mencionó la posibilidad de que los choques de oferta puedan generar presiones adicionales sobre los precios.
En la parte de la minuta donde se hace un acercamiento a las posiciones de cada miembro, el primero de los mencionados, que afirmó que el de junio fue “el último ajuste de 50 puntos base comentó que “se mantiene una postura restrictiva que permite seguir haciendo frente a los retos inflacionarios prevalecientes”.
Él mismo resaltó que “la política monetaria se debe enfocar en mantener el anclaje de las expectativas de inflación, especialmente aquellas de mayor plazo”.
Otro miembro explicó que los determinantes de mediano plazo de la inflación, como la brecha del producto, el tipo de cambio y las expectativas no apuntan a que las presiones puedan sostenerse.
Depreciación del dólar facilita ciclo de recortes en México
Los dos miembros que afirmaron que fue el último recorte de 50 puntos base dejaron en el registro de la minuta que la postura monetaria relativa con Estados Unidos es favorable con un mayor relajamiento del ciclo mexicano.
“Bajo el escenario en el que se espera que continúe la tendencia del dólar estadounidense hacia la depreciación, el diferencial de tasas pudiera cerrarse más allá de su promedio histórico permitiendo un mayor relajamiento de la postura monetaria”, comentó uno de ellos.
El otro notó que “durante el 2025 el diferencial de tasas respecto de la Reserva Federal ha disminuido sin que hubiera reacciones negativas de los mercados financieros”.
Comunicación, clave
para certidumbre
Uno solo de los miembros refirió que “la utilización articulada y prudente de la comunicación no sólo ha sido clave para describir el panorama inflacionario y explicar las acciones implementadas, sino que también ha contribuido a que éstas se transmitan de manera efectiva a la economía”.
Detalló que la comunicación fue clave para atender riesgos de cola durante el episodio inflacionario y resaltó que ante el avance en la desinflación, la comunicación permitió que se adoptara un enfoque gradual durante el 2024 y un proceso de calibración desde inicios de este año en un entorno de creciente incertidumbre global.
Comentó que “los bancos centrales pueden contribuir a un entorno de mayor certeza al comunicar su estrategia con claridad” y sostuvo que “no es conveniente renunciar al uso prudente y adecuado de esta herramienta”.
El próximo anuncio monetario está programado para el siete de agosto.
Cortesía de El Economista
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