La monumental Aída de Verdi, con su historia de triángulo amoroso, inaugura la temporada lírica 2025 del Teatro Colón

El Teatro Colón abrirá su temporada lírica 2025 con una reposición de Aída, la monumental ópera de Giuseppe Verdi que, a lo largo de los años, se ha convertido en un emblema del teatro porteño.

Esta elección no es casual: además de ser una de las obras más representadas en la historia del Colón, inauguró la sala del teatro en 1908. La producción actual se enmarca en la conmemoración del centenario de la creación de los cuerpos estables del teatro, que serán protagonistas en cada función.

“Aida” en el Teatro Colón en 2018. Es la misma versión que se verá ahora. Foto: Prensa Teatro Colón/Arnaldo Colombaroli

La puesta en escena de Roberto Oswald, estrenada en 1989, será revivida por su colaborador de toda la vida, Aníbal Lápiz, quien tendrá a su cargo la régie. Esta producción, que se presentó con gran éxito en 1990, 1996 y 2018, incorporará elementos renovados para realzar la magnificencia de la partitura verdiana.

Una historia de amor, honor y traición

Estrenada en El Cairo el 24 de diciembre de 1871, Aída es una ópera en cuatro actos con libreto de Antonio Ghislanzoni. Su argumento se centra en el triángulo amoroso entre Aída, una princesa etíope esclavizada en Egipto; Radamés, el valeroso general egipcio; y Amneris, la hija del faraón que ama desesperadamente al guerrero.

“Aida” presenta un triángulo amoroso entre Aída, una princesa etíope esclavizada en Egipto; Radamés, el valeroso general egipcio; y Amneris, la hija del faraón. Foto: Prensa Teatro Colón/Máximo Parpagnoli

La trama se desarrolla en un contexto de guerra y conflicto de lealtades: Radamés es elegido para liderar el ejército egipcio contra Etiopía, mientras que Aída, desgarrada por el amor y el deber, se debate entre su pasión por él y la fidelidad a su pueblo y a su padre, Amonasro, rey de Etiopía.

Uno de los grandes aciertos de Verdi en Aída es la conjunción de lo épico con lo íntimo. Mientras que el segundo acto despliega toda la espectacularidad de la Gran Marcha Triunfal -con su fastuosa orquestación y la imponente presencia del ballet y el coro-, el desarrollo posterior de la obra se adentra en una profunda exploración psicológica de los personajes.

En el tercer acto, la emotiva escena a orillas del Nilo muestra a una Aída dividida entre el amor y la traición, mientras que el cuarto acto reduce la acción a su mínima expresión, con un desenlace conmovedor en el que la protagonista y Radamés comparten su destino final.

Un hito en la historia del Colón

La relación de Aída con el Teatro Colón tiene raíces profundas. La ópera fue elegida para inaugurar el actual edificio del teatro el 25 de mayo de 1908, en una producción a cargo de la Gran Compañía Lírica del maestro Luigi Mancinelli. Aquel estreno marcó el inicio de una tradición operística que, con los años, consolidaría al Colón como una de las principales casas líricas del mundo.

“Astro”, un clásico que no pierde vigencia. La obra de Verdi sube con la puesta en escena de Roberto Oswald.

Desde entonces, Aída ha tenido múltiples reposiciones en el teatro porteño, destacándose producciones de gran envergadura en 1990, 1996 y 2018.

Un Verdi en la plenitud de su arte

Cuando Verdi compuso Aída, en 1871, ya había escrito 24 óperas y estaba cerca de cumplir 60 años. En esta partitura, el compositor italiano consolidó un estilo en el que la caracterización psicológica de los personajes alcanza una profundidad inédita.

El tenor francés Roberto Alagna y la mezzosoprano húngara Ildiko Komlosi en la versión 2006 de El tenor francés Roberto Alagna y la mezzosoprano húngara Ildiko Komlosi en la versión 2006 de “Aida” con producción de Franco Zeffirelli. Foto: AP

Si bien la ópera es célebre por sus momentos de gran espectacularidad -como la mencionada Marcha Triunfal-, es en los momentos de mayor intimidad donde Verdi demuestra su maestría.

El compositor no asistió al estreno en El Cairo, pues la guerra franco-prusiana había demorado el envío de los decorados y vestuarios diseñados en París. Cuando finalmente la ópera vio la luz, el público presente era mayoritariamente de la élite egipcia.

El éxito fue inmediato y, apenas unos meses después, Aída se presentó en La Scala de Milán, iniciando un recorrido triunfal que la llevaría a convertirse en una de las obras más representadas de la historia de la ópera.

Con su monumentalidad escénica y su refinada exploración emocional, Aída sigue siendo una obra fundamental del repertorio operístico.

Ficha

Aida. Ópera en cuatro actos de Giuseppe Verdi con libreto de Antonio Ghislanzoni. Reposición Teatro Colón

Concepción escénica y escenografía: Roberto Oswald.

Dirección de escena y diseño de vestuario: Aníbal Lápiz.

Dirección musical: Stefano Ranzani / Marcelo Ayub.

Reposición escenográfica: Christian Prego.

Iluminación: Rubén Conde.

Coreografía: Lidia Segni.

Cuerpos Estables del Teatro Colón: Coro (Dirección: Miguel Martínez). Ballet (Dirección: Julio Bocca) y Orquesta Estable.

Reparto principal: Carmen Giannattasio (Aida), Daniela Barcellona (Amneris), Martin Mühle (Radamés), Youngjun Park (Amonasro), Simon Lim (Ramfis), Fernando Radó (El Rey de Egipto), Marina Silva (Sacerdotisa), Diego Bento (Mensajero) y elencos.

Funciones: 9, 11, 12, 13, 14, 16, 18, 19, 20, 21, 22 de marzo.

Lugar Teatro Colón.

Cortesía de Clarín



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