
Mientras el mundo debate si la inteligencia artificial nos quitará empleos, una revolución más sutil está ocurriendo en oficinas, fábricas y centros de atención: la llegada de la IA agéntica. A diferencia de los chatbots conocidos, estos sistemas no solo responden preguntas; toman decisiones, ejecutan tareas complejas y aprenden sin supervisión humana constante.
¿Qué es exactamente un agente de IA? Imagina un asistente digital que no solo entiende lo que necesita, sino que actúa por sí mismo para conseguirlo. A diferencia de Siri o Alexa que requieren comandos específicos, un agente puede recibir una meta general como “optimiza nuestro inventario” y automáticamente analizar datos, identificar problemas y ejecutar acciones sin supervisión.
Los números son contundentes. Un 78% de organizaciones planean implementar nuevos agentes muy pronto, mientras que se proyecta que para 2028, la IA agéntica automatizará 15% de las decisiones laborales diarias, comparado con 0% en 2024. Esta no es tendencia futura; es realidad presente transformando sectores completos.
La diferencia fundamental entre la IA generativa vista hasta ahora y la agéntica radica en su capacidad de acción. Mientras ChatGPT requiere instrucciones constantes, un agente puede recibir un objetivo general, descomponerlo en subtareas, ejecutarlas secuencialmente y adaptarse ante obstáculos.
Consideremos casos reales en operación. Dow procesa más de 100,000 facturas de envío anuales y construyó un agente autónomo que escanea inexactitudes de facturación automáticamente. La empresa espera ahorrar millones solo por mayor precisión en tarifas logísticas. Fujitsu incrementó productividad de equipos de ventas en 67% con agentes de automatización. Grupo Bimbo creó 7,000 aplicaciones, 18,000 procesos y 650 agentes para reducir trabajo rutinario.
En el sector financiero, instituciones reportan aumento del 38% en rentabilidad proyectado para 2035 por integración de agentes. En manufactura, el mantenimiento predictivo redujo tiempo de inactividad en 40%. En salud, 90% de hospitales mundialmente adoptarán agentes para 2025, automatizando 89% de tareas de documentación clínica.
Los datos sobre retorno de inversión son reveladores. 62% de empresas anticipan un retorno del 100% o mayor de implementaciones de agentes. Trabajadores reportan ser 33% más productivos usando IA generativa, traduciendo en aumento de productividad agregada del 1.1%.
Sin embargo, Gartner predice que 40% de los proyectos de IA agéntica serán cancelados para 2027, debido a costos escalados o valor comercial poco claro. Esto subraya la importancia de implementaciones estratégicas.
La narrativa de que la IA eliminará empleos es simplista. 50% de ejecutivos consideran mantener la plantilla pero usar IA como trabajo digital complementario. Globalmente, 83 millones de empleos podrían perderse entre 2023-2028, pero también generarse 69 millones de nuevos empleos.
Solo 1% de empresas considera sus estrategias de IA generativa maduras, mientras 80% reportan no tener impacto material en ganancias de iniciativas actuales. La IA agéntica ofrece salida a esta paradoja.
No se trata de si transformará el trabajo, sino qué tan rápido las organizaciones mexicanas se adaptarán. Las empresas que actúen ahora redefinirán cómo piensan, deciden y ejecutan. El tiempo de exploración termina. El tiempo de transformación es ahora.
Cortesía de El Economista
Dejanos un comentario: