La posible venta de la unidad británica TSB de Sabadell a Santander podría complicar aún más la opa hostil de BBVA sobre el banco, dijo el miércoles César González Bueno, consejero delegado de Sabadell, a los analistas.
La decisión de deshacerse de TSB ofrece a Sabadell una posible jugada defensiva en su intento de frenar la opa de BBVA, cuyo objetivo es crear el segundo banco más grande de España por volumen de crédito después de Caixabank.
El presidente de BBVA, Carlos Torres, dijo el mes pasado que el banco podría retirar su oferta por su rival más pequeño si se ve obligado a aceptar la venta de TSB, aunque posteriormente decidió seguir adelante.
Santander dijo el martes que había acordado adquirir TSB por un importe inicial de 2,650 millones de libras (3,640 millones de dólares) en una operación totalmente en efectivo, sujeta a la aprobación de los accionistas de Sabadell.
Sabadell dijo que los ingresos de la venta se utilizarían para financiar un dividendo extraordinario en efectivo de 0.50 euros por acción, equivalente a 2,500 millones de euros (2,940 millones de dólares), además de 1,300 millones de dividendos ordinarios que se espera pagar con cargo a los beneficios de 2025.
González Bueno dijo que aunque la venta no era una píldora venenosa, ya que es independiente de la oferta de BBVA y se realiza para crear valor para los accionistas, “evidentemente, hace que la OPA sea más difícil o que tenga que tener un precio más caro”.
BBVA, que siempre ha descartado edulcorar su oferta por Sabadell, dijo el lunes que seguiría adelante con su oferta de unos 14,000 millones de euros por Sabadell a pesar de que el Gobierno español le ha bloqueado de manera efectiva la fusión total con Sabadell durante al menos tres años.
Tras la operación, las acciones de Sabadell subían más de 5% a las 09:42 GMT, mientras que las de BBVA subían 1.7%.
BBVA no quiso hacer comentarios el miércoles sobre el impacto de la venta de TSB en su oferta.
El consejero delegado de Sabadell dijo que esperaba que los accionistas aprobaran tanto la venta de TSB como una distribución extraordinaria en efectivo de 2,500 millones de euros el 6 de agosto, pero que se ajustaría a las orientaciones del supervisor bursátil español sobre si ambas serían posibles.
En España, la legislación obliga a los órganos de gobierno de una empresa objeto de una opa a solicitar la aprobación de los accionistas antes de promover o adoptar cualquier medida que pueda impedir el éxito de una adquisición.
González Bueno dijo que el proceso de venta de TSB no había sido iniciado por Sabadell, sino por un tercero, pero que eso era irrelevante para saber si los accionistas aprobarían la operación.
Cortesía de Expansión
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