Según un reporte de El Universal, las playas de Progreso y Sisal en Yucatán ya no solo son visitadas para broncearse o relajarse, también se han convertido en pasarela de maquillaje. Influencers locales e incluso salones de belleza costeros impulsan rutinas completas para “verse bien bajo el sol”, con productos resistentes al agua y técnicas para soportar el clima tropical.
El fenómeno, que acumula miles de reproducciones en TikTok e Instagram, puede parecer inofensivo, pero especialistas advierten que esconde un impacto ambiental grave, pues los cosméticos playeros contienen químicos que contaminan el mar, blanquean corales y alteran la vida de peces y moluscos.
Parabenos, filtros químicos y microplásticos: la lista negra que llega al Golfo de México
Los maquillajes diseñados para durar “selfie tras selfie” tienen un costo ecológico alto. Según El Universal, bases y correctores suelen incorporar parabenos, conservadores que alteran el equilibrio hormonal de organismos marinos.
A eso se suman filtros solares químicos como la oxibenzona y el octinoxato, presentes en muchos cosméticos “waterproof”. Estos ingredientes han sido directamente vinculados con el blanqueamiento y la muerte de arrecifes de coral, ecosistemas cruciales para la biodiversidad del Golfo de México.
La situación se complica con las microperlas y microplásticos que se encuentran en exfoliantes, máscaras para pestañas y labiales brillantes. Estas partículas no se degradan y terminan en el sistema digestivo de peces y moluscos, afectando su desarrollo y, eventualmente, regresando a los humanos a través de la cadena alimenticia.
Lo que ya pasó en Hawái podría repetirse en México
El problema no es exclusivo de Yucatán. Según Smithsonian Magazine, Hawái prohibió desde 2021 los protectores solares con oxibenzona y octinoxato, luego de que estudios confirmaran que dañaban seriamente los arrecifes al ralentizar su crecimiento y acelerar el blanqueamiento.
Los investigadores advierten que incluso los protectores solares “respetuosos con los arrecifes” pueden tener efectos negativos, ya que otros ingredientes, como el óxido de zinc en nanopartículas, también han demostrado ser tóxicos para corales y algas.
En el Caribe, hasta un 60% de los arrecifes están blanqueados, y científicos estiman que cada año entre 6,000 y 14,000 toneladas de protector solar terminan en ecosistemas marinos.
Los impactos alcanzan a peces, moluscos y hasta delfines
El daño va más allá de los corales. Según National Ocean Service, los químicos de cosméticos y protectores solares pueden acumularse en peces y reducir su fertilidad y provocando la aparición de características femeninas en machos. En mejillones y erizos de mar, se han registrado deformaciones y daños en el sistema inmunológico y reproductivo. Incluso los delfines pueden transferir estos contaminantes a sus crías a través de la lactancia.
De acuerdo a la investigación publicada en National Library of Medicine, los filtros UV orgánicos como oxibenzona y octocrileno tienden a bioacumularse y biomagnificarse, es decir, se concentran en pequeños organismos marinos y luego pasan a depredadores más grandes, hasta llegar a humanos que consumen mariscos. Además del blanqueamiento de corales, se han identificado efectos endocrinos, neurológicos y de desarrollo en especies expuestas.
¿Qué se puede hacer? Opciones limitadas pero urgentes
Aunque el maquillaje playero parece imparable en redes sociales, las alternativas existen. El National Ocean Service recomienda priorizar el uso de ropa con protección UV y optar por productos sin químicos dañinos para la vida marina.

La mala noticia es que, como explica Smithsonian Magazine, las opciones verdaderamente seguras aún son escasas. Incluso los cosméticos que se promocionan como “ecológicos” no siempre cuentan con pruebas específicas en organismos marinos.
Por ahora, los científicos trabajan en soluciones como protectores solares naturales derivados de algas o microesferas biodegradables capaces de absorber químicos tóxicos en el agua.
Cortesía de Xataka
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