
La presidenta de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán (PAN), aseguró que San Lázaro tendrá las puertas abiertas para recibir las quejas e inquietudes de la Generación Z, ya que destacó que el Estado tiene la obligación de escuchar, atender y responder de manera efectiva a sus demandas.
“Los jóvenes están demandando lo esencial para construir su vida: seguridad, oportunidades, justicia y un entorno donde puedan desarrollarse con libertad y sin miedo. Su llamado afirma la urgencia de construir instituciones que respondan y protejan”, expresó la panista.
Es así que aseguró que a través de su presidencia, la Cámara de Diputados buscará ser el conducto para que sus exigencias, reclamos y posiciones puedan ser escuchados, discutidos y, en su caso, aprobados en las comisiones. “México necesita de sus jóvenes, porque un México sin jóvenes críticos y participativos no tendría futuro”, sostuvo.
Para ello, López Rabadán dio a conocer que se abrirá un canal de comunicación directo mediante el correo [email protected], para recibir sus propuestas e iniciativas, en respuesta a sus inquietudes expresadas en distintos foros.
Y es que añadió que la voz de 33 millones de jóvenes de 13 a 28 años, integrantes de la Generación Z, representan cerca del 25% de la población mexicana.
Te puede interesar
“Su interés en lo público, su participación activa en este movimiento nacional que marca un parteaguas y, sobre todo, su decisión de asumir con responsabilidad su papel histórico, merecen un reconocimiento claro y contundente”, indicó.
Lo anterior, enfatiza la obligación del Estado mexicano de respetar y salvaguardar el derecho humano a la libertad de expresión, de reunión pacífica y de manifestación y tienen la responsabilidad de escuchar, atender y responder de manera efectiva.
“El Congreso debe tener los canales que permitan que los jóvenes hagan llegar sus inquietudes y hasta molestias”, expresó.
Finalmente, señaló que hoy México requiere unidad, solidaridad y el reconocimiento del otro, al tiempo que afirmó: eso nos permite entender y atender las causas profundas de las manifestaciones: la inseguridad, la violencia, la injusticia y la impunidad.
Cortesía de El Economista
Dejanos un comentario: