
Christine Lagarde, directora del Banco Central Europeo (BCE), advirtió el viernes que la región es cada vez más “vulnerable” a shocks como los aranceles estadounidenses y se está quedando atrás en áreas que impulsarán el crecimiento, como la Inteligencia Artificial.
El continente debe acelerar urgentemente su integración y reformar un modelo de crecimiento impulsado por las exportaciones que ha flaqueado en medio de la creciente agitación geopolítica, dijo en una conferencia bancaria.
“Las vulnerabilidades de Europa provienen de tener un modelo de crecimiento orientado hacia un mundo que está desapareciendo poco a poco. Adoptamos la globalización más que cualquier otra economía avanzada. En las dos décadas previas a la pandemia, el comercio exterior como proporción del PIB casi se duplicó en la UE, mientras que en Estados Unidos apenas se movió. Esta profunda integración trajo beneficios significativos: el número de empleos sustentados por las exportaciones de la UE aumentó 75%, hasta alcanzar casi los 40 millones, y durante muchos años fue una fuente de resiliencia. Pero hoy, esa misma apertura se ha convertido en una vulnerabilidad. Las exportaciones se han vuelto un motor de crecimiento mucho menos fiable”, declaró en Frankfurt la presidenta del banco central de la eurozona.
Lagarde ha presentado un dato elocuente. “A mediados del 2023, por ejemplo, el personal del BCE esperaba que las exportaciones crecieran alrededor de 8% a mediados del 2025. En realidad, no han crecido en absoluto. Y, de cara al futuro, se prevé que las exportaciones resten crecimiento durante los próximos dos años”.
Así, el continente había dependido durante mucho tiempo de las exportaciones de bienes que abarcaban desde automóviles hasta equipos para fábricas y productos farmacéuticos para sostener sus economías.
Sin embargo, este modelo ya no funcionaba, aseguró Lagarde, añadiendo que la Unión Europea (UE) necesitaba fortalecer su economía nacional como “fuente de resiliencia en un mundo incierto”.
Ante la débil demanda de exportaciones clave, los problemas estructurales y, más recientemente, la ofensiva arancelaria estadounidense, el crecimiento de Europa se ha visto frenado en los últimos años, quedando muy por detrás de Estados Unidos y China.
Lagarde esbozó reformas para impulsar la región, que abarcan desde una mejor integración del sector financiero hasta la reducción de las barreras comerciales y la simplificación de los procesos de toma de decisiones de la UE.
Advirtió que más años de “crecimiento perdido, productividad perdida, no solo serían decepcionantes para las generaciones futuras, sino que también serían irresponsables por nuestra parte”.
Si se llevan a cabo reformas radicales, “podemos asegurarnos de que Europa sea fuerte y no sea víctima de decisiones tomadas fuera de esta región”, mencionó Lagarde.
Mientras tanto, el mercado interno europeo se ha “estancado”, especialmente en áreas que se consideran fundamentales para el crecimiento futuro, como el sector digital y la Inteligencia Artificial, mencionó la funcionaria europea.
El continente había dependido durante mucho tiempo de las exportaciones de bienes que abarcaban desde automóviles hasta equipos para fábricas y productos farmacéuticos para sostener sus economía.
Cortesía de El Economista
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