La Generación Z es capaz de manejar casi cualquier gadget. Conocen cuáles son las tendencias en redes sociales. Algunos se encuentran abiertos a trabajar en oficios “pasados de moda”. Incluso hay quienes optan por crear su propia empresa. Pero no les pidas hacer un arroz sin seguir un tutorial en TikTok porque tal vez se vean en dificultades.
Ante su falta de habilidades en la vida diaria, los jóvenes veinteañeros han comenzado a asistir a cursos intensivos con el objetivo de aprender sobre quehaceres básicos del hogar. Ya sea lavar la ropa, calcular presupuestos para pagar la renta o hasta cambiar una llanta. Lo que algunos llaman “sentido común”, para ellos es “Adulting 101”.
Como cuentan en un artículo de The New York Post, la Universidad de Waterloo en Canadá puso en marcha un curso diseñado para que sus estudiantes adquieran capacidades para cuidar de sí mismos, a la par en que asumen nuevas responsabilidades en su paso por la adultez. Ya sea tener una relación sana o bien, no quemar la cocina.
En su página en línea, la “guía adulta” destaca tres habilidades que deben reforzar los universitarios: “priorizar su bienestar mental y físico”; “aprender nuevas responsabilidades”, como incluir una alimentación saludable y el mantenimiento del hogar; y “explorar el crecimiento personal”, que pone énfasis en las disposiciones del campus para el éxito.
Pero ¿realmente los necesitan? La respuesta se encuentra en Aldhen García, estudiante de la Universidad Metropolitana de Toronto, quien confesó a The Current que no tiene conocimiento sobre cómo realizar diversas actividades básicas aparte de cocinar. Además, tampoco maneja asuntos financieros como las tasas de interés, hipotecas o alquileres.
“No sé cambiar una llanta. No tengo auto. No sé coser. No sé hacer muchas cosas, aparte de cocinar. Creo que es fundamental que a los niños se les enseñen conocimientos financieros. Hay muchas cosas relacionadas con el dinero”.
Los datos respaldan el testimonio. Como recaba Daily Mail, un estudio realizado por la aplicación FindingTheOne descubrió que el 42% de los encuestados entre 18 y 28 años de edad no sabía preparar un huevo. Por otro lado, Gulf Oil destacó que esa misma generación desconoce cómo mantener en buen estado un auto: solo el 61% sabía cómo controlar el aceite del motor.
¿Qué dicen los expertos? Según explica la Profesora de psicología en la Universidad Estatal de San Diego, Jean Twenge, los jóvenes nacidos a partir de 1997 han crecido con menos oportunidades para prender ciertas habilidades. La razón detrás de ello es la sobreprotección de los padres y la limitación de los hijos a su libertad desde niños.
“Los enviamos a la edad adulta sin otras habilidades. Si no aprenden a tomar decisiones por sí mismos y a resolver problemas, eso puede ser un desafío. Los niños crecen siendo menos independientes. Tienen menos probabilidades de aprender a hacer cosas de adultos cuando están en la secundaria. Luego llegan a la universidad y siguen sin saber”.
Por su parte, el influencer estadounidense, Christian Hodges, apuntó en una entrevista para Fox Business que la llegada de las herramientas digitales han mermado la necesidad de volverse independientes. Básicamente, servicios de comida a domicilio como Uber Eats facilitan el acceso a una comida sin necesidad de cocinar.
“¿Por qué aprender a cocinar cuando hay un comedor en el campus o en cada esquina? Tienes una opción extra de comida cuando, con solo un dedo, puedes pedir por DoorDash. ¿Por qué aprender estas habilidades básicas cuando la comodidad es mucho más fácil que el esfuerzo?“.
Ahora bien, como describen en Comman Education, la falta de habilidades entre las nuevas generaciones se debe, en parte, a la evolución de las normas sociales. Si bien éstas han tenido sus beneficios, dejaron consecuencias imprevistas. Para la década de los 60, los universitarios sabían cocinar, limpiar y coser casi de manera automática. En 2025, apenas y saben lavar su ropa.
Cortesía de Xataka
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