En los últimos años, la televisión nos ha brindado una percepción de los jóvenes sobresexualizada. Series como Euphoria o Elite muestran a adolescentes de preparatoria que tienen encuentros sexuales casi al por mayor. Y si bien es durante esta etapa donde la gran mayoría comienza a tener intimidad, muchos jóvenes se instruyen a través de las pantallas. En otras palabras: aprenden viendo pornografía.
Falta de interés… y de sexo. Como describen en un artículo de NPR, los jóvenes de la generación Z han demostrado una disminución en el interés de tener sexo. Y no solo eso, también tienen menos intimidad en comparación con las generaciones anteriores. Sin embargo, a pesar de que no hay una respuesta concisa para esta situación, uno de los diversos factores es el mundo que los rodea: el virtual.
Un clic de distancia. Según explican desde The Journal of Sex Research, que los Gen Z puedan tomar su celular y entrar a páginas de este tipo, provoca que sean más propensos a consumir pornografía y, subsecuentemente, estas plataformas sean un factor en la disminución del sexo. De hecho, un análisis de Pornhub confirma que de las 130 millones de visitas diarias en su sitio, el 51% de espectadores pertenecen a esta generación.
Soledad juvenil. Los datos anteriores resumen lo presentado por la encuesta Sexual Addiction & Compulsivity, donde 400 usuarios de internet demostraron una relación entre el consumo de pornografía y la soledad. Incluso, en discusiones dentro de Reddit vinculan la falta de socialización e intimidad a un alto consumo de porno. Pero hubo quien volteó la situación: ¿y si ver este contenido es lo que los hace antisociales?
Más factores. Después de todo este contexto, podemos entender la situación por la que muchos jóvenes de esta generación atraviesan. Pero aún así, podemos añadir factores clave. Uno de ellos es la pandemia. El confinamiento por la crisis sanitaria hizo que muchas personas nos aisláramos. Claro está que se descartaron las citas y si nos ponemos en los pies de un soltero, la respuesta se da por sí sola.
Falta de educación. En segunda instancia, la misma pandemia provocó que muchas clases de educación sexual se impartieran vía Zoom. En el peor de los casos, según explica el periodista Carter Sherman en su libro The Second Coming: Sex and the Next Generation’s Fight Over its Future, se eliminaron por completo por miedo a una objeción de los padres hacia los docentes. El resultado: aprender sobre sexo a través de internet.
“Como hemos eliminado por completo la posibilidad de una educación sexual integral en tantas escuelas, esta es realmente la única salida que tienen muchos jóvenes no solo para ver pornografía, sino también para observar en particular cómo es el placer sexual. ¿Cómo hago sentir bien a alguien?”.
Carter Sherman.

De la Z a la A. Toda esta situación nos lleva a otro tema enfocado a los jóvenes de la generación Alpha. Como arroja una encuesta de Common Sense Media, la edad promedio en que los adolescentes comienzan a ver pornografía es a los 12 años. Es gracias a esto que comienza a alterarse su percepción sobre cómo debe ser un encuentro sexual. Todo lo resumen a ciertas prácticas enfocadas al “sexo duro”.
Consecuencias. Al respecto, como recaban en ISanidad, muchos adolescentes creen que lo que ven en la pantalla pueden ser ideas para sus propios encuentros. Además, no solo tienen la genuina intención de replicar lo visto, incluido el tipo de contenido violento, sino que con ello, pueden normalizar la violencia sexual como parte de la intimidad.
Desde Infosalus expertos en el tema resumieron la situación como “preocupante”. El hecho de que la generación Z tenga como fuente de información películas, series y sitios pornográficos resulta en una percepción alterada e hipersexualizada sobre cómo deben darse los encuentros en pareja. Sumado a ello, podemos citar lo recuperado en The Guardian: “es como si intentara hacer lo que ha visto en el porno”.
A falta de una solución, el primer paso puede ser que los mismos jóvenes comiencen a cuestionarse sobre su consumo de este contenido. En segunda instancia, otra opción puede ser asistir a terapia en caso de considerar su situación particular como una adicción. Esto mientras la misma plataforma se adapta, ya que las tendencias en 2024 dieron por sentado la preferencia a modo TikTok: porno en video vertical.
Cortesía de Xataka
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