La economía norteamericana se enfría bajo presión arancelaria

El crecimiento se debilita en Estados Unidos, Canadá y México mientras la revisión del T-MEC define el horizonte económico de 2026.

La maquinaria económica de América del Norte avanza con freno. Los aranceles cruzados entre Estados Unidos, Canadá y China frenan la producción, el empleo y la inversión. La inflación retrocede, pero los bancos centrales bajan tasas para evitar una recesión.

El reporte de otoño de perspectivas de Export Development Canada (EDC), la agencia de crédito a la exportación de Canadá, confirma que la región enfrenta el cierre de 2025 con más incertidumbre que impulso.

En conjunto, las tres economías avanzarán a un ritmo moderado, con una expansión promedio de 1.1% en 2025 y de 1.3% en 2026.

La revisión del T-MEC y la reciente parálisis del gobierno estadounidense aumentan la cautela empresarial. Aunque los costos inflacionarios se moderan, las compañías absorben los efectos de los aranceles con márgenes cada vez más estrechos.

Según la Asociación de Abogados Estadounidenses, los nuevos aranceles de Washington no alcanzan su propósito. Desde su aplicación, la inflación subió 2% en Canadá, 3% en Estados Unidos y 3.63 % en México, de acuerdo con las últimas cifras de cada país.

Mientras, el desempleo aumentó a 7.1 % en Canadá, 4.3 % en Estados Unidos y 2.97 % en México.

Aunque los ingresos arancelarios aportaron inicialmente 90,000 millones de dólares, se prevé que disminuyan conforme caen las importaciones.

Estados Unidos pierde dinamismo

La economía estadounidense avanza con menor tracción. EDC prevé que el PIB real crezca solo 1.7 % en 2025 y 2026, tras un rebote pospandémico de 3.6%. La incertidumbre por los cambios en política arancelaria y comercial limita las decisiones de inversión y consumo. Los nuevos empleos promedian 75,000 al mes, la mitad que el año anterior, y los salarios permanecen estancados.

El Banco de la Reserva Federal retomó en septiembre los recortes de tasas para sostener una demanda interna debilitada. Los altos precios de la vivienda, impulsados por los aranceles de 45% a la madera canadiense, encarecieron en unos 9,000 dólares el costo promedio de una vivienda nueva. La confianza empresarial se mantiene contenida a la espera de claridad sobre la revisión del T-MEC.

Canadá entre dos frentes

Canadá enfrenta el impacto simultáneo de Washington y Beijing. Estados Unidos mantiene tarifas sobre acero, aluminio, cobre, automóviles y autopartes, mientras China impone derechos antidumping de hasta 100% al aceite de canola y aranceles de 25 % al marisco y la carne de cerdo.

Es probable que Canadá entre en recesión este año, con un crecimiento del PIB proyectado de apenas el 0.9%, seguido de una modesta recuperación del 1 % en 2026.

Con la inflación bajo control, el Banco de Canadá prepara nuevos recortes de tasas. El dólar canadiense se estabiliza en 0.72 dólares estadounidenses, impulsado por el rechazo internacional a la política arancelaria de Washington.

EDC prevé una leve apreciación a 0.73 dólares hacia 2026. Sin embargo, el país enfrenta desafíos: bajo crecimiento demográfico, alta deuda de los hogares y limitada inversión productiva.

México sostiene el equilibrio

México se mantiene en pie en medio de la turbulencia. La economía evita la recesión con el apoyo del sector externo y un crecimiento estimado de 0.9 % en 2025 y 1.3 % en 2026, según EDC. Los bienes que cumplen con el T-MEC conservan libre acceso al mercado estadounidense, pero los autos, autopartes y productos fuera de regla pagan un arancel de 25%.

El impacto de los aranceles es directo. Honda trasladó la producción del Civic Hybrid a Indiana por los impuestos de 15% a los vehículos y 50% al acero y aluminio. Con más de 80% de las exportaciones mexicanas destinadas a Estados Unidos, conservar ese acceso resulta esencial.

Edgar González, asociado de Análisis Económico y Deuda Soberana de HR Ratings, advierte que 2026 podría marcar un punto de inflexión. Si la renovación del T-MEC es favorable, la inversión extranjera directa regresará al país, reactivará la manufactura y fortalecerá la recaudación tributaria.

Según González, menos de 20% de los productos mexicanos exportados a Estados Unidos enfrentó efectos por los nuevos aranceles. Y las exportaciones crecen 6% frente a 2024.

El presupuesto de 2026, sin embargo, mantiene limitaciones. El costo financiero de la deuda subió de 3% del PIB a casi 3.7% en tres años, lo que reduce el margen para infraestructura. HR Ratings considera que Hacienda mantiene equilibrio, aunque advierte riesgos si suben las tasas o se deprecia el peso. La deuda neta podría alcanzar 57.7% del PIB hacia 2030, todavía en un rango controlable.

El Banco de México continúa con recortes de tasas mientras el peso cede parte del terreno ganado. Se prevé una depreciación de 8% al cierre de 2025, con el tipo de cambio en 19.78 por dólar y una baja adicional de 5.4% en 2026.

En el plano político, la relación entre México y Estados Unidos se muestra más estable que la de Washington con Canadá o China. El diálogo permanente en materia comercial es visto como una señal de coordinación estratégica.

Si el tratado se renueva bajo condiciones favorables, México podría recuperar su dinamismo, reforzar su competitividad y consolidar la confianza que se pausó durante los meses más tensos del ciclo arancelario.

El informe de EDC concluye que América del Norte avanza entre tensiones políticas, presiones arancelarias y una inversión debilitada. Sin embargo, vislumbra espacio para una integración más profunda entre Canadá y México ante el repliegue estadounidense.

“Las economías norteamericanas deben mantenerse ágiles y bien informadas para enfrentar un entorno global complejo”, señala el estudio. Con tasas de interés a la baja y una demanda débil, la estabilidad regional dependerá de una sola decisión: reconstruir la confianza en el libre comercio.

Cortesía de Expansión



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