El Gobierno logró este jueves un triunfo de alto hándicap porque Alejandro Gertz Manero no quería abandonar la Fiscalía General. De hecho, según afirmaron senadores a esta redacción, la sesión inicialmente convocada a las diez de la mañana se demoró durante horas hasta que se hizo formal la salida del fiscal quien, por su parte, desde la noche del miércoles llamó a diversos gobernadores para hablarles de la conveniencia de que sus senadores no asistieran al pleno.
Desde Palacio eligieron su cabildero para operar la salida del fiscal general a Adán Augusto López Hernández, acaso bajo la lógica de que solo un actor ineludible del obradorismo duro podía operar contra el aliado de Andrés Manuel López Obrador, que ni siquiera se planteo en ofrecerle su renuncia a Claudia Sheinbaum cuando esta asumió la presidencia hace ya más de un año.
El coordinador de los senadores se mostró como un articulador eficiente a pesar de la cobertura que recibió por parte Gertz respecto a sus reiterados escándalos, el más urticante, el de “La Barredora”.
A más de un senador le llamó la atención que, para forzar la salida de Gertz, el coordinador, al momento de comprometer las presencias para este jueves, aseguraba en privado que Gertz se podía convertir en un elemento nocivo para el propio oficialismo, desde Palacio hasta Palenque.
Una noción que quedó cristalizada con el affaire del empresario Raúl Rocha Cantú, que mientras era investigado por presuntos nexos con el Cártel de Jalisco Nueva Generación, recorría las pasarelas del mundo en representación de México. La filtración de su periplo judicial aceleró el desplome del fiscal.
Pregunta ineludible: ¿El esfuerzo de Adán Augusto en el Senado lo habilita para nuevas maniobras, como, por ejemplo incidir en el futuro de la Secretaría de Gobernación? “No ambicionó nada, solo que Andrea sea candidata en Chihuahua”, le dijo en los últimos días a su segundo Ignacio Mier.
Otro enigma en cirnes es sobre si, efectivamente, Gertz será embajador. En la noche del jueves Roberto Velasco, nuevamente a cargo de la Cancillería por cuestiones personales de Juan Ramón De la Fuente, deslizaba que la presidenta todavía no había dado directivas sobre el futuro diplomático de Gertz.
Como sea, para el Gobierno era fundamental eyectar al fiscal por la creencia de que es el responsable directo de la impunidad que domina en diversas aristas de la vida pública. Bajo la óptica presidencial, toda la información y la inteligencia obtenida por Omar García Harfuch encontraba sus limites en las carpetas de una Fiscalía travesada por intereses opacos: no por nada meses atrás fueron removidos varios integrantes del órgano de control interno.
Ganar esta partida le da impulso a la presidente para hacer nuevos ajustes en el gabinete y todas las miradas apuntan a Bucareli. Un ganador sigiloso del final del fiscal es el gobernador de Sonora Alfonso Durazo, que ambiciona desembarcar en Segob y que tenía una mala relación con Gertz.
Otro nombres que se reiteran son los de Omar García Harfuch, el subsecretario César Yáñez o el gobernador de Hidalgo Julio Menchaca, que también quiere dejar la entidad que gobierna.
Cortesía de La Política Online
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