La Generación Z es un dolor de cabeza para las empresas: el 95% admite que se relaja y evita tareas durante su jornada

A estas alturas ya no es una sorpresa que la forma en la que la Generación Z entiende la vida laboral es muy diferente a la que las generación de sus padres y abuelos. No obstante, aún llama la atención esta diferencia de percepciones cuando notamos lo que los jóvenes tienen que ofrecer a pesar de que, según investigaciones, el 95% de estos admitió ausentarse de sus empleos y tareas durante la jornada laboral.

De acuerdo con un estudio realizado por PapersOwl, una compañía que ofrece servicios de redacción, la gran mayoría de los encuestados reconoció incurrir en acciones como abandonar el trabajo antes de tiempo, usar propiedad de la empresa con fines personales no relacionados con el trabajo o dormir la siesta en horario laboral.

No es flojera: es una exigencia de cambio

La investigación enlistó un total de 15 formas de evasión en el trabajo. De entre todas, las que se cometían más comúnmente por los encuestados fueron salir temprano del trabajo (34%) y tomarse el día libre simulando estar enfermo (27%). Pero la lista no se detiene ahí, pues con porcentajes inferiores al 20% figuran prácticas como llegar tarde, usar inteligencia artificial para realizar tareas o la llamada “renuncia silenciosa”, es decir hacer lo mínimo.

Muchos de estos trucos incluso se comparten en redes sociales, pero ¿qué hay detrás de dichas prácticas? El motivo principal es la inconformidad de los jóvenes con las condiciones dentro de sus empresas. Según el estudio, estos comportamientos son una forma de resistencia ante la rigidez de empresas que valoran el tiempo por encima del resultado, la presencialidad sobre el bienestar emocional y la obediencia por encima del diálogo.

El 66% de los encuestados afirmó que, más allá de flojera o desinterés, sus acciones son un intento de tener mayor flexibilidad durante la jornada laboral. El 44% de los jóvenes confesó que prefiere trabajar en un sitio más cómodo, y el 32% reveló que necesita un entorno libre de distracciones. El 40% también confesó aparentar trabajar desde casa para tomarse unos días libres sin permiso: a esto se le conoce comovacaciones silenciosas“.

La solución no está en más control, sino en más escucha

El 50% de los jóvenes encuestados afirmó que, para motivarse a trabajar más duro y mejor, requieren de salarios más altos. También mencionaron la necesidad de un ambiente laboral más positivo y menor tóxico, gozar de mayor reconocimiento, equilibrio entre vida personal y laboral, que les permita ayudar a sus familias y desafíos que aumente el entusiasmo por su trabajo.

El estudio concluyó que, a pesar de lo que piensen sus jefes, la Generación Z no está desorientada. Lo que los jóvenes requieren son sistemas de comunicación abiertos, que ofrezcan flexibilidad y prioricen su salud mental. Según los investigadores, esto ayudaría mucho más que controles más estrictos, check-ins diarios o uso de herramientas de espionaje como la monitorización de pantallas.

Cortesía de Xataka



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