La arqueología logra demostrar que parte del tesoro escandinavo de Hassle se fabricó con materiales procedentes del Mediterráneo

Una vez más, la historia y la arqueología nos demuestran que los viajes de larga distancia, las complejas redes de intercambio y el comercio de importación y exportación no son fenómenos modernos. Así, un reciente estudio ha permitido identificar el origen mediterráneo de varios de los objetos del célebre tesoro escandinavo de Hassle, descubierto en 1936 en el curso de un río drenado en Suecia. La investigación, publicada en Journal of Archaeological Science: Reports en 2025, ha empleado el análisis de elementos traza y los isótopos de plomo para desentrañar los misterios de esta extraordinaria colección de objetos de bronce datados hacia el 500 a. C., en el ocaso de la Edad del bronce nórdica.

Un hallazgo excepcional

El denominado tesoro de Hassle se encontró dentro de un gran caldero de bronce, acompañado de dos espadas Mindelheim (una de ellas con pomo de bronce), dos ciste a cordoni o calderos acordonados (cubos de bronce decorados), doce discos ornamentales de bronce con apliques de hierro (phalerae) y dos pequeños ganchos. En total, el conjunto sumaba unas veinte piezas. Los objetos se habían depositado en el antiguo cauce de un río, siguiendo una práctica ritual bien documentada en Escandinavia durante la Edad del bronce.

Lo que distingue al conjunto, sin embargo, es su marcado carácter foráneo. Muchas de sus piezas no tienen parangón en el norte de Europa, y su estilo remite a regiones tan distantes como Italia, los Alpes o incluso el Mediterráneo oriental.

El tesoro de Hassle, hallado en 1936 Glanshammar, en las cercanías de Örebro. Fuente: Sörman et al. 2025

El proyecto arqueometalúrgico liderado por Anna Sörman, Karin Ojala y Lena Grandin tenía dos metas. Por un lado, buscaba determinar la composición química y el origen del metal empleado en los objetos. Por otro, pretendía comparar las similitudes y diferencias entre ellos. Para ello, se analizaron doce muestras tomadas de ocho de las piezas, aplicando técnicas de vanguardia como la espectrometría de masas con plasma acoplado inductivamente (MC-ICP-MS) y el análisis no destructivo por ablación láser.

Resultados reveladores: una procedencia múltiple

Los resultados mostraron que todos los objetos se habían fabricado con bronce. Lo sorprendente es que el metal no procedía de una sola fuente ni se había elaborado siguiendo el mismo proceso metalúrgico. La mayoría de las piezas presentan un contenido de estaño de entre el 9 y el 11 %, típicamente asociado a aleaciones que se adecúan a la manufactura mediante percusión con martillo, como es el caso de los discos ornamentales.

Sin embargo, dos piezas destacaron por su singularidad. Una de los cubos decorados presentaba un contenido de níquel inusualmente alto (1,5 %) y estaño (13–14 %), lo que sugiere una procedencia diferente a la del resto del lote. El pomo de una de las espadas, por su parte, mostró una composición rica en antimonio, plata, arsénico y níquel, características asociadas a menas de la región alpina, sobre todo en el Tirol del Norte (Austria).

Caldero
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto

El caldero: una pieza única con huella mediterránea

El gran caldero de bronce, que contenía la mayor parte del tesoro, es único en el ámbito escandinavo y presenta características que lo vinculan con el mundo mediterráneo. Aunque su forma recuerda a los calderos hallados en los túmulos aristocráticos de la Edad del Hierro temprana en el sur de Alemania y el centro de Francia, su firma isotópica no encaja con ningún conjunto previamente analizado.

Las proporciones de isótopos de plomo en uno de los fragmentos del caldero apuntan a una procedencia radiogénica que podría estar ligada a depósitos de cobre en la península ibérica, como los de Jaén o León. La composición de una las chapas de reparación del mismo caldero indica un origen en menas asociadas a complejos ofiolíticos, como los de Liguria, Elba o el sur de Toscana.

Aunque los datos actuales no permiten establecer una procedencia exacta, este hallazgo resulta coherente con las teorías previas que sugerían una fabricación etrusca o griega del caldero. La presencia de esta pieza en Escandinavia sugiere la existencia de contactos a larga distancia. Estas conexiones se habrían articulado a través de redes de intercambio que conectaban el Mediterráneo con el norte de Europa.

Muestras del caldero de Hassle y comparación
Muestras del caldero de Hassle y comparación con otros calderos. Fuente: Sörman et al. 2025

Las cistas y los discos ornamentales: conexiones alpinas e itálicas

Los análisis revelaron que los dos calderos decorados se fabricaron con metales distintos, lo que sugiere orígenes y procesos de manufactura independientes. Mientras que uno parece estar ligado a fuentes del sur de Europa con isótopos radiogénicos, la otra comparte rasgos con otros objetos del conjunto, como uno de los discos ornamentales.

En el caso de los discos y su remache, el análisis microestructural mostró la presencia de elementos como el bismuto y el selenio, lo que apoya la hipótesis de un origen foráneo. De hecho, su elaboración por percusión repetida sobre los pequeños discos colados no corresponde a las técnicas metalúrgicas escandinavas del período, lo que confirma su procedencia exterior, quizás del centro de Italia o del Macizo Central francés.

El pomo de espada y las redes alpinas

El pomo de la espada es el único objeto cuya composición resulta similar a la del bronce trabajado localmente en Escandinavia. Su huella metalúrgica se alinea con objetos del Tirol del Norte, región desde la que se documenta la circulación de espadas tipo Mindelheim, como las halladas en Hassle. Esto sugiere que parte del tesoro pudo haber llegado a Escandinavia a través de las rutas transalpinas activas durante el período Hallstatt.

Recreación ficticia de un tesoro
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Un conjunto ensamblado a través de Europa

El estudio ha concluido que el tesoro de Hassle es un conjunto de objetos foráneos, reunidos a lo largo de una compleja red de intercambios interregionales. Los investigadores han logrado distinguir al menos tres grupos distintos de procedencia. El pomo de espada se fabricó con cobre de origen alpino. El caldero y algunas reparaciones se elaboraron con metales procedentes del Mediterráneo occidental. Las cistas, los discos ornamentales y los ganchos, por suparte, probablemente se realizaron con cobre del sur de Europa, pero con diferentes composiciones. Esta diversidad sugiere producciones autónomas. Así, la arqueología confirma que el tesoro de Hassle es una evidencia tangible de las redes interculturales que conectaban el norte de Europa con el Mediterráneo.

Referencias

  • Sörman, Anna, Karin Ojala y Lena Grandin. 2025. “A foreign cauldron full of imports: Elemental and lead isotope analyses of bronze objects from the Hassle hoard (Late Bronze Age Period VI, HaC–HaD), Sweden”. Journal of Archaeological Science: Reports, 66: 105202. DOI: https://doi.org/10.1016/j.jasrep.2025.105202

Cortesía de Muy Interesante



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