La Generación Beta, es decir, la que nació a partir de 2025, crecerá apartada de las pantallas. Esto significa que su infancia será muy distinta a la que actualmente vive la Generación Alfa (nacida entre 2010 y 2024), pero más cercana a cómo era en épocas previas a la era digital, como la década de 1950.
Y no es para menos: expertos consideran que, al reemplazar actividades esenciales, como el juego físico, la lectura o la interacción social directa, las pantallas afectan al desarrollo cognitivo y emocional en las primeras etapas de crecimiento. En guarderías y jardines de infancia se ha observado que los niños interactúan menos y tienen dificultades para participar en juegos que requieren imaginación y creatividad.
Francia va contra las pantallas
La preocupación acerca de cómo el uso excesivo de las pantallas afecta al desarrollo de las infancias ha llevado a varios gobiernos a tomar cartas en el asunto. Países como Francia han establecido políticas cada vez más estrictas respecto al límite de tiempo que pueden pasar en los celulares, tablets o televisores, entre otros.
En el país galo se ha planteado la idea de frenar el uso de pantallas en niños mediante un proyecto de ley impulsado por la ministra de salud, Catherine Vautrin. A través de esta legislación se busca prohibirlas para menores de tres años, tanto en casa como en la escuela. A su vez intenta fomentar un entorno más saludable para el desarrollo infantil.
Como informa, JeuxVideo, la Comisión de la Pantalla desaconseja el uso de estos dispositivos (o al menos un uso supervisado y limitado) en menores de hasta seis años, prohibir los celulares hasta los 11 años y los smartphones con internet hasta los 13 y nada de redes sociales antes de los 15 años. También aboga por fomentar las actividades que estimulen la imaginación y la interacción social en los más jóvenes.
El reto
Aplicar esta ley no será fácil. Vautrin aseguró que “no se trata de poner policías en los hogares“. La verdadera idea es concienciar a los padres y darles una respuesta clara al grave problema de la adicción a las pantallas. No obstante, en 2023 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos advirtió que prohibir tajantemente estos aparatos no es la mejor solución.
Lo que la OCDE señala que impedir tajantemente el acceso de los jóvenes a estos dispositivos les quita la oportunidad de aprender a usarlos de forma responsable. Además, en su informe PISA, la organización observó un incremento en los niveles de ansiedad de los estudiantes en las escuelas donde estos fueron prohibidos.
Imagen de portada | Pablo Kent en Flickr.
Cortesía de Xataka
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