La ciencia no solo se construye con datos. También se compone de preguntas que parecen imposibles, de intuiciones que desafían la lógica y de emociones que resisten a rendirse. En el 20.º aniversario de los Premios a la Investigación Biomédica de la Fundación Banco Sabadell, dos referentes de la ciencia en España –el Dr. Xavier Trepat, físico convertido en biólogo de tejidos, y el Dr. Arkaitz Carracedo, experto en biología tumoral– nos recuerdan que investigar es, en el fondo, una forma de crear.
Ambos se han movido entre disciplinas, ciudades y roles: de estudiantes curiosos a líderes de grupos de investigación, de jóvenes becarios a mentores consolidados. Pero si algo comparten, es la certeza de que sin creatividad no hay avance posible.
Cuando la vocación científica se encuentra con la creatividad
Formado como físico e ingeniero, Xavier Trepat descubrió su interés por las ciencias de la vida justo al terminar su carrera. Su trayectoria lo llevó a fundar el grupo de Dinámica Integrativa de Células y Tejidos en el IBEC, donde aplica conceptos de mecánica y biofísica para entender cómo se comportan las células en entornos complejos como el cáncer. Su enfoque interdisciplinar le valió el Premio Fundación Banco Sabadell a la Investigación Biomédica en 2015.
Desde sus primeros pasos en la investigación biomédica en Madrid hasta su consolidación como líder en CIC bioGUNE, Arkaitz Carracedo ha centrado su carrera en entender por qué las células cancerosas se comportan de forma tan distinta a las sanas. Sus estudios comenzaron explorando los efectos del cannabis en el cáncer y derivaron en una pregunta mayor: ¿qué hace única a una célula tumoral? Fue galardonado con el Premio Fundación Banco Sabadell en 2019 y hoy lidera un equipo que combina ciencia básica y traslacional con un fuerte componente humano y formativo.
Una conversación creativa dentro de la serie ‘Conversaciones con Ciencia’
Este encuentro forma parte de la serie de entrevistas organizadas por la Fundación Banco Sabadell con motivo del 20.º aniversario de sus Premios a la Investigación Biomédica. Bajo el título “Cuando la ciencia es un arte: la creatividad en el laboratorio”, el Dr. Arkaitz Carracedo y el Dr. Xavier Trepat comparten su mirada sobre el papel de la intuición, el error y la sensibilidad en el proceso científico. Su diálogo se suma a otras entrevistas que celebran la investigación como un esfuerzo humano, interdisciplinar y profundamente transformador. Puedes ver la charla completa aquí:
Cuando la intuición guía la ciencia
“¿Cómo un físico acaba en biomedicina?”, le pregunta Carracedo a Trepat en el arranque del encuentro. La respuesta del investigador del IBEC refleja una trayectoria guiada por la curiosidad más que por el currículo:
“Las grandes preguntas de nuestra generación están en los sistemas vivos”.
Para Carracedo, el camino fue igual de singular: de estudiar los efectos del cannabis en células tumorales a explorar los mecanismos que permiten al cáncer resistir y adaptarse. En ambos casos, fue el azar de un buen maestro, una conversación reveladora o una línea de investigación inesperada lo que marcó un cambio de rumbo.
En ese giro constante está también el aprendizaje: que las ideas fallan, pero fallar no es perder. Dice Carracedo que
“La hipótesis equivocada no es un error. Es una puerta”.
Y Trepat lo completa: “Hoy un estudiante me mostró datos que contradicen lo que publicamos hace años. Eso es ciencia viva”.
El cáncer como problema científico… y humano
Hablar de cáncer, para estos investigadores, es también hablar de complejidad. “El tumor no es solo la célula maligna”, explica Trepat, “es un ecosistema físico, químico, biológico. Y a veces, son las células vecinas las que empujan al tumor a hacer metástasis”. Carracedo coincide:
“Nos hemos dado cuenta de que muchas veces mirábamos al tumor equivocado. No era la célula cancerosa la que marcaba la pauta, sino su entorno”.
Ambos defienden un abordaje interdisciplinar: integrar la biología con la física, la clínica con la teoría, lo individual con lo colectivo. Según Carracedo:
“Hay que ser humildes. El cáncer no es un enemigo simple. Pero sus dependencias son su punto débil. Nuestro reto es encontrar cómo acorralarlo”.
Arte, ciencia y liderazgo: el laboratorio como espacio creativo
Entre tubos de ensayo y microscopios, también hay lugar para la música y la pintura. Trepat toca el trombón; Carracedo pinta. Ambos encuentran en el arte un espejo de su labor investigadora. “La creatividad necesita un entorno sin miedo al error”, afirma Carracedo.
“Un laboratorio no puede ser solo eficiente; tiene que inspirar”.
Este impulso por crear se traduce en otra vocación: formar personas. Dice Trepat que:
“El legado no son solo los artículos. Es la gente que formaste y que ahora hace ciencia mejor que tú”.
Carracedo lo expresa como una ecuación: “Conocimiento y habilidades suman. La actitud multiplica”.
Apostar por el talento joven: una urgencia y una promesa
A lo largo de su conversación, ambos recuerdan el impacto que tuvo en sus trayectorias el recibir el Premio Fundación Banco Sabadell a la Investigación Biomédica. Pero también alertan: necesitamos un ecosistema que permita a más jóvenes investigadores despegar sin esperar a los 45. Según Trepat:
“La ciencia de excelencia en España es posible. Lo que falta es más crítica, inversión sostenida y confianza en las personas”.
Porque, al final, como ellos mismos concluyen, la ciencia que transforma no es solo la que publica. Es la que inspira. La que pregunta sin miedo. Y la que entiende que la creatividad no es un lujo en el laboratorio: es su motor esencial.
Cortesía de Muy Interesante
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