La ciencia está en alerta por el hallazgo de un monstruo marino en una mina marroquí: una tomografía dirá si sus fósiles fueron falsificados

En 2021 se describió una especie de mosasaurio que nunca antes había sido documentada. Sus dientes, tan afilados que formaban lo que parecía una “hoja similar a una sierra”, habitaban las aguas de lo que hoy es Marruecos hace aproximadamente 66 millones de años. Sin embargo, nueva evidencia sugiere que la criatura podría estar basada en fósiles falsificados.

Un grupo de investigadores ha solicitado la realización de tomografías computarizadas sobre los restos disponibles para comprobar la autenticidad de la mandíbula, que se estima tiene entre 72.1 y 66 millones de años. Esto se debe a que han surgido discrepancias que apuntan a una posible modificación.

De confirmarse que es un fraude, se debería establecer en la literatura científica que se trata de una falsificación, según indicó Henry Sharpe, autor principal del nuevo estudio e investigador en la Universidad de Alberta.

Los científicos responsables del estudio original describieron a la especie, llamada Xenodens calminechari, a partir de fragmentos de mandíbula parcial y cuatro dientes asociados. Estos restos fueron encontrados en una mina de fosfato en la provincia marroquí de Khouribga.

A partir de esos dientes, el equipo en 2021 destacó la singularidad de la especie. Sin embargo, dichas afirmaciones son ahora el centro de un nuevo estudio publicado el 16 de diciembre de 2024 en la revista The Anatomical Record.

Las características de los monstruos marinos

Los mosasaurios eran reptiles marinos depredadores que dominaron los océanos durante el periodo Cretácico, hace entre 145 y 66 millones de años. Estas criaturas variaban en tamaño, con longitudes de entre tres y 15 metros, y presentaban dientes adaptados a sus diferentes dietas.

De acuerdo con el equipo de 2021, este espécimen tenía dientes pequeños, cortos y en forma de cuchilla, agrupados para formar un borde cortante similar al de una sierra. Este diseño era único entre los escamosos, el orden al que pertenecen los mosasaurios, y también entre los tetrápodos o vertebrados de cuatro extremidades.

El esqueleto M. hoffmannii

Esta peculiaridad llamó la atención de Sharpe, quien inició una revisión crítica que reveló varias contradicciones en la biología de los mosasaurios y sembró dudas sobre la procedencia del fósil.

Dos dientes del mosasaurio, muy juntos, se encuentran en un mismo alvéolo, lo que contradice el patrón observado en otras especies de mosasaurios, donde cada diente tiene su propio alvéolo.

La duda sobre la evidencia

Según Michael Cadwell, coautor del nuevo estudio y profesor de ciencias biológicas en la Universidad de Alberta, los mosasaurios reemplazaban sus dientes de manera continua a lo largo de su vida. Cada vez que un diente caía, quedaba un espacio en el que el siguiente diente crecía, anclándose firmemente en la mandíbula.

Otro detalle inusual es que dos dientes presentaban material adicional, conocido como “superposición medial”, en uno de sus lados. Este fenómeno no debería ocurrir en el desarrollo normal de los dientes de estos animales.

Evidencia Dientes 01

Los dientes en cuestión, que el equipo de Sharpe indica han sido unidas artificialmente a fragmentos óseos no relacionados

Mark Powers, otro de los coautores del estudio, señaló que este detalle es uno de los principales indicadores de que podría tratarse de una falsificación. Además, la mina de fosfato donde se encontró el fósil está ubicada en una región conocida por modificar restos para aumentar su valor monetario.

Para esclarecer la verdadera naturaleza del fósil, Sharpe y sus colegas han propuesto realizar una tomografía computarizada que permita analizar la estructura interna y confirmar si se trata de un espécimen auténtico o alterado.

Más preguntas que respuestas

Mientras redactaba su artículo, Sharpe fue contactado por Nick Longrich, paleontólogo de la Universidad de Bath y autor principal del estudio de 2021. Este intercambio de preguntas despertó nuevas sospechas en Sharpe sobre la autenticidad de los restos.

Dientes De Mosasaurio

Los dientes en cuestión que muestran un posible adhesivo que conecta las coronas dentales al maxilar

Como se trataba de un holotipo o espécimen tipo, los científicos no podían retener información solo porque otros investigadores no apoyaran su hipótesis. Por tanto, debían poner el espécimen a disposición para análisis adicionales.

Otros investigadores ajenos al estudio también han señalado inconsistencias que sugieren que el fósil es una implantación, no una formación natural. Según el sitio Live Science, la única manera de resolver estas dudas es mediante una tomografía computarizada que permita observar las diferencias de densidad en los materiales y distinguir si son originales o añadidos.

Cortesía de Xataka



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