Hidalgo es un estado lleno de historia y tradiciones, pero también alberga relatos de
fenómenos paranormales que han pasado de generación en generación. En varios
municipios existen casas embrujadas que han despertado el interés de curiosos y
cazadores de lo sobrenatural. Desde antiguas casonas hasta edificios abandonados, las
historias de apariciones, ruidos inexplicables y presencias misteriosas forman parte del
folclore local.
En Huasca de Ocampo, el primer Pueblo Mágico de México, se encuentra una casona
colonial conocida por sus extraños sucesos. Los lugareños cuentan que en sus pasillos se
aparecen sombras que caminan sin rumbo, y que las puertas y ventanas se abren y cierran
solas. Algunos creen que se trata de espíritus de antiguos habitantes, mientras que otros
piensan que la casa guarda un secreto oscuro.
Otro lugar envuelto en misterio es el Ex Convento de San Francisco en Pachuca. Aunque
hoy en día es un sitio turístico, hay quienes aseguran que dentro del recinto se han
escuchado voces y lamentos en las noches. Se dice que en los túneles subterráneos que
conectaban el convento con otros puntos de la ciudad, aún se pueden percibir presencias
inexplicables.
Hidalgo tiene muchas historias de casas embrujadas que siguen generando curiosidad y
temor entre sus habitantes. Ya sea por tradición o por experiencias inexplicables, estos
lugares siguen siendo parte del imaginario colectivo, recordándonos que, en algunos
rincones del estado, el pasado parece no querer desaparecer.
Dejanos un comentario: