La Generación Z lo advirtió hace años y ahora una profesora lo confirma: “no hay motivos para creer que tendrán seguridad económica”

Los jóvenes de la Generación Z ya no tienen esperanza en el futuro. Han heredado un mundo en conflicto: genocidios, crisis climáticas… y para colmo un panorama económico muy poco alentador. Y es que, a diferencia de la generación de sus padres, la suya no puede siquiera aspirar a comprar casa propia o a tener empleos estables. Muchos tampoco se muestran entusiastas por formar una familia.

Tan solo en México, en 2024 la tasa de natalidad cayó un 8.5% con respecto a 2023. A esto hay que sumar que el 67% de los jóvenes menos de 24 años no cuentan con trabajos formales con prestaciones ni estabilidad, según datos de El Economista, lo que lleva a muchos a emigrar en busca de mejores oportunidades. Es decir, que a diferencia de la generación de sus padres, la Generación Z no gozará de seguridad económica, por más que trabaje.

Una generación vulnerable

Y esto no es solo un mal que aqueje a los jóvenes de nuestro país, sino un fenómeno preocupante a nivel global. Suzy Welch, profesora en la Universidad de Nueva York, lleva tiempo diciéndolo: la promesa de que trabajando duro se podrá tener dinero y una casa ya no está garantizada. Los estudiantes y los jóvenes trabajadores lo saben hace mucho, y eso los lleva ser más cautelosos, incluso escépticos, respecto al futuro.

Welch ya había hablado del tema hace unos meses: en un episodio del podcast Masters of Scale, la profesora señaló que el burnout que padecen tanto millennials como Gen Z no se debe tanto al esfuerzo que realizan en sus trabajos, sino a que no reciben las mismas recompensas profesionales que generaciones anteriores, a pesar de cumplir con jornadas similares.

Cree que los jóvenes están atentos a los nuevos desafíos y son más críticos respecto a la noción de “progreso. ¿Cuál es el significado del trabajo? ¿Qué sentido tiene esforzarse si eso implica destruir el planeta y jamás obtener garantías de estabilidad? Para la académica, aunque pueda parecer una generación apática, en realidad es más lúcida, aunque más vulnerable y triste.

Welch es consciente de que el mundo laboral ha cambiado. La idea de que una buena educación garantiza un buen trabajo con perspectivas de ascenso ya no funciona: las oleadas de despidos y el auge de la IA han creado un clima de tensión e incertidumbre entre los trabajadores jóvenes. Estos, además, deben enfrentarse al vertiginoso aumento en el costo de la vida, que les impide siquiera pensar en tener una casa propia.

Sadness

El cambio climático: otra preocupación de los jóvenes

Otra gran preocupación de la Generación Z es el cambio climático. Los estudiantes, dice Welch, están convencidos de que “algo sucederá en las próximas décadas” a causa de esto. Menciona que incluso algunos creen que “el mundo probablemente se acabará por la estupidez de las decisiones tomadas por las generaciones anteriores“.

Y es que el cambio climático y las crisis económicas no son excluyentes. Hace poco te contamos que, según un informe reciente de Oxfam, el 0.1% de los superricos en América Latina y el Caribe produce más de 250 veces la contaminación por carbono que el 50% más pobre en todo el año. El estudio incluso mencionaba cómo los multimillonarios influyen para que los Estados prioricen sus intereses por encima del bien común.

Burnout

Empatía, la clave para retener el talento

Welch cree que es necesario un cambio de perspectiva con respecto a la Generación Z por parte de sus empleadores. En lugar de verlos como perezosos e indiferentes hacia el trabajo, sugiere examinar el origen, la raíz de dicha actitud. La Generación Z, que recién se incorpora al mercado laboral conforma, junto con los millennials, será para el 2030 el 74% de la fuerza trabajadora mundial.

Por ello, dice Welch, es importante comprender sus desafíos, crear entornos y condiciones laborales que den sentido a sus esfuerzos, además de ofrecer trayectorias profesionales creíbles. Para Welch, es ahí donde se encuentra la clave para que las empresas puedan atraer y retener talento joven, entusiasta y cooperativo.

Cortesía de Xataka



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