El liderazgo de Elon Musk en Tesla atraviesa su etapa más frágil. La presión para que el empresario se aleje de la compañía ha dejado de ser un rumor de pasillo y se ha convertido en una conversación directa con la junta directiva. Según infromación de Reuters personas cercanas al círculo ejecutivo de la empresa ya le han sugerido que ceda el control operativo y se mantenga solo como una figura simbólica. La propuesta no es nueva, pero hoy toma un peso inédito, con Tesla enfrentando caídas en ventas históricas.
Elon Musk, quien también dirige otras cinco compañías, ha centrado su atención reciente en asesorar políticamente a Donald Trump. Esta cercanía con el presidente de Estados Unidos ha generado incomodidad dentro de una empresa que construyó su imagen sobre valores progresistas y sostenibilidad. En Tesla, las decisiones estratégicas se han alejado del desarrollo de vehículos eléctricos y ahora giran más hacia los robotaxis, inteligencia artificial y humanoides. Varios ejecutivos ya abandonaron el barco. Incluso algunos intentaron alertar a la junta sobre el rumbo que Musk había tomado.
En este momento, Tesla no cuenta con un reemplazo interno viable, al menos según los grandes inversores. Gary Black, socio gerente de Future Fund, afirmó a Reuters que nadie dentro de la empresa posee la combinación de habilidades técnicas, visión estratégica y liderazgo que ha caracterizado a Musk. El problema, sin embargo, es más profundo. Elon no solo dirige Tesla, también es su rostro más visible, su principal accionista con un 13% de participación y el eje sobre el que gira el valor de sus acciones. Intentar reemplazarlo sin que la compañía colapse, explican expertos como Brian Mulberry de Zacks Investment Management, sería casi imposible.
En medio de este escenario, la junta directiva de Tesla salió a dar la cara. A través de un mensaje en X, aseguró que Elon Musk mantiene su total confianza. La presidenta de la junta, Robyn Denholm, negó que se haya considerado sustituirlo, aunque en el pasado, ella misma ha sido criticada por no poder controlar al CEO. Su elevado salario y cercanía con Musk han generado dudas sobre su independencia para tomar decisiones que protejan a los accionistas.
Nuevo Tesla Model Y.
El nuevo Model Y y el Tesla barato
En medio de esta tormenta interna, Tesla presentó una actualización de su modelo más exitoso: el nuevo Model Y. Aunque los cambios son sutiles, este SUV eléctrico sigue siendo la piedra angular en ventas globales de la marca. Pero lo que más expectativa genera es el anuncio de un vehículo completamente nuevo, más accesible y pensado para competir directamente con fabricantes chinos. Se trataría del modelo más barato en la historia de Tesla, una jugada clave para recuperar volumen, diversificar su gama y reconectar con el público que alguna vez vio en la marca una revolución asequible y no solo un lujo tecnológico.
Mientras tanto, el propio Musk parece estar cerrando su participación como figura clave en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una posición informal dentro del gabinete de Trump. En su despedida, agradeció a los funcionarios y bromeó sobre el trato que ha recibido. Aunque se espera que siga como asesor informal, todo apunta a que Musk planea volver a enfocarse en sus empresas.
La pregunta ya no es si Tesla puede sobrevivir sin Musk. La verdadera incógnita es si Elon está dispuesto a aceptar que hoy, su permanencia podría ser parte del problema.
Cortesía de Xataka
Dejanos un comentario: