Karol G ilumina el Vaticano en un concierto histórico por la fraternidad humana


Karol G llevó su música y su voz este sábado a la emblemática Plaza de San Pedro en el Vaticano, en un concierto poco común junto a otros artistas por la fraternidad humana, que iluminó el cielo romano con drones que recrearon obras de arte cristianas e incluso la imagen del difunto papa Francisco.

La cantante, acompañada de figuras como Andrea Bocelli, Pharrell Williams y John Legend, se convirtió en la estrella principal de este evento que marcó el cierre de la tercera edición del Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana, que se celebra en Roma desde el día anterior.

El espectáculo tuvo como escenario de fondo la majestuosa Basílica de San Pedro, ante miles de personas que llenaron la plaza vaticana. Los drones proyectaron imágenes inspiradas en los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, como las manos de Dios y Adán, así como el rostro sonriente del papa Francisco, creando un show visual impresionante.

De esta manera, la plaza vaticana se transformó en un escenario al aire libre único, vibrando con una diversidad de géneros musicales que incluyeron pop, rap, góspel, música sacra y ritmos latinos de la mano de la ‘Bichota’.

Karol G y Bocelli

Karol G, que según fuentes de su entorno vivió con entusiasmo su exhibición en el Vaticano, apareció ante el público vestida con un elegante vestido negro con pedrería y se arrancó con su tema ‘Mientras me curo del cora’, de su álbum ‘Mañana será bonito’ (2023).

Pero más tarde regresó al escenario para emocionar junto al tenor Bocelli con el clásico ‘Vivo por ella’.

Entre el público se pudo percibir las muestras de cariño hacia ella: banderas, camisetas y símbolos no solo de su país, sino también de distintos lugares de Latinoamérica… pues muchos habían acudido para ver precisamente a la estrella colombiana.

“Es un evento bonito, pero en realidad venimos a ver a Karol G”, reconoce a EFE la peruana Liz, que celebra que la cantante participa “en representación de Latinoamérica”.

Muchos otros acudieron para escuchar a Bocelli, encargado no solo de inaugurar el concierto con su ‘Ave María’, oportuno tratándose de un lugar sagrado, sino también de organizarlo, con la colaboración de plataformas como ‘Disney+’ y ‘Hulu’, que lo retransmitieron.

“Venimos por él”, promete el colombiano Jair, envuelto en banderas, aunque admitiendo que su hijo, de dieciocho años, prefería a Karol G.

Góspel, rap y reivindicaciones

Otro de los invitados de honor en este macroconcierto fue el estadounidense Pharrell Williams, que con su célebre ‘Happy’ puso a la multitud a bailar y aplaudir, como proclama la propia letra, porque “la felicidad es la verdad”, declaró ante el público.

Antes, el artista había instado a los asistentes a encender las linternas de sus móviles, iluminando toda la plaza, y afirmó que era “una oportunidad para unirnos”, ya que siente que no se está “haciendo lo suficiente” en el mundo actual.

Asimismo, Williams introdujo a John Legend, a quien definió como una “leyenda” y que entusiasmó entonando ante el piano los temas ‘Glory’ y ‘Bridge Over Troubled Water’.

Entre otras participaciones destacaron la de la beninesa Angélique Kidjo, que llevó a la plaza vaticana los ritmos tropicales de ‘La vida es un carnaval’, del mito cubano Celia Cruz, o la de Jennifer Hudson, que cantó junto a Bocelli ‘The prayer’.

Tras su actuación, los miles de asistentes en la plaza se pusieron en pie para festejar -por adelantado- el cumpleaños del papa León XIV, que este domingo alcanza los 70 años.

Aunque, tal y como estaba previsto, y aguando las expectativas de muchos que esperaban verlo, el pontífice estadounidense no asistió al concierto.

En su nombre, lo abrió el cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la basílica vaticana, que a los pies del templo reiteró el “no a la guerra” y su “sí a la paz y la fraternidad”, el motivo -al menos moral- de este ya memorable concierto en la plaza vaticana.

Porque no todo fue música y baile, sino que entre la columnata de Bernini resonaron las voces del activista indio Kailash Satyarthi, Premio Nobel por la Paz de 2014, o de la mozambiqueña Graça Machel, viuda de Nelson Mandela.

“El silencio ante las injusticias jamás conducirá a la paz y la paz demanda acción”, advirtió Satyarthi.

Machel, por su parte, recordó escenarios de conflicto como Palestina, Sudán, Ucrania, República Democrática del Congo, Myanmar o Mozambique.

“Debemos comprometernos en dar una paz justa a todos los lugares donde la violencia nos ha despojado de nuestra humanidad y, en este encuentro mundial por la fraternidad humana, afirmamos con una sola voz que la justicia debe ser el último guardián de la reconciliación”, exclamó.

YC

Cortesía de El Informador



Dejanos un comentario: