La recuperación de impuestos ante la defunción

Desde el punto de vista tributario, ante un evento de esta naturaleza, lo primero a verificar, es la situación fiscal que guardaba el contribuyente ante SAT para de ahí conocer los pasos a seguir en la materia.

Una vez validada la situación fiscal del contribuyente que ha fallecido, existen dos pasos a efectuar: 1) Cancelar el RFC por defunción o 2) Dar aviso de apertura de sucesión, ambos con un grado de complejidad diferente y con premisas distintas.

Al analizar los referidos pasos, se comprenderá que estos son mutuamente excluyentes del otro, ya que si se ejecuta uno el otro no.

Cancelar el RFC por defunción sólo se dará si un contribuyente, no se encuentra obligado a presentar la declaración anual, se encontraba en suspensión de actividades, no contaba con obligaciones fiscales o si únicamente recibía ingresos por concepto de intereses o dividendos.

Por tanto, el lector podrá comprender que no hay forma de generar saldos a favor de impuestos, toda vez que no existía relación jurídico-tributaria (en la suspensión de actividades o sin obligaciones) o porque el pago del impuesto es considerado como un pago definitivo (cuando no se está obligado a presentar declaración anual o se tienen ingresos por intereses o dividendos).

¿En donde sí se puede generar un saldo a favor?

Considerando que se ha excluido a los contribuyentes que al fallecer no tenían obligaciones fiscales o estas se encontraban suspendidas y a los contribuyentes que pagaban impuestos mediante pagos definitivos, podremos comprender que la premisa para generar y potencialmente recuperar un saldo a favor post mortem es que la relación jurídica-tributaria de alguna forma se mantenga.

¿Pero cómo será esto posible?

En caso de que existiera algún saldo a favor el procedimiento de recuperación implica que el contribuyente tenga cierta interacción con el SAT, situación que ya no podría acontecer por obvias razones.

En virtud de lo anterior, para poder mantener la relación jurídico-tributaria, es necesario que se actualice la situación fiscal en el RFC de una persona física que falleció, a través de su albacea.

Para poder dar el paso a que me refiero en el párrafo anterior, a nivel jurídico, se tiene que efectuar el trámite de la sucesión correspondiente, ya que el SAT como parte de los requisitos para actualizar la situación fiscal, requiere esta documentación.

La actualización ante el SAT se deberá efectuar dentro del mes siguiente a que la albacea acepte su cargo en la sucesión. Por lo que es altamente recomendable que el proceso de sucesión también sea acompañado por un experto en la materia fiscal.

Pasos a seguir:

La ficha 80/CCF Aviso de apertura de sucesión, establece la forma en que se debe llevar a cabo la actualización por sucesión, destacando lo siguiente:

  • Obtención de una cita
  • Llenado del formato oficial RX
  • Contar con acta de defunción
  • Contar con documento de aceptación del cargo de albacea
  • Identificación oficial de la albacea

Reactivación:

Al actualizar la situación fiscal del contribuyente (vía la sucesión) y ya entrando en la determinación de los impuestos, el “nuevo” contribuyente tendrá primero que determinar sus impuestos; y en caso de tener un saldo a favor, solicitarlo en devolución mediante la mecánica correspondiente.


Suscríbete a El Fiscoanalista (novedades y jurisprudencias en materia fiscal y laboral) y a nuestro canal de YouTube.


Cortesía de El Contribuyente



Dejanos un comentario: