“Llegan las vacaciones y vuela el verano. La escuela se está poniendo terrible y el problema que siempre parece cercano. Es increíble cómo pasarlo”. La Semana Santa nos está respirando en la nuca y seguramente ya tienes planes, o los tendrás pronto: desde un fin de semana en alguna casa en Cuernavaca hasta ir a la playa o simplemente, el sueño de todos, descansar.
Sin embargo, hay una actividad típica en México: una tradición que no distingue clases sociales, religión, afiliaciones políticas ni otros factores. Se trata de usar una alberca en Semana Santa y disfrutar del clima que nos trae la temporada. Pero no todas son risas y diversión; debes tener cuidado o podrías contraer enfermedades, o algo peor en el peor de los casos.
Cosas que debes y no debes hacer con tu alberca inflable
Como ya dijimos, existen cosas que debes evitar hacer con tu alberca, pero también hay otras que puedes hacer sin ningún problema. Estos consejos son de expertos en el tema, con la finalidad de que tengas unas mini vacaciones tranquilas:
- Llenar la alberca con agua de la llave: Puedes llenar la alberca con agua de la llave, pero deberás hacer unos pasos extra por higiene, como agregar cloro, desinfectantes, reguladores de pH y alguicidas, con la finalidad de mantenerla limpia.
- Sentarte en el borde: Procura no sentarte en el borde, ya que podrías causar fugas de agua o que los flotadores se desinflen.
- Dejar la alberca llena: Vacía la alberca apenas la termines de usar para evitar que el agua se ensucie el agua o crezcan hongos.
- Clavados: Las albercas inflables son pequeñas, por lo tanto, un mal golpe podría causar lesiones graves.
Enfermedades a causa de albercas
La razón principal por la que debes cuidar la higiene de tu alberca es que el agua en mal estado no elimina completamente los microorganismos causantes de enfermedades, lo que podría provocar su transmisión entre los usuarios.
Algunos especialistas y la Secretaría de Salud advierten en que, a través del agua, es posible que se transmitan diferentes enfermedades como diarrea, afecciones de la piel, ojos, oídos, infecciones respiratorias y síndrome urémico hemolítico. Incluso, la pediculosis o piojos también se puede transmitir en la alberca porque pueden flotar y sobrevivir hasta 36 horas aún en agua clorada.
Antes de que le prohíbas a tus hijos todo tipo de contacto con la alberca, debes saber que existen normas para evitar esto y son:
- No nadar si estás enfermo de diarrea.
- Bañarse antes de nadar.
- Ir al baño cada 60 minutos.
- Lavarse las manos después de ir al baño o cambiar pañales.
Cortesía de Xataka
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