
La gran autora Rosa Montero, en una columna para el diario El País titulada “La luz del bar”, habla de un prestigioso bar/antro de lujo que de noche es espectacular, pero que, de día, después de la fiesta y al encender las luces, parece un muladar que huele apestoso, que está sucio y que no se parece en nada a la fiesta que impone la noche y la fantasía del divertimento y el exceso. Ninguna de las personas que hemos ido a un antro de noche querríamos verlo de día, después de unas horas de diversión. Deseaba con ansias encontrar la metáfora perfecta para describir lo que pasa hoy en el Gobierno federal, y le doy gracias a Gabriela Warkentin y Mario Campos por habérmela recordado en su programa de radio.
No encuentro metáfora más atinada para describir qué es lo que pasa en la 4T y el proceso de construcción de su llamado segundo piso. Si bien la Presidenta Sheinbaum asumió el costo de presentar un primer informe de Gobierno que más bien parecía el séptimo del pasado sexenio, parece que ha sido muy estratégica al seguir cobijando un proyecto de nación, pero no tolerar los actos de corrupción que, en adelante, serán costo de ella. La Presidenta ha sido paciente, cautelosa y estratégica para que cada quien se revuelque en su propio lodo y, al mismo tiempo, mantenerse al margen simulando ampliar su manto protector y de tolerancia con el fin de que cada persona militante de Morena se haga cargo de su propio desorden, de las luces y la asquerosa realidad de sus noches de antro de corrupción.
Quizá la Presidenta de la República busca que las mafias y la suciedad de Morena se ahoguen y mueran solas, y lo único que hizo fue encenderle la luz a ese antro de lujo que funcionaba muy bien de noche, pero que, en esas noches de excesos, cometió profundos e ilegítimos errores. La Presidenta eligió encender la luz para mostrarnos el antro de la 4T de día y que cada quien se haga responsable de sus consecuencias y sus ridículas justificaciones.
Nos ha mostrado qué pasa en Sinaloa y cómo sí es posible casi desmantelar uno de los cárteles más ancestrales y poderosos de este país, y si bien al gobernador Rocha Moya le apoya desde el aparato institucional del Estado mediante estrategias de seguridad, ha decidido cobrarle ese costo para que él se haga cargo de su propia suciedad, quizá no en el presente inmediato, pero sí en un futuro próximo. Encendió las luces del antro de Sinaloa para mostrarnos cómo es la vida cotidiana en ese Estado y quién y cómo es la persona que gobierna Sinaloa y que solía sentarse a dialogar con “El Mayo” Zambada para negociar la gobernabilidad.
Mientras nos muestra a la pandilla de Los Ardillos que se expandió al cobijo de la protección institucional, así como al narco jefe de seguridad de Tabasco cuando Adán Augusto era gobernador, decidió encender la luz del antro de inseguridad de ese Estado y hacer que el ex secretario de Gobernación y hoy senador se haga cargo de su propia realidad y de sus decisiones tomadas en el pasado, junto con sus camarillas de senadores que buscan ilegítimamente obtener candidaturas anticipadas mediante diferentes estrategias de corrupción. Qué decir de la gran acción contra el huachicoleo fiscal que se llevó a cabo y que expuso y, al mismo tiempo, cobijó a la Secretaría de Marina del Estado, una institución que pensábamos era incorruptible.
Insisto, hay quienes piensan que Sheinbaum solo protege y es condescendiente con la suciedad actual del partido del cual emanó. Yo creo lo contrario: creo que ha decidido mostrarnos la pudredumbre para sentar las bases de su año dos, que en realidad será su primer año de Gobierno y de sus propias responsabilidades. Sheinbaum sabe que solo tiene un Gobierno de cuatro años y ha decidido enfrentarlo estratégicamente. La Presidenta no ha dado “manotazos sobre la mesa” como lo harían las lógicas machistas y patriarcales. Ha decidido encender la luz del antro de lujo y mostrarnos su realidad degradante y corrupta.
Creo que la Presidenta tiene formas diferentes, decidió encender la luz del antro y me atrevo a pensar que, a partir de octubre, podremos comenzar a ver cómo es el primer año de Claudia Sheinbaum. Las luces del antro de la 4T se han encendido, y hoy todos podemos ver sus excesos, sus lujos y su corrupción. En mis anhelos feministas por definir el poder desde la lógica de las mujeres, quiero pensar e imaginar que las mujeres solo encendemos la luz que hace visible el poder patriarcal para que ellos administren y asuman sus propias consecuencias.
Cortesía de El Informador
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