En el mundo del arte, los descubrimientos inesperados tienen un atractivo especial. Las piezas olvidadas, atribuidas erróneamente o simplemente ignoradas, suelen reescribir la historia de grandes maestros. Esto es precisamente lo que ocurrió recientemente con una acuarela que, tras años de anonimato, fue identificada como una obra de J.M.W. Turner, el aclamado paisajista inglés del Romanticismo. Un simple envío online de una imagen borrosa a través del servicio digital de tasación de Christie’s cambió el destino de esta pintura, ahora estimada entre 300.000 y 500.000 dólares (460.000 euros al cambio), una cifra que podría incluso superarse en la subasta del próximo 4 de febrero en Nueva York.
El cuadro en cuestión, titulado The Approach to Venice o Venice from the Lagoon (La aproximación a Venecia o Venecia desde la laguna), y fechado en torno a 1840, es una representación atmosférica de la laguna veneciana que capta la inminencia de una tormenta. Su destino podría haber sido muy diferente si no hubiera caído en manos de los expertos de Christie’s, quienes, con un agudo ojo para los detalles, descubrieron que detrás del cristal envejecido y el tono verdoso que cubría la pintura, se escondía una auténtica joya de uno de los mayores maestros del paisaje en la historia del arte.
Un tesoro familiar con una historia inesperada
El recorrido de esta acuarela es tan fascinante como su reclasificación. Durante casi un siglo, la pintura formó parte de la colección privada de una familia inglesa, descendientes de Haddon C. Adams, un ingeniero británico radicado en los Estados Unidos que adquirió la obra alrededor de 1930. Curiosamente, durante esa época, el cuadro estaba correctamente catalogado como un Turner. Sin embargo, con el paso del tiempo, la obra fue erróneamente atribuida al polímata victoriano John Ruskin, un ferviente admirador y crítico de Turner.
Ruskin, célebre por su papel como defensor de Turner, alguna vez lo calificó como “el mayor pintor de todos los tiempos”. Esta conexión personal podría haber influido en la confusión posterior sobre la autoría de la obra, especialmente considerando el interés de Adams en coleccionar piezas relacionadas con Ruskin. No obstante, el error de atribución redujo considerablemente el valor estimado de la acuarela, una situación que cambiaría drásticamente gracias al reciente redescubrimiento.
Cuando la actual propietaria, descendiente directa de Adams, decidió someter el cuadro a una evaluación digital en Christie’s, probablemente no esperaba el resultado que estaba a punto de obtener. En un primer vistazo, la imagen enviada a través del servicio online de la casa de subastas era poco prometedora: una fotografía borrosa, tomada a través de un cristal envejecido. Sin embargo, los especialistas percibieron algo especial, y la obra fue enviada para un análisis más detallado.
La ciencia y el arte detrás de la reclasificación
El trabajo de los expertos en arte, especialmente cuando se trata de identificar obras maestras, combina una mezcla de intuición, experiencia y análisis científico. En el caso de esta acuarela, los elementos que inicialmente llamaron la atención de los especialistas fueron los característicos trazos de Turner, su economía de líneas y su inconfundible paleta de colores, especialmente los tonos atmosféricos que dan vida a la escena veneciana.
Pero los detalles visuales no fueron los únicos en confirmar la autoría. Un examen minucioso del papel empleado en la obra reveló que pertenecía al mismo tipo utilizado en muchas de las vistas de Venecia realizadas por Turner durante su última visita a la ciudad en 1840. Este hallazgo resultó crucial para corroborar su autenticidad, y los especialistas lograron situar la acuarela dentro del contexto del trabajo más maduro del artista.
El consenso definitivo llegó tras la revisión de un destacado historiador especializado en Turner, quien confirmó la autoría de la obra y destacó su relevancia dentro del corpus del artista. Turner, considerado uno de los maestros indiscutibles del paisaje, es conocido por su habilidad para capturar la luz y la atmósfera, y esta acuarela no es una excepción.
Un redescubrimiento que resalta la importancia del Romanticismo
El redescubrimiento de The Approach to Venice no solo representa un golpe de suerte para su propietaria, sino también un recordatorio del impacto duradero de Turner en la historia del arte. Como figura central del Romanticismo, Turner revolucionó el paisaje con su enfoque experimental y su capacidad para evocar emociones a través de la naturaleza. Su obra no solo influyó en generaciones de artistas posteriores, sino que también marcó un punto de inflexión en la representación del paisaje, llevándolo más allá del mero realismo hacia un ámbito más abstracto y emocional.
Este caso también pone de relieve el papel de las grandes casas de subastas como Christie’s en la identificación y conservación de piezas históricas. Si bien la mayoría de las obras que se presentan en los servicios digitales de tasación suelen ser de menor relevancia, este descubrimiento demuestra que incluso un envío casual puede revelar un tesoro inesperado.
Por último, la reclasificación de esta acuarela arroja luz sobre el impacto económico que puede tener un cambio en la autoría. Mientras que una obra atribuida a Ruskin podría haber alcanzado una cifra modesta en el mercado, la identificación como un Turner auténtico ha multiplicado su valor por diez, posicionándola como una de las piezas más esperadas en la próxima subasta de Christie’s.
El futuro de la obra: ¿alcanzará nuevas alturas?
A medida que se acerca la fecha de la subasta, la atención del mundo del arte está puesta en el destino de esta acuarela redescubierta. Aunque Christie’s ha establecido una estimación de entre 300.000 y 500.000 dólares, existe la posibilidad de que el entusiasmo por la pieza impulse su precio final aún más allá. No sería la primera vez que una obra de Turner supera las expectativas: en 2023, una de sus acuarelas, también considerada un redescubrimiento, duplicó su precio estimado al alcanzar más de un millón de dólares en una subasta.
Cualquiera que sea su destino, The Approach to Venice ya ha dejado su huella como uno de los descubrimientos más emocionantes de los últimos años. Este caso sirve como un recordatorio de que, en el arte, aún hay sorpresas ocultas esperando ser descubiertas, incluso tras un cristal teñido por el tiempo.
Referencias
Cortesía de Muy Interesante
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