Cuando se estrenó, en febrero del año pasado, pocos debían imaginar el camino fenomenal que finalmente trazó División Palermo, una serie con un destino asegurado más de público de nicho que de audiencia masiva. Y no sólo se transformó rápidamente en una de las más vistas de Netflix, sino que la plataforma no tardó en ponerse a trabajar en una segunda temporada. Y, como para coronar su recorrido exitoso, este lunes a la medianoche se transformó en la única producción argentina -de las tres que estaban nominadas- en ganar un Emmy Internacional a lo mejor de la televisión del mundo.
Se impuso en el rubro de “Mejor comedia”. Competía en esa categoría con Daily Dose of Sunshine (Netflix – Corea del Sur), Deadloch (Amazon MGM Studios – Australia) y HPI (Francia).
La ceremonia se realizó en el Hotel Hilton de Nueva York y Santiago Korovsky, su creador y protagonista, fue el encargo de subir a recibir su estatuilla, acompañado por parte de la producción.
Una serie diferente, con un humor atrevido e inclusivo en tiempos de cancelación
Así arranca el primer capítulo: la Ministra de Seguridad inaugura la guardia urbana de la Ciudad con un ciego, una chica trans, otra en silla de ruedas, un gordo, un judío y un boliviano. “Queridos agentes: ¡Bienvenidos a esta fuerza inclusiva! ¡La seguridad vuelve a las calles! ¡Gracias a ustedes cada día estamos más juntos!”.
La Ministra de Seguridad regresa a un operativo de desalojo militarizado y se corta la comunicación en la comisaría. Miguel (Daniel Hendler), el coordinador de la flamante División Palermo, lee los eslóganes que recibe el grupo, entre la acidez de The Office, la parodia de Locademia de Policía y el absurdo de Cha Cha Cha: “Es un cuerpo civil no armado integrado por gente como vos”. O “Vanguardia, cercanía e inclusión en la Ciudad”.
Con Daniel Hendler, Pilar Gamboa, Charo López y Martín Garabal brillando en el elenco, División Palermo, de ocho episodios breves (en total son 3 horas 46 minutos), fue creada por Santiago Korovsky, quien había brillado como actor en El Reino y Casi feliz. Acá encarna al protagonista Felipe Rozenfeld, quien se suma a la División Palermo luego de que lo deje su novia y su padre lo saque de la empresa familiar: “A vos te falta pasión”, le dicen.
En la serie, el disparate se unirá con la mirada mordaz sobre las minorías y la diversidad.
“¿Ser judío cuenta como una capacidad especial?”, se preguntan los jefes de la División Palermo, al incorporarlo a esta “guardia urbana inclusiva”. A Felipe Rozenfeld le robaron una mochila con dinero en la plaza del barrio, fue a hacer la denuncia y terminó en la División Palermo con promesa de sueldo, para patrullar las calles sin portar armas.
“Acá no estamos estigmatizando a nadie”, aclara el coordinador Miguel (Hendler), más querible que vigilante. Los gags se repartirán en los ocho episodios de División Palermo, creada como una operación de marketing “para cambiar la imagen de la fuerza”.
A la par del mensaje irónico y político habrá un conflicto criminal: una banda de narcos operando detrás de una juguetería con un perverso pistolero (Carlos Belloso).
¿Cómo funciona el humor de la División Palermo, por Netflix?
El humor sarcástico e incorrecto de División Palermo tiene otra dupla para llevar la serie al punto opuesto de Brigada Explosiva. Gracias a la destreza de Charo López y Martín Garabal, sus personajes, los agentes policiales Paloma Gutiérrez y Esteban Vargas, logran intervenciones estratégicas, vigilando o apoyando a la División Palermo en sus operativos por los barrios.
El humor de la serie fue calibrado por seis guionistas: Santiago Korovsky, Florencia Percia, Martín Garabal, Ignacio Sánchez Mestre, Ignacio Gaggero y Martina López Robol.
Por si hiciera falta explicarlo, reírse de la falsa inclusión (y exponer la discriminación) no son los únicos focos de División Palermo. También se contrasta a policías sin aptos físicos con estos civiles que, sin cuerpos normativos, hallan su real vocación comunitaria.
Contra los prejuicios
“Al escribir División Palermo tuvimos que derribar varios prejuicios. No queríamos caer en la discriminación positiva”, le dijo a Clarín Santiago Korovsky, también co-director de con Diego Núñez Irigoyen, en la previa al estreno.
“Es un prejuicio pensar que todas las personas con discapacidad, o integrantes de minorías, son seres de luz. O que no tienen sexualidad. Por eso muchas veces se los infantiliza. Nosotros nos asesoramos bien para que nada fuera aburrido ni solemne”, afirma.
Sobre Sofía, su gran personaje en silla de ruedas que no duda de reírse de sí misma a la vez que ofrece oscuridades emocionales, Pilar Gamboa analizó ante Clarín: “Sofía me llegó bastante y fue clave el coaching que me brindó Lucrecia Gómez Boschetti”, dice sobre la joven autora cordobesa del libro Cinco Historias de una inválida imprudente y un poema para no perder la dignidad.
“Lucrecia me hizo de-solemnizar al personaje de Sofía y también estuvo en el proceso de escritura de División Palermo. Pudimos asumir riesgos e ir a fondo siempre desde el humor”, celebra Pilar Gamboa, reconocida en 2021 con el Premio Konex como Actriz de Teatro de la década.
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Santiago Korovsky y Pilar Gamboa nos cuentan qué prejuicios derribaron a la hora de interpretar sus personajes en “División Palermo”, la serie de ocho capítulos distribuida por Netflix.
La serie creada y dirigida por Santiago Korovsky cuenta con un elenco de primera línea. Pilar Gamboa, Daniel Hendler, Martín Garabal y Charo López representan a una guardia urbana inclusiva, compuesta mayormente por minorías y creada como una operación de marketing para mejorar la imagen de las fuerzas de seguridad. Mientras todos intentan entender qué función cumple, sus integrantes terminarán enfrentándose con una extraña banda criminal.
División Palermo triunfa aún en los momentos cómicos menos efectivos por su irreverencia para mostrar a esta “guardia urbana con discapacidades” ideada desde un organismo ficticio (con psicólogos en las sombras) bajo una cínica premisa, que regresa a lo largo de los ocho episodios: “Desde el ministerio nos pidieron que resaltemos todo el temita de las minorías”.
Pero todos poseen complejas historias de vida, bien lejos del discurso oficial que, en la serie, proclama la inclusión. “¿Seguridad e integración van de la mano?”, se oye en otra ridícula escena de División Palermo. Y Sofía responde: “Capacidades especiales tiene Spider-Man”.
Allí es cuando División Palermo deja ver su amplia galería de villanos: la banda narco con Carlos Belloso, pero también la violencia institucional y el prejuicio. “Todos somos diferentes”, enseña la serie.
Cortesía de Clarín
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