La pelea entre Donald Trump y Elon Musk quedó al rojo vivo

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este viernes en una entrevista que Elon Musk “perdió la cabeza” y que por el momento no está interesado en volver entablar un diálogo con él, después de que estallara la disputa pública entre ambos magnates. Un funcionario del gobierno dijo a la prensa local que el mandatario estaría considerando vender o incluso regalar el auto eléctrico Tesla que compró durante el evento que organizó en la Casa Blanca en marzo para apoyar a la empresa de autos eléctricos del sudafricano en medio de ataques a concesionarios, junto a caídas en los ingresos y la bolsa. Musk es propietario de Tesla, la red social X, la empresa satelital Starlink y la aeroespacial SpaceX, entre otras. 

El ultraderechista Steve Bannon, asesor de Trump durante su primer mandato (2017-2021), redobló la apuesta y pidió deportar a Musk –de nacionalidad sudafricana, canadiense y estadounidense– y confiscar su empresa SpaceX. “Deberían iniciar una investigación formal sobre su estatus migratorio, porque creo firmemente que es un migrante irregular y que debería ser deportado del país de inmediato”, indicó en declaraciones recogidas por los medios estadounidenses.

El origen del pleito

El desencadenante de la pelea de magnates fue la decepción expresada por Trump sobre las críticas recibidas por parte de Musk a su plan fiscal y presupuestario, que ha sido aprobado ya por la Cámara Baja y está en tramitación en el Senado, donde los republicanos también tienen el control. “Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si seguirá así. Me sorprendió. (…) Estoy muy decepcionado porque Elon sabía los pormenores del proyecto de ley mejor que nadie”, dijo Trump ante la prensa.

Musk había calificado esta semana de “abominación repugnante” dicho plan, que según la Oficina Presupuestaria del Congreso estadounidense, una entidad no partidista, sumará a la deuda en la próxima década 2,4 billones de dólares.

Antes de que Trump terminara su comparecencia, Musk recurrió a la red social X para dar su versión de los hechos. Ahí desmintió que estuviera al tanto del contenido de esa propuesta en su tiempo al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), puesto que dejó la semana pasada, y criticó de hecho que ese plan fuera aprobado en plena noche, “tan rápido que casi nadie en el Congreso pudo siquiera leerlo”.

Los contratos de SpaceX

La escalada de su cruzada verbal pasó después a sus respectivas redes, X y Truth Social, donde a lo largo del día uno y otro se fueron contestando y elevando el tono. “La manera más fácil de ahorrar miles de millones de dólares en nuestro presupuesto es cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Elon. ¡Siempre me sorprendió que (Joe) Biden no lo hiciera!”, señaló Trump en referencia a su antecesor demócrata (2021-2025).

SpaceX es la empresa controlada por Musk con los contratos más jugosos con el Gobierno: en abril obtuvo uno por valor de 5.900 millones de dólares con la Fuerza Espacial para el lanzamiento de satélites y misiones durante los próximos cinco años y en 2021 la NASA le adjudicó otro de 2.890 millones para desarrollar la nave lunar Starship HLS y realizar dos vuelos.

Musk se adelantó a la amenaza del líder republicano y anunció su decisión de desmantelar su aeronave Dragon, de la que Estados Unidos depende para transportar personal y objetos hacia la Estación Espacial Internacional (EEI). También acusó de ingrato a Trump y consideró que sin su apoyo este habría perdido las elecciones de 2024, para cuya campaña aportó unos 250 millones.

El magnate aseguró que la intención de eliminar el crédito fiscal para autos eléctricos no es la razón por la que decidió dejar la Casa Blanca. Pero de nuevo de forma pública, Trump ofreció otra versión de los hechos. “Elon se estaba desgastando, le pedí que se fuera, le quité su Mandato de Vehículos Eléctricos que obligaba a todos a comprar autos eléctricos que nadie más quería (¡eso que él sabía desde hacía meses que iba a hacer!) ¡y simplemente se volvió loco!”, dijo.

Después de la ruptura pública entre Musk y Trump las acciones de Tesla cerraron el jueves 5 de junio con una pérdida de 14,27%, borrando de golpe cerca de 150.000 millones de dólares de valor de mercado. En lo que va del año, la compañía se desplomó cerca de un 30%, en parte, por el boicot a sus empresas, como represalia por la función del sudafricano en el Departamento de Eficiencia (DOGE).

El choque de egos llevó a Musk a preguntar en una encuesta si ha llegado el momento de crear un nuevo partido político, una propuesta que sus seguidores apoyaron de forma mayoritaria, y también respaldó con un “sí” el mensaje donde un internauta apostaba por que esta pelea la iba a ganar Musk y consideraba que Trump debía ser destituido y reemplazado por el vicepresidente, JD Vance. El dueño de X recrudeció su ofensiva al afirmar que la razón por la que el Ejecutivo no ha difundido aún los archivos de Jeffrey Epstein –quien se suicidó en agosto de 2019 en una cárcel de Nueva York semanas después de ser arrestado por cargos de tráfico sexual– es porque Trump figura en ellos.

Hasta ahora había transcurrido sin incidentes la relación entre Trump y Musk. En la despedida oficial al frente de DOGE la semana pasada, hubo intercambio de halagos y el magnate sudafricano señaló que seguiría siendo amigo del presidente y asesorándolo. El reciente giro de acontecimientos muestra que las cosas ya no serán igual.

Cortesía de Página 12



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