Hace casi 53 años ocurrió uno de los crímenes más famosos y misteriosos en la historia de Estados Unidos: el secuestro del vuelo 305 a Seattle por un hombre que se hacía llamar D.B. Cooper. Durante décadas, la verdadera identidad de este criminal ha sido una incógnita y en 2016 el caso fue cerrado.
Sin embargo, los investigadores aficionados no se dan por vencidos y han encontrado evidencias que podrían revelar la verdadera identidad de D.B. Cooper. Una de estas es un fragmento de metal microscópico encontrado en la corbata que el secuestrador usó durante el vuelo, antes de saltar al vacío.
El misterioso caso de DB Cooper
Para quien no conozca la historia, todo ocurrió el 24 de noviembre de 1971. Esa tarde, D.B. Cooper compró un boleto en el aeropuerto de Portland, Oregon, para el vuelo 305 con destino a Seattle, Washington. Una vez a bordo, entregó una nota a una azafata en la que escribió que tenía una bomba en su maletín.
El hombre exigió 200,000 dólares en billetes no consecutivos, cuatro paracaídas y un camión de combustible listo en el aeropuerto de Seattle para reabastecer el avión. Las autoridades cumplieron sus demandas y, tras liberar a los pasajeros en Seattle, mantuvo a 35 rehenes y ordenó que el avión despegara rumbo a México.
El avión, un Boeing 727-100 de Northwest Orient Airlines, voló hacia el destino a baja altitud y con las puertas traseras abiertas. Mientras lo hacía, Cooper se lanzó en paracaídas con el dinero y se perdió en algún punto del suroeste de Washington. Aunque se realizó una intensa búsqueda en la zona, no se halló nada. A lo largo de los años, han aparecido billetes en áreas cercanas, pero D.B. Cooper sigue sin aparecer.
El pin en la corbata
Como dijimos, en 2016 el caso fue cerrado oficialmente tras décadas de búsqueda infructuosa. No obstante, a principios de 2024 Eric Ulis, experto en la investigación de crímenes del pasado, formuló una hipótesis a partir de un fragmento de metal microscópico encontrado en la corbata de Cooper.
De acuerdo con People, la corbata y su clip se quedaron en el asiento 18-E del avión porque el secuestrador se la quitó antes de saltar. Ulis afirma que la prenda contiene partículas que podrían contar la historia de a quién perteneció realmente. Según un informe del FBI, la corbata probablemente fue comprada en una tienda JC Penny en 1964 por $1.49 dólares y contenía una partícula única de mitad acero inoxidable y mitad titanio.
Tras la pista de D.B. Cooper
A partir de ese detalle, Ulis usó información de patentes estadounidenses y rastreó la pista hasta una planta de Pensilvania llamada Crucible Steel. El investigador señaló que dicha empresa “fue un subcontratista importante durante la década de 1960” y suministró “la mayor parte del titanio y el acero inoxidable para los aviones de Boeing“.
En declaraciones para Fox News, Ulis señaló a un trabajador de Crucible Steel como la verdadera identidad de D.B. Cooper. Para él, tenía sentido que fuera así, considerando que eso explicaría que conociera el Boeing 727. Además apuntó que Boeing tuvo una “recesión significativa” en 1971. Al ser contratista de Crucible Steel, piensa, Cooper debió resultar afectado, por lo que tendría un motivo para secuestrar el avión.
Siguiendo estas premisas, Ulis identificó a Vince Peterson, ingeniero de investigación de titanio de la compañía, como la persona detrás de D.B. Cooper: “Puedo ponerlo en Seattle, puedo ponerlo en Boeing. Es una persona muy interesante“, dijo. Peterson falleció en 2002 y aunque en su opinión encaja muy bien, advirtió que no descartará a ningún sospechoso hasta conformar sus hallazgos.
Una nueva evidencia, un nuevo sospechoso
En noviembre del año pasado se reveló una nueva evidencia, esta vez provenía de nada más y nada menos que de los hijos de otros sospechoso: Richard Floyd McCoy II, quien fuera arrestado poco después de la desaparición de D.B. Cooper, tras cometer un secuestro similar.
En el año 2022, Chante y Richard III “Rick” McCoy contactaron al youtuber Dan Gryder para mostrarle un paracaídas modificado que podría ser el mismo que usó Cooper tras saltar del Boeing. De acuerdo con Cowboy State Daily, tanto Gryder como los hijos de McCoy piensan que se trata del verdadero paracaídas. Los hermanos esperaron a que su madre muriera para hacer todo esto público, pues sospechaban que pudo haber sido su cómplice.
Richard Floyd McCoy II suena como el candidato perfecto para ser la verdadera identidad de D.B. Cooper. En 1972, saltó de un avión de United Airlines que volaba sobre Utah después de haber robado nada menos que medio millón de dólares.
En 2023, el FBI registró la casa de MacCoy y su hijo Rick no solo entregó el paracaídas, también proporcionó pruebas de ADN. Sin embargo, de acuerdo con The Sun, la agencia todavía no ha proporcionado información a los hijos sobre sus avances.
Cortesía de Xataka
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