La Luna podría ser mucho más antigua de lo que se creía

Pues parece que la Luna podría ser mucho más antigua de lo que creíamos aunque, hasta ahora, nos haya despistado gracias a un evento geológico que podría haber “maquillado su edad” durante mucho tiempo. Según apunta un artículo publicado este miércoles en la revista científica ‘Nature’, nuestro único satélite natural podría haberse formado originalmente hace unos 4.510 millones de años y, posteriormente, unos 160 millones de años más tarde, podría haber experimentado una “refusión” que habría ‘rejuvenecido’ su superficie y durante muchos años nos habría hecho creer que el suelo lunar es mucho más joven de lo que realmente es. Este sorprendente hallazgo plantea nuevas preguntas sobre su origen y sobre los procesos que moldearon nuestro vecindario espacial durante sus albores.

Para entender la novedad de este estudio hay que remontarse a la teoría básica. Según las hipótesis más aceptadas hasta la fecha, la Luna nació a raíz de un evento violento y dramático en el que se produjo “una colisión” entre la Tierra primitiva y un protoplaneta del tamaño de Marte conocido como Theia. Este impacto titánico creó un océano de magma lunar que, al enfriarse y cristalizar, dio lugar a la corteza y el manto de nuestro satélite tal y como lo conocemos ahora. Hasta ahora, los análisis de las rocas lunares, traídas por las misiones Apolo, situaban este proceso en torno a los 4.350 millones de años atrás. Sin embargo, según explican los científicos que han liderado este trabajo, estas estimaciones no encajan del todo con otros indicios, como la cantidad de cráteres en la Luna o la antigüedad de ciertos minerales hallados en la polvorienta superficie lunar.

El gran misterio lunar

El estudio presentado este miércoles, liderado por el científico Francis Nimmo, de la Universidad de California Santa Cruz, sugiere que la “edad” que hasta ahora otorgábamos a la Luna no corresponde a la formación de este mundo sino a un evento posterior en el que se produjo una “refundición” de su superficie. Según los modelos desarrollados por los investigadores, hace unos 4.300 millones de años la Luna pudo experimentar un intenso calentamiento debido a interacciones gravitatorias con la Tierra, un fenómeno conocido como calentamiento por mareas, y esto podría haber derretido gran parte de la corteza lunar. Y todo ello habría dado lugar a las nuevas rocas que enmascararon la verdadera edad de la Luna. Algo así como un ‘lifting’ que habría otorgado a nuestro satélite un aspecto mucho más ‘joven’ de lo esperable.

Los datos proporcionados por este estudio también ayudan a resolver un misterio adicional: el sorprendente número reducido de cráteres de impacto antiguos en la superficie lunar. En este sentido, según argumentan los expertos, si la refundición borró buena parte de las huellas del bombardeo temprano, esto explicaría por qué las evidencias visibles no coinciden con lo que se esperaría en una Luna más antigua. Los científicos afirman que este proceso también podría ayudar a entender enigmas similares sobre la evolución de nuestro propio planeta, ya que los eventos que dieron origen a nuestro satélite están intrínsecamente relacionados con los fenómenos que aquí dieron lugar a los océanos o la atmósfera primitiva. En este sentido, pues, descubrir que la Luna es más antigua de lo que pensábamos podría significar que estos procesos comenzaron antes de lo estimado.

Cortesía de El Periodico



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