
La Concha Acústica del parque Agua Azul recordó sus mejores glorias este sábado con el festival Hermoso Cariño, una jornada musical que reunió a distintas generaciones bajo el cielo tapatío. El recinto, testigo de memorables conciertos desde los años ochenta y noventas revivió su espíritu con una alineación que combinó lo mejor del rock alternativo, el rap y el reggae latinoamericano, encabezada por Siddhartha, quien coronó la noche con una presentación cargada de energía y emoción.
El músico tapatío salió al escenario poco después de las 22:30 horas, recibido con euforia por una Concha Acústica prácticamente llena. “Veníamos con muchas ganas de pasarla bien esta noche”, expresó el cantante al iniciar su show, entre gritos y aplausos de un público que no dejó de corear cada tema. El arranque con “A la distancia”, “Bacalar”, “Tarde” y “Buscándote” marcó un encuentro íntimo y poderoso con sus seguidores.
Visiblemente emocionado, Siddhartha compartió que atraviesa una nueva etapa creativa. “Nos tiene muy entusiasmados la nueva etapa musical en la que estamos. El próximo año sacamos nuevo disco y esta es la primera canción de este nuevo disco”, anunció antes de interpretar “Tú y yo y tú”, tema que anticipa su próximo material de estudio.
La jornada musical había comenzado desde temprano, con el sol todavía alto. A las 15:00 horas, Agley, originaria de Sonora, abrió el festival con un set íntimo que sirvió de bienvenida a los primeros asistentes, mientras el público comenzaba a poblar el recinto entre cervezas frías y antojitos de la variada oferta gastronómica disponible.
El ambiente cambió de ritmo con Ladrones, quienes a las 15:40 ofrecieron una potente mezcla de metal, rap y regional mexicano, un “flow pesado” que encendió los ánimos pese al calor de la tarde. Luego, Tino el Pingüino, uno de los MC más carismáticos de la Ciudad de México, mantuvo el impulso con su lírica introspectiva y su característico sentido del humor.
Hacia las 17:35 horas, Hello Seahorse! tomó el escenario frente a un público ya casi al tope de su capacidad. “¿Cómo están, Guadalajara?” gritó Denise Gutiérrez, desatando una ola de vítores. No obstante, la presentación enfrentó algunos contratiempos técnicos cuando el sonido falló dos veces. “Están de acuerdo que esto no es culpa de la banda”, reclamó la vocalista con serenidad, recibiendo el respaldo del público que aplaudió su temple. Tras los ajustes, la agrupación retomó el concierto con fuerza. Denise, enérgica, incluso descendió del escenario para cantar junto a los fans de la primera fila, a quienes alentó: “Venga, Guadalajara, son una de las ciudades más musicales del país”.
El turno de Gondwana llegó a las 18:45 horas, tiñendo el ambiente de reggae con su característico optimismo. “¿Cómo están, Guanatos? Qué gusto estar aquí”, dijo su vocalista, provocando una ola de entusiasmo. Entre el público se dejaron ver músicos como Caloncho y los integrantes de Porter, David Velasco y Fernando de la Huerta, quienes disfrutaron el show desde la zona general.
Con el atardecer cayendo, Charles Ans se apoderó del escenario a las 20:00 horas. El rapero sonorense fue recibido como en casa. “Guadalajara es mi casa desde hace más de 11 años”, dijo, emocionado, antes de lanzar temas como “Canela” y “Mis ojos no podían ver”. Durante un momento especial, pidió al público encender las luces de sus celulares: “Muchas veces una foto no alcanza a transmitir la energía que se vive, por eso les pido que me regalen un grito de 30 segundos”. Miles de voces respondieron al unísono, iluminando la noche con una constelación improvisada.
A las 21:15 horas, Porter se celebró estar en su ciudad natal. “Qué rico es estar en casa”, exclamó Velasco. El grupo interpretó “Pájaros”, “Rincón Yucateco” y “Cachito de Galaxia”, además de presentar “Seres Naturales”, parte de su próximo álbum “Rituales”, un proyecto que —según compartieron— explora temas como “lo humano, lo cotidiano, lo sagrado y la tecnología”, con un sonido más orgánico que remite a sus orígenes.
Pasadas las 22:30, llegó el esperado cierre con Siddhartha, quien selló la velada con un repertorio que recorrió su trayectoria y anticipó su futuro musical. El público, completamente entregado, convirtió cada canción en un coro multitudinario, mientras la Concha Acústica, una vez más, confirmaba su lugar como escenario emblemático de la música en Guadalajara.
Cortesía de El Informador
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