La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo el jueves que la UE había recibido un “nuevo documento estadounidense” para proseguir las negociaciones sobre los aranceles, pero no reveló detalles de las exigencias de Washington.
“Todas las opciones siguen sobre la mesa”, dijo a los periodistas tras una cumbre de la UE en Bruselas.
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“Lo estamos evaluando”, dijo Von der Leyen sobre la propuesta estadounidense. “Nuestro mensaje hoy es claro. Estamos preparados para un acuerdo. Al mismo tiempo, nos estamos preparando para la posibilidad de que no se alcance un acuerdo satisfactorio.”
Dijo que la UE defendería “el interés europeo cuando sea necesario”.
La oficina del representante de Comercio de Estados Unidos no respondió inmediatamente a una petición de comentarios sobre la última propuesta estadounidense.
Estados Unidos y la UE han celebrado varias sesiones de negociación en las últimas semanas, pero la atención del Gobierno de Trump se ha desplazado al conflicto sobre el programa nuclear de Irán y a mantener en marcha la tregua comercial con China.
La fecha límite del 9 de julio fijada por el presidente estadounidense, Donald Trump, para que la UE y otros países alcancen un acuerdo de reducción arancelaria con Estados Unidos cada vez está más cerca. De entrar en vigor los aranceles “recíprocos” de Trump anunciados en abril, el derecho adicional temporal del 10% sobre las importaciones de la UE se duplicaría al 20% si no se llega a un acuerdo antes de la fecha límite.
El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, ha dicho que podrían ampliarse los plazos de negociación sobre algunos países que negocian de buena fe.
Los responsables europeos están cada vez más resignados a que el 10% de aranceles “recíprocos” sea la base de cualquier acuerdo comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea, según han declarado a Reuters fuentes conocedoras de las conversaciones.
No obstante, la UE también carga con los aranceles del 25% de Trump sobre los automóviles, el acero y el aluminio y podría enfrentarse a aranceles sectoriales adicionales sobre los semiconductores y los productos farmacéuticos.
Cortesía de El Economista
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