La Joaqui no escatimó en gastos y tiró la casa por la ventana en el show más importante de su carrera

Hay una serie de cosas que uno no espera en un recital de La Joaqui: niños eufóricos acompañados por sus abuelos, la cantante como DJ y hasta un pedido de casamiento. Hay otras que sí: una moto en medio del escenario, una puesta en escena cargada de dinamismo y un estadio convertido en boliche al estilo Tropitango.

Joaquinha Lerena de la Riva hizo su primer Movistar Arena para unas 10 mil personas. “¡Pensé que no lo iba a llenar!”, confesó la artista que, si bien no había agotado las entradas, a medida que avanzaba la noche logró que las butacas se ocupen y casi no queden espacios vacíos.

El concepto fue claro: tirar la casa por la ventana. La referente del género urbano en Argentina definió la fecha como el show más importante de su carrera y con esa seriedad se lo tomó. No faltó nada: invitados especiales, nueva banda cumbiera, bailarines, juego de luces, pantalla y por sobre todas las cosas: la resolución de que el RKT puede llegar muy lejos.

“Estoy muy ilusionada por llevar a un lugar tan grande los sonidos más oscuros y profundos de los barrios de nuestro país”, así definió la artista el género que representa con orgullo. Incluso, lo llevó estampado en el pantalón blanco de su primer vestuario y lo mencionó reiteradas veces durante el recital.

Si bien las letras de La Joaqui suelen ser criticadas por su contenido sexual o el lenguaje burdo, durante la noche quedó demostrado que ella representa más que eso: la oportunidad de que los pibes de barrio puedan cambiar su vida a través de la música, sin importar los recursos.

Ese mensaje atrapa a los jóvenes que la siguen y también llega a los más chicos. Niños, niñas y adolescentes coparon el lugar. “Joaquinha es una persona hermosa por donde la mires. Un ejemplo de superación para mi“, reveló un fanático de 13 años que tenía a su abuela esperando en las afueras del estadio. Otros nonos sí entraron y desde el campo prestaban suma atención a lo que pasaba en escena.

El día anterior al show, la artista anunció por sus historias de Instagram que no iba a vender merchandising oficial para que los emprendedores puedan “hacer su changuita”. Y así fue: en la entrada ofrecían stickers, remeras, viseras, coronas luminosas, tatuajes temporales y maquillaje glitter que servían para completar outfits con botas, sombreros vaqueros y extensiones de pelo de colores.

Minutos antes de las 21:15 (horario en el que comenzó la presentación), sonaba en el estadio la transmisión que tenía a la periodista Sofi Carmona como host. Allí se escucharon canciones de otros referentes del RKT como L-Gante y pasaron fans enloquecidos por poder ver a su ídola: “La Joaqui me cambió la vida”.

El color bordó predominó en escena. Lo “chicloso” y la cereza definen la estética de la artista que ingresó al escenario en el asiento trasero de una moto, a lo “butakera”, para hacer sonar San Turrona acompaña de varios bailarines. No faltaron los fuegos, el humo ni las serpentinas.

La presentación se dividió en actos y La Joaqui cambió varias veces de vestuario. Un gran despliegue escénico dejó ver la preparación previa por la que pasó la artista. “Cuando tenés más de 30 años se hace difícil bailar y apretar el diafragma para afinar una nota. Porque la verdad venía bastante flojo”, bromeó entre tema y tema mientras paraba para tomar agua en un vaso con sorbete que también acompañaba los colores del show.

El chiste del cansancio fue recurrente. Es que si la cantante no estaba recorriendo la pasarela de lado a lado, estaba rodeada de bailarines haciendo una coreo o subida a una plataforma que la elevaba a gran altura. Pero eso no es todo lo que hizo: La Joaqui se dio el gusto de convertirse en DJ por unos minutos y pinchar sus propias canciones remixadas a la electrónica.

La primera gran sorpresa fue luego de Pa la guacha loca cuando la pantalla gigante que tapaba la parte trasera del escenario se levantó para revelar a la banda. Por primera vez, La Joaqui tocó en vivo con músicos de carne y hueso realizando las instrumentales. Entre otras cosas, se destacaron el bandoneón, los sintes, el teclado cumbiero y las coristas.

El RKT se fundió entre las congas, los timbales y los vientos. Los ritmos y las canciones de La Joaqui tenían otro color. Incluso, hubo un momento especial donde la banda quedó sola y realizó un medley con cumbias colombianas que hicieron bailar al estadio. Cerca del cierre, la artista confesó: “Es la primera vez que puedo costear una banda así“.

Cazzu fue la primera invitada que llegó para estrenar a los músicos en escena. Primero, hubo un abrazo interminable entre las artistas y luego interpretaron Glock por la pasarela. Más tarde, la artista salteña se mostró orgullosa de su amiga a través de redes sociales, donde capturó un momento de emoción de Luck Ra, el novio de Joaquinha.

No fue la única que la acompañó en escena. El siguiente invitado fue Callejero Fino para tocar Lati2 y bailar un poco de bachata. Después, se subieron Ian Lucas para interpretar Tik Tok Remix y Doble P para hacer sonar Terapia de choque, otro de los hits que movió el estadio.

La artista se mostró muy agradecida y en varias ocasiones predicó un mensaje de amor. A mitad del show, las miradas se desviaron a las pantallas cuando un fan del público agarró el micrófono para proponerle casamiento a su pareja.

“¡Dale vos podés, campéon!”, arengó Jaoquinha mientras él se arrodillaba con un anillo y afirmaba que su novia “nunca iba a entender cómo la amaba”. El público enloqueció con aplausos y gritos. “Como verán, mi RKT pone violentos a los jóvenes“, ironizó la artista luego de que ella aceptara.

Para ellos fue una noche soñada y para La Joaqui también. La representante del género urbano puso mucha energía y expectativas en el show, pero no dejó lugar para emocionarse hasta las lágrimas: “No llores porque voy a llorar yo también y si lo hago, se me cae el personaje de ruda“.

El final estuvo repleto de hits y coros que todo el mundo conoce como Muñecas, la colaboración con Tini, o Butakera, la canción que hizo con su amigo El Noba, quien falleció en un accidente de tránsito en 2022 y fue homenajeado en la pantalla.

Luego de dos horas y 33 temas, La Joaqui cerró una noche inolvidable para ella y sus seguidores. “Crecí sintiendo que nadie tenía tiempo para escucharme”, relató entre papeles y serpentinas rojas, mientras dejó claro su mensaje como referente del RKT en Argentina: gracias a ese género pudo cambiar su vida y la de sus hijas.