La edad media del coche eléctrico es de solo 3.5 años y aunque parezca algo malo, es todo lo contrario

Cambiar de coche suele marcar un antes y un después para cualquier conductor. Lo normal es que ese momento llegue tras muchos años de uso. Sin embargo, en el caso del coche eléctrico, esa espera es mucho más corta. Un estudio de S&P Global confirma que la edad media de estos vehículos es de apenas 3.5 años, una cifra muy por debajo de cualquier otro tipo de motorización y que, lejos de ser una mala señal, representa un indicio positivo para la seguridad, la modernización y la adopción tecnológica.

FERIA DE SAN FRANCISCO

La diferencia con los autos de combustión es abismal. En Estados Unidos, el parque vehicular de gasolina y diésel tiene una media de 12.6 años. Mientras tanto, los eléctricos no solo son más nuevos, sino que cada año esa edad media se reduce. En 2022 era de 3.7 años, en 2023 bajó a 3.6 y ahora roza los tres años y medio. Aunque la cuota de mercado de eléctricos en ese país apenas alcanza 3.2 millones de los 286 millones de vehículos registrados, el impacto en seguridad y eficiencia es innegable.

En Europa, la foto es distinta pero apunta en la misma dirección. Aunque la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) no separa los datos por tecnología, los países con mayor penetración de eléctricos son también los que muestran un parque vehicular más joven. Alemania, Francia, Bélgica o Suecia tienen promedios de poco más de diez años, mientras que España, Italia o Grecia, con cuotas muy bajas de eléctricos, superan los 13 e incluso 17 años de antigüedad. Esto refleja un patrón claro: donde se venden más eléctricos, los coches en circulación son más modernos.

El dato es relevante porque un parque vehicular más joven significa automóviles con más y mejores sistemas de seguridad. Desde 2024, cualquier coche nuevo en la Unión Europea debe incluir de serie tecnologías como cámara trasera, frenada automática de emergencia o alerta de cambio involuntario de carril. Esto garantiza que en teoría, en los países con más eléctricos, circulan más unidades con equipamiento capaz de prevenir accidentes y reducir la gravedad de los siniestros.

S&P Global también señala que el 6.6% de los eléctricos fabricados hace una década ya ha sido reciclado, frente al 5.5% de los vehículos de combustión. Esto se explica por la velocidad con la que evoluciona la tecnología, especialmente en autonomía y gestión de batería. Muchos modelos quedan desfasados en pocos años, lo que provoca su sustitución anticipada, algo que acelera la renovación de la flota.

Volkswagen Golf GTI MK4.

¿Es buena idea un auto eléctrico usado?

En el mercado de autos usados, este fenómeno también deja huella. Los eléctricos pierden valor más rápido que los de combustión, en parte por la mejora constante de prestaciones y por la incertidumbre de la vida útil de las baterías. Para empresas de renting o flotas corporativas, esto no supone un problema, ya que sus ciclos de renovación suelen ser de tres o cuatro años. Esta dinámica ha impulsado que países como Bélgica o Alemania, donde el coche de empresa tiene gran presencia, se conviertan en líderes en adopción de eléctricos.

El panorama que dibuja el estudio no es de preocupación, sino de oportunidad. Si la tendencia se mantiene, en pocos años el promedio de edad de los coches en países con alta penetración eléctrica podría caer drásticamente. Esto no solo elevaría el nivel de seguridad vial, sino que también favorecería la transición hacia tecnologías más limpias y eficientes. El coche eléctrico, por ahora, parece ser el catalizador que acelera el rejuvenecimiento del parque vehicular.

OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de Xataka



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