Alejandro Moreno Cárdenas vuelve a esgrimir su llegada al Departamento de Estado: denunció este lunes al presidente venezolano Nicolás Maduro por presuntos vínculos con el Cártel de Sinaloa.
El movimiento, ante la justicia mexicana, es una nueva muestra de la cercanía del dirigente del PRI con el secretario de Estado Marco Rubio, que es quien lleva adelante, la ofensiva contra el régimen bolivariano.
El senador sigue así la misma línea de la semana pasada, cuando se lanzó contra Adán Augusto López Hernández por el caso de “La Barredora”: en el tricolor aseguran que el ataque al mandamás del Senado es un pedido de Rubio. Alito vendría a ser así el portavoz de las cuestiones que el embajador Ronald Johnson, por obvios motivos, no puede emitir.
El momento además es clave porque Alito enfrenta juicios de desafuero: mostrar amistad con Rubio es una táctica que busca funcionar como blindaje.
Rubio no solo es uno de los principales interlocutores con el Gobierno, sino que, además, según la prensa estadounidense, comienza a sonar cada vez más como un posible sucesor de Donald Trump.
En el sexenio de Andrés Manuel López Obrador el dirigente del PRI ya aplicó una estrategia similar: cuando la gobernadora Layda Sansores inició la escalada en su contra, Alito se fue a Washington a denunciar los nexos entre Morena y el crimen organizado. El principal receptor de esas denuncias fue el entonces senador Rubio, quien además pesaba fuerte en la comisión de Relaciones Exteriores del Senador de su país. Como sea, las acusaciones contra Alito no prosperaron. El gestor de esos acuerdos fue Adán Augusto, quien atendía en la Segob.
Esta afinidad con Washington venía siendo puesta en duda porque la designación de Rubio como secretario de Estado coincidió con que Alito comenzó a operar electoralmente en Sinaloa con el exgobernador Mario López Valdéz, quien también cargaría con amistades reprobables al otro lado de la frontera.
Alito conoce a Rubio desde que era gobernador de Campeche y lo ha visitado en reiteradas ocasiones en Florida.
Cortesía de La Política Online
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