La IA ha facilitado muchas cosas en la vida, hasta redactar un CV; el problema ahora es lograr que algún humano lo lea

Vivimos en una época en la que encontrar vacantes de empleo es sumamente sencillo. Plataformas como Indeed, CompuTrabajo, LinkedIn o Glassdoor publican constantemente millones de ofertas que los solicitantes pueden consultar. Sin embargo, eso no es lo mismo que conseguir un empleo. Esto último en realidad se ha convertido en una auténtica pesadilla en la que intervienen diversos factores, uno de ellos es la IA.

Si bien la inteligencia artificial puede ser una excelente herramienta a la hora de redactar y optimizar un CV o una carta de presentación, los reclutadores también usan esta tecnología para filtrar solicitudes y agilizar el proceso de contratación d personal. El resultado: millones de CV que nunca llegan a manos humanas y candidatos que ni siquiera reciben un “no” por parte de alguna de las centenares de vacantes a las que se postularon.

Una pesadilla del capitalismo tardío

Así se describía hace poco en un artículo de The Atlantic el proceso de búsqueda de empleo entre los estadounidenses. A pesar de que la tasa de desempleo en el país es del 4.3% y los salarios van en aumento, la tasa de contratación se encuentra en su nivel más bajo. Hoy las empresas contratan a tres trabajadores por cada 100 en plantilla, cuando hace cuatro años eran cuatro o cinco.

Al mismo tiempo, aunque las plataformas de empleo muestran un sinfín de vacantes, pero conseguir empleo es cada vez más difícil: los solicitantes envían miles de currículums elaborados con IA, y las empresas utilizan la IA para filtrarlos. El artículo compara esta dinámica con la de aplicaciones de citas como Bumble o Tinder: la gente desliza y otra vez, pero pocas veces (o nunca) consigue un match.

Empresas con exceso de filtros, candidatos sin oportunidades

Para los empleadores, el mercado laboral también se ha transformado. Cada puesto recibe cientos de solicitudes, muchas de ellas de candidatos cuyo perfil no encaja con la vacante. Para evitar saturación, los departamentos de recursos humanos han recurrido a la automatización: desde descripciones de puestos redactadas por IA hasta entrevistas preliminares con chatbots que graban y evalúan a los candidatos con algoritmos de reconocimiento de voz y tono.

Para los candidatos, eso significa enfrentarse no a una persona, sino a una máquina que decide si pasan o no a la siguiente etapa. La consecuencia es un círculo vicioso: al recibir silencio como respuesta, los aspirantes envían más y más solicitudes, muchas de ellas creadas con ayuda de ChatGPT. Las empresas, en reacción, refuerzan sus filtros automáticos. 

Frustracion

Un problema que se extiende

El uso de la IA en los procesos de reclutamiento no es algo que exclusivo de Estados Unidos. En 2023, una investigación de ManpowerGroup indicaba que el 22% de las empresas en el país ya dejaban la selección de personal en manos de la IA, y según datos más recientes citados por El Financiero, para 2024 este porcentaje aumentó al 55%.

Sin embargo, según el estudio, solo el 38% de los candidatos dijo sentirse cómodo con un proceso de reclutamiento llevado únicamente por Inteligencia artificial. El resto prefiere que haya un ser humano involucrado en la evaluación de los aspirantes cuando aplican a un nuevo empleo. No obstante, aquello parece cada vez menos frecuente.

Ante este panorama expertos como Priya Rathod, especialista en tendencias laborales de Indeed, recomiendan volver a lo básico: hacer networking, asistir a ferias laborales en persona o recuperar el contacto directo con reclutadores. Aunque útiles, estas estrategias difícilmente resuelven el problema de fondo: las empresas publican vacantes, pero no contratan y los procesos son cada vez más impersonales.

Cortesía de Xataka



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