
En una esquina de la historia jalisciense, entre libros antiguos, documentos valiosos y recuerdos de una vida dedicada al servicio público, la familia del ex gobernador de Jalisco Juan Gil Preciado, trabaja para transformar su biblioteca personal en un espacio de acceso público. De la mano del Colegio de Jalisco, sus descendientes emprendieron una campaña de recaudación de fondos con el objetivo de consolidar este proyecto, que pretende preservar y compartir el acervo de quien fuera mandatario estatal entre 1959 y 1964.
“Don Juan Gil Preciado fue acumulando en sus diversas etapas de la vida muy diferentes libros y documentos de lo que vivía en ese entonces. Más sus preferencias personales, era muy lector”, relata para EL INFORMADOR Arturo Gil, cuarto de los seis hijos del ex gobernador, quien ha encabezado el esfuerzo por reunir, clasificar y trasladar este patrimonio al Colegio de Jalisco.
El proyecto se suma a la red de bibliotecas públicas de la institución, que ya resguarda los acervos de otros personajes ilustres, como Agustín Yáñez y Constancio Hernández Allende.
La biblioteca de Juan Gil Preciado será la cuarta en integrarse a este acervo cultural, aportando cerca de ocho mil documentos y una colección de monedas conmemorativas. La apertura de este espacio de lectura está programada para los primeros días de noviembre, en el marco del aniversario del Colegio de Jalisco.
Un proyecto en marcha
La iniciativa tomó forma el año pasado, cuando el arquitecto Carlos Javier Massimi presentó un diseño para el espacio donde se albergaría la biblioteca. Sin embargo, la concreción del proyecto requiere una inversión de dos millones de pesos, razón por la cual la familia ha recurrido a diversas estrategias de financiamiento, incluyendo una colecta a través de la plataforma GoFundMe.
“Queremos que la gente participe más, y además va a ser muy bonito que entre más gente participe, aunque sea con cantidades modestas, se sienta parte de un proyecto de esta naturaleza, que es algo muy importante: pasar de un bien privado a hacerlo un bien público”, enfatiza Arturo Gil.
El respaldo del Colegio de Jalisco ha sido clave en este proceso. Su director, el doctor Roberto Arias de la Mora, ha mostrado entusiasmo por la iniciativa y ha destinado un espacio dentro de la institución para la instalación de la biblioteca.
“Después de varias vicisitudes, el doctor dispuso una sección que tenía ahí con algunos investigadores que ya se habían ido jubilando y demás, y entonces nos ofrece este pasillo. Nosotros, muy entusiasmados, contratamos al arquitecto que nos hizo el render de la biblioteca y quedó muy bien”, detalla Arturo Gil.
Legado familiar que trasciende generaciones
Para los hijos de Juan Gil Preciado, este proyecto no sólo significa la apertura de un espacio de conocimiento, sino también la oportunidad de reencontrarse con la memoria de su padre a través de los libros y documentos que recopiló a lo largo de su vida.
“Esto se trae adentro. La cultura de don Juan sale de un pueblo muy pequeño, que en aquel entonces no tenía ni conexiones. Él nació en Juchitlán, Jalisco, y ahí fue creciendo”, recuerda Arturo. Su infancia estuvo marcada por la historia de su abuelo, Anselmo Gil, un liberal que fue tomado prisionero durante la Guerra Cristera y tuvo que huir con su familia a la ciudad.
“Desde ahí, lo que traes adentro te va impulsando. Desde una pobreza extrema en aquel entonces, a ir superándote y ascendiendo en la vida. Y entonces siempre estuvo relacionado con los libros; para él siempre fueron una gran compañía”, añade.
La imagen de su padre rodeado de libros es una constante en los recuerdos de Arturo Gil. “Desde que yo tengo memoria, la biblioteca de don Juan o de la familia siempre tenía un lugar especial. Y conforme él avanzaba en la vida, la biblioteca iba tomando más forma, hasta que ya era una biblioteca importante en su casa”.
Este amor por la lectura se convirtió en un legado familiar. “Nosotros absorbemos todo ese amor por la lectura y por los libros, y estamos encantados ahorita de poder llevar a cabo este proyecto tan bonito, tan interesante y que da a conocer a la comunidad la vida de un hombre como don Juan Gil Preciado”, expresa.
Las joyas numismáticas
La biblioteca no sólo albergará libros y documentos, sino también una colección de monedas conmemorativas emitidas que formaban parte de los intereses de Juan Gil Preciado.
“La numismática es cultura también. Las nuevas generaciones ya manejan todo de manera electrónica, sin dinero físico, y entonces el que vayan a una biblioteca y vean cómo eran los billetes y las monedas de otras épocas, cómo son las monedas conmemorativas… es un atractivo más”, comenta Arturo Gil.
Dentro del acervo también se encuentran ediciones completas de enciclopedias que en su tiempo fueron referencia obligada del conocimiento universal. “Mi papá tenía la colección Espasa – Calpe, era una colección que cada año sacaba un ejemplar nuevo, o la Enciclopedia Británica. Son más de 105 tomos. Hoy, con la inteligencia artificial, puedes investigar cualquier cosa en segundos, pero antes las enciclopedias tenían esa función”, recuerda.
Incluso hace un paralelismo con la Revolución Francesa y el movimiento de los enciclopedistas, destacando la importancia histórica de estas obras: “Los enciclopedistas tuvieron su base ideológica en las enciclopedias, por tratar de resumir el conocimiento universal a través de estos documentos, y esto da pie a cambios muy profundos”.
Un esfuerzo colectivo por la cultura
El proyecto de la biblioteca de Juan Gil Preciado se suma a un esfuerzo más amplio por preservar el legado intelectual de Jalisco y ponerlo al alcance de las nuevas generaciones.
“Estoy seguro de que hay mucha gente que comparte estos propósitos, que ve con simpatía algo tan interesante”, afirma Arturo Gil. La respuesta en la plataforma GoFundMe ha sido alentadora, y el objetivo es que más personas se sumen a la iniciativa.
“Para el Colegio de Jalisco también va a ser un activo importante dentro de su oferta cultural. Así que bienvenida cualquier aportación, y gracias a todos los que apoyan un proyecto de esta naturaleza”, concluye.
Desde joven, Gil Preciado mostró una inclinación por las causas sociales y la educación. Fundó la Facultad Obrera y Campesina y participó activamente en misiones culturales que llevaron el conocimiento a comunidades rurales de Jalisco.
Además, la biblioteca atesora obras de arte: una pintura al óleo del reconocido artista jalisciense Guillermo Chávez Vega, que retrata al presidente Benito Juárez, fechada en 1963, al igual que un cuadro de Emiliano Zapata al lápiz del pintor Gabriel Flores.
CT
Cortesía de El Informador
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