Las repercusiones por las acusaciones de los Estados Unidos contra las instituciones financieras mexicanas por lavado de dinero del crimen organizado continúan. En momentos en los que la relación bilateral con la Casa Blanca atraviesa momentos de incertidumbre, Claudia Sheinbaum decidió no participar de la Cumbre de los BRICS de la próxima semana. Al mismo tiempo, como adelantó LPO, la jefa de Estado alista la visita de Edgar Amador a los Estados Unidos para rebajar las tensiones.
Como relató esta redacción, el secretario de Hacienda alista un viaje a Washington con el objetivo de rebajar las tensiones que surgieron en la relación bilateral con los Estados Unidos y, al mismo tiempo, al interior de la 4T, donde se profundizan las desconfianzas de los sectores más duros de Morena contra Amador. En este contexto, Sheinbaum optó por cancelar su participación en los BRICS -un foro que la Casa Blanca observa con recelo- y enviar a su secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente.
En este contexto, este miércoles De la Fuente mantuvo una conversación telefónica con su par norteamericano, Marco Rubio, con quien acordó que “un grupo de trabajo se reunirá próximamente en Washington para dar seguimiento a los temas de seguridad, migración y comercio”. De esa comitiva podría ser parte Edgar Amador con el objetivo de destrabar el conflicto generado contra las instituciones bancarias. “México y Estados Unidos desarrollan su relación bilateral con base en la coordinación y la cooperación, bajo el principio inquebrantable del respeto irrestricto a la soberanía”, manifestó la Cancillería.
Asimismo, también aparecen las tensiones que todavía persisten por el conflicto armado que Estados Unidos protagonizó, en coordinación con Israel, contra Irán. Desde el año pasado, el país persa es parte de los BRICS, un organismo que la Casa Blanca siempre observó con recelo ante el protagonismo que tienen China y Rusia. A ello se suma, ahora, la participación de Teherán, rival directo de la nueva administración de Donald Trump, quien decidió bombardearlo sin demasiados cuestionamientos.
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A raíz de esto, el oficialismo busca acercar posiciones con la Casa Blanca y rebajar las demostraciones de afinidad con actores internacionales reacios para Washington. Por ejemplo, esta semana la ministra de Turismo, Josefina Rodríguez Zamora, recibió a su par de Cuba, Juan Carlos García Granda, en un encuentro que no trascendió demasiado alto ni en la política local ni en los medios de comunicación.
De esta manera, el gobierno nacional busca mostrar distancia de los países enfrentados con la Casa Blanca. Además, Washington promueve otra línea para agrandar su zona de influencia: ni Rusia ni China hicieron grandes movimientos para defender a Irán de los bombardeos de Israel y los Estados Unidos, es decir, no serían aliados confiables a la hora de una crisis internacional. En este contexto, Sheinbaum permanecerá en el Palacio Nacional a la espera de los resultados que pueda obtener Amador en su próximo viaje.
Cortesía de La Política Online
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