La lactancia materna no siempre es fácil. Cuando amamanté a mi hijo, hubo días en los que los dos terminábamos llorando, agotados y frustrados. A eso se sumaba la presión constante de darle fórmula, porque mi leche “no lo llenaba”.
Gracias al acompañamiento profesional, logré sostener la lactancia materna durante sus primeros nueve meses. Pero la desinformación, comentarios como “tu leche ya no lo nutre” y las largas jornadas laborales hicieron imposible continuar por más tiempo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) recomiendan la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida. También sugieren que sea a libre demanda y se evite el uso de fórmulas infantiles.
A pesar de esto, en México sólo uno de cada tres bebés recibe leche materna de forma exclusiva hasta los seis meses, según datos de Unicef.
Cada año, se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, promovida por la OMS, UNICEF, instancias de salud y asociaciones civiles, con el objetivo de valorar la lactancia materna como una práctica esencial para la salud, el desarrollo y la equidad a lo largo de la vida.
En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2025, que se conmemora del 1 al 7 de agosto, hablamos con especialistas para aclarar mitos sobre este derecho de madres e infancias; así como de recomendaciones para llevarla de la mejor manera y en libertad.
“La lactancia materna es un derecho fundamental de las madres y de niñas y niños. Tiene un impacto muy importante no solo en la salud física, sino también en la salud mental. Sabemos que la leche materna es el alimento idóneo para empezar la vida”, destaca la doctora Nadine Gasman, secretaria de Salud de la CDMX, en entrevista con Chilango.
La funcionaria considera que las mamás necesitan un entorno seguro que les permita amamantar a sus hijos.
“Es una responsabilidad social porque tenemos que crear las condiciones para que las mujeres puedan tener tranquilidad y ejercer este derecho de amamantar a sus hijos e hijas”, enfatiza Gasman Zylbermann.
Beneficios de la lactancia materna
“La leche materna es una leche que está diseñada específicamente para el ser humano”, destaca la doctora Andrea de Icaza González, cirujana pediatra, mamá y miembro de la Asociación de Consultores Certificados en Lactancia Materna (ACCLAM).
“Está diseñada para el bebé de esa persona en específico y está adaptada a cada circunstancia: si es de día, si es de noche, si la mamá está enferma, si el bebé está enfermo; si es recién nacido o si tiene 2 años o si tiene 3 años. La leche se va adaptando a las circunstancias”, explica la especialista.
En entrevista con Chilango, la doctora Andrea de Icaza González enfatiza que eso no lo ofrece ninguna fórmula láctea.
“Todas las leches de fórmula, en general, básicamente son lo mismo. Puede ser que unas tengan un poco más de fibra, pero en realidad nunca son comparables con lo que tiene la leche materna”, advierte.
Un vínculo único
Además, la cirujana pediatra explica que el acto de amamantar crea un vínculo entre la madre y el bebé que impacta directamente en su desarrollo neurológico.
“Así se inicia el desarrollo neurológico de los recién nacidos. Va avanzando a través de los sentidos. Es el contacto con el pecho, la succión, la parte sensorial que se genera en la boca, cómo se van desarrollando todas las conexiones neurológicas”, comenta.
También, detalla, amamantar impacta en la parte emocional, pues el bebé se siente cuidado y protegido: “esa seguridad hace que el bebé pueda desarrollarse adecuadamente”.
“Por donde se vea, en los aspectos nutricional, inmunológico, social, todo, la leche materna tiene ventajas abismales sobre cualquier fórmula”, advierte.
Beneficios para la madre
Para la madre, también hay beneficios: protege contra el cáncer de mama, ayuda a regular el sistema hormonal y apoya el bienestar psicológico.
“Amamantar libera la hormona oxitocina y eso hace que te relajes, que te calmes, que te sientas bien, y eso hace que generes un mejor vínculo con tu bebé”, señala la especialista.

“La lactancia materna no siempre es fácil”
Para la secretaria de Salud de la CDMX, Nadine Gasman, uno de los principales mitos sobre la lactancia es que es sencilla.
“El primero (de los mitos) es esta expectativa de que (la lactancia materna) es fácil, de que te sale natural todo, de que no hay barreras para nada. Es parte de la mitificación de la maternidad”, señala en entrevista con Chilango.
Sin embargo, agrega, hay mujeres para quienes puede ser fácil y otras para quienes representa todo un reto.
“La expectativa como mujer embarazada que da a luz es que todo te salga fácil, y no lo es”, dice.
Para la doctora Gasman, la lactancia no sólo es responsabilidad de madres e hijos: también es una responsabilidad social.
“Lo más importante es hacer esta conciencia de que amamantar no es un acto de madre e hijo solamente, es crear las condiciones sociales para que esto sea fácil”, comenta.
“Amamantar es una actividad que toma tiempo. La mayoría de las mujeres al mismo tiempo tienen que lavar, planchar, limpiar, cuidar a otros hijos. Entonces, ¿cómo tienes esa tranquilidad y ese tiempo para dedicárselo si tienes algunas dificultades?”, cuestiona.
Al respecto, considera que uno de los grandes desafíos como sociedad es crear condiciones —en casa, en el trabajo y en lo público— para que las mujeres puedan amamantar en libertad y con tranquilidad.

Mitos y verdades de la lactancia materna
¿La leche materna “ya no nutre” después de los seis meses? ¿Amamantar a libre demanda malcría a los bebés? Estos y otros mitos dificultan que muchas mujeres vivan una lactancia libre, informada y feliz.
Al respecto, la doctora Andrea de Icaza González aclara algunos de estos puntos:
– Edad del destete
La OMS recomienda amamantar hasta los dos años o más. Se deben evitar términos como “lactancia prolongada” si la madre continúa después de esa edad. El destete debe ser una decisión personal, sin presiones ni juicios externos.
– Después de los 6 meses, la leche materna ya no nutre
Falso. Durante el primer año, la leche materna sigue siendo el alimento principal. A partir de los 6 meses se introducen alimentos sólidos, pero la leche continúa aportando nutrientes. La transición es gradual y se adapta al ritmo de cada bebé.
– El tamaño del pecho y la forma del pezón determinan la lactancia
No del todo. El tamaño del pecho no define cuánta leche se produce; lo importante es la conformación de la glándula mamaria. En cuanto al pezón, su forma puede influir: uno invertido puede dificultar la lactancia, pero muchas dificultades pueden resolverse con apoyo profesional.
– Amamantar a libre demanda malcría a los bebés
Falso. Cada díada mamá-bebé es única. Algunos bebés necesitan mamar con más frecuencia porque reciben menos cantidad en cada toma. Por eso, la lactancia a libre demanda es lo más recomendable.

Recomendaciones para una lactancia materna apoyada y feliz
Lo mejor para una lactancia libre y feliz es que las madres cuenten con apoyo y acompañamiento.
La doctora Andrea de Icaza González recomienda que, desde el embarazo, las mujeres consulten a su pediatra o a un especialista en lactancia para detectar condiciones que pudieran dificultarla, como hipotiroidismo, diabetes gestacional, diabetes mellitus o cirugías previas en la glándula mamaria.
“Todo eso se puede saber antes de que vaya a nacer tu bebé para tener un apoyo continuo en tu lactancia. Muchas veces llegan mamás que tienen, por ejemplo, pezón invertido o hipoplasia de glándula mamaria. Llegan con nosotros al mes o a los dos meses, después de haber batallado, y el problema era ese”, cuenta.
“Quizá a estas mujeres, si las hubiésemos acompañado desde un inicio, podríamos haberlo resuelto”, considera.
También sugiere que las embarazadas busquen una consultora si se trata de su primer bebé o si en experiencias anteriores tuvieron dificultades para amamantar.
¿Qué puede hacer la pareja?
A decir de la especialista, la pareja y familia de la persona que está dando de amamantar se puede encargar de las tareas domésticas, por ejemplo de preparar la comida, lavar los platos o cambiar el pañal del bebé o el cuidado de otros hijos.
También es importante validar las emociones y evitar sugerencias que no ayudan:
“Es muy común que digan: ‘¿para qué te estresas?, dale un biberón’. Eso no es apoyo. Es: ¿qué necesitas para que funcione tu lactancia? ¿Cómo te sientes? ¿Qué apoyo necesitas que te dé?”, comenta la doctora De Icaza.
Lactancia y trabajo
Uno de los grandes retos es mantener la lactancia cuando la madre regresa al trabajo.
Al respecto, la doctora De Icaza recomienda aprovechar al máximo el tiempo previo al regreso laboral para establecer una buena producción de leche.
“El tiempo en que estamos en casa antes de regresar a su jornada laboral, habría que enfocarse en que el bebé esté pegado al pecho y que logremos establecer una producción adecuada y suficiente de leche materna”, señala.
Una vez de vuelta al trabajo, el reto es adaptar la rutina: “Lo ideal sería, en una jornada habitual de 8 horas, que la mamá se extraiga leche materna cada 3 horas. Tener el extractor adecuado, que no le lastime, que sea eficiente, enseñarle cómo guardar la leche y cada cuánto extraerse. Y cuando regrese a casa, luego luego pegarse al bebé y amamantar toda la noche. La leche que te extrajiste un día es la que le vas a dar al día siguiente.”
“Entonces el bebé aprende que cuando está mamá, se pega al pecho; cuando no está mamá, usa el biberón.”
Es importante señalar que cada caso es distinto y debe adaptarse, depende de cuándo va a regresar la mamá al trabajo, cuánta leche produce y las posibilidades que tenga en su centro laboral.
En la lactancia, ¡no estás sola!
La lactancia se vive mejor con apoyo y guía. En México existe la Asociación de Consultores Certificados en Lactancia Materna (ACCLAM), una red de profesionales de la salud con experiencia y formación especializada. También ofrecen asesorías y cursos. Si tienes dudas o necesitas acompañamiento, acércate.
Sitio web: https://acclam.org.mx/
Amamantar no siempre es fácil, pero con información clara, acompañamiento y una red de apoyo, muchas mujeres pueden tomar decisiones informadas y vivir la lactancia con mayor libertad y confianza.
Cortesía de Chilango
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